jueves, 30 de abril de 2009

Jorge Bedregal La Vera.

LA MEMORIA PERDIDA
REFLEXIONES EN TORNO A LA “GESTA DEL MARRANO” DE MARCOS AGUINIS*
Jorge Bedregal La Vera




El problema del Tribunal de la Santa Inquisición en América ha sido un tema abordado por un sinnúmero de investigadores a lo largo de toda la vida republicana.
Si hacemos un recuento de las publicaciones recientes, encontramos un amplio panorama de temas alrededor de la actuación del Santo Oficio que van desde sesudos ensayos acerca de su participación en la economía colonial hasta intentos serios de análisis enmarcados dentro de la Historia de las Mentalidades.



Sin embargo, publicaciones como la de Marcos Aguinis nos retrotraen a problemas que consideramos poco difundidos e inclusive, obviados por los estudios históricos recientes. Pareciera ser que la actuación del Tribunal de la Santa Inquisición tuvo en América condicionantes particulares que la diferencias de manera radical del papel que jugó en la sociedad europea de ese tiempo.



Es cierto que en América el Santo Oficio, luego de una lectura desapasionada de las fuentes, se ocupó ante todo de la promoción de los intereses comerciales y financieros de sus miembros, antes que de la “vigilancia de la pureza de la fe”. También es cierto que la marcada tendencia a perseguir y castigar inconductas sociales de la época, como son el concubinato, la bigamia, la sodomía o las escandalosas vidas privadas de algunos sacerdotes demuestra en realidad una sociedad represiva, pero complaciente en algunos términos.
De igual manera, la persecución enfermiza a “iluminados” y hechiceros marca una constante de inseguridad social y política muy grande.



Sin embargo, consideramos que se olvida un elemento importante en todo el accionar de la Santa Inquisición, elemento que resulta siendo clave ya que fue la excusa de su origen, desarrollo y sustento durante mas de trescientos años, nos referimos principalmente a los judíos. Tan es así el asunto, que para muchos investigadores, desde Ricardo Palma en pleno efervescente siglo XIX hasta Fernando Iwasaki en su deliciosa obra “Inquisiciones Peruanas, pareciera que el problema de los judíos en América es consustancial al de la historia de la Santa Inquisición. Se rechazan los métodos, pero se deja en el tintero la justicia o injusticia de la persecución.


A pesar de que en todos los “autos de fe” hubo ajusticiados acusados de judaísmo, más vistoso resulta el hecho de los relajamientos de brujas, hechiceros, iluminados y sodomitas. Es más, pareciera que algunos investigadores que han hurgado en los añosos archivos del Tribunal, critican y se horrorizan de los métodos, pero no pretenden conocer más de cerca a los protagonistas de los hechos, a menos que estos tengan visos de “herejías libertarias”. Esto salvo honrosas excepciones de investigadores que han tratado de discernir detrás de los oscuros procedimientos inquisitoriales, toda una maraña de condicionantes propias de la época, tratando no de juzgar, sino de entender tanto a víctimas como verdugos.



En realidad el problema es lo suficientemente complejo como para pretender abordarlo en los límites propios de un artículo. Sin embargo intentaremos sistematizar los conceptos alrededor del problema de la persecución de los judíos en América.





LA CULTURA HEBREA



La cultura Hebrea es muy antigua. A pesar de ser un pueblo permanentemente perseguido, en total diáspora por todo el mundo, ha conseguido ser una cultura muy cohesionada alrededor de la religión mosaica. Desde que Moisés recibe las tablas de la ley de Yahvé o Jehová (siglo XIII antes de nuestra era) y se funda el tabernáculo para la conservación del Arca de la Alianza, donde se supone estaban guardadas las tablas de la ley, hasta el presente, la comunidad judía ha logrado mantener su cultura, pese a milenarias persecuciones y una dispersión muy grande.



La religión hebraica considera los sacrificios como uno de los puntos centrales de su rito. Tenemos entre estos sacrificios desde los sangrientos, que ofrendan la vida de algún animal, hasta las oblaciones personales.

La circuncisión (la operación por la cual se secciona parte del prepucio para liberar el glande) es una forma de concertar la alianza entre los judíos, haciendo de esta operación, un elemento permanente e irreversible de identidad. Se prohibe el culto a imágenes, por ello, los hebreos desarrollaron artes como la música y la literatura y no la pintura o la escultura. En la religión hebrea se establecen dos principios de comportamiento que han dado las características tan particulares a dicha comunidad: el estudio indesmayable y la solidaridad entre sus miembros.



Los hebreos tuvieron que salir de sus lugares de origen, no solo por la persecución indiscriminada de que fueron objeto, sino también buscando nuevos y mejores rumbos.

Sin embargo, las colonias que se establecen en todo el mundo europeo y en buena parte de Asia, no rompieron sus lazos políticos, religiosos, culturales y económicos con Jerusalén. Cada sinagoga abierta en los nuevos territorios recolectaba una contribución personal entre los creyentes para ser enviada anualmente al templo principal. De igual manera, los judíos se comprometían a hacer peregrinaciones periódicas a la ciudad santa, sobre todo en época de Pascua o para la fiesta del Pentecostés, así se reafirmaba la idea de formar una sola nación a pesar de las distancias a las que se encontraban las comunidades judías y a las influencias que podían recibir de las culturas en las cuales se desarrollaban.


Hacia fines del siglo I antes de nuestra era e inicios del siglo I de n.e., la mayoría de comunidades judías se encontraban en territorios dominados por el Imperio Romano. Desde la península ibérica hasta el Asia menor, en todas las ciudades principales existían sinagogas, algunas de mucha importancia, y todo el territorio del imperio estaba atravesado por las fuertes e intrincadas relaciones comerciales de los judíos, que aprovechando una relativa homogeneidad cultural y lingüística se hicieron cargo en gran medida del comercio entre las distintas provincias romanas. Particularmente en la Palestina, el poder económico del que hacían gala los comerciantes hebreos hizo que Roma autorizara una forma peculiar de co-gobierno con Roma. Los sacerdotes judíos se convertían así en una suerte de jueces del pueblo a su cargo y el imperio romano establecía los tributos a pagar por ellos.



Evidentemente la relativa homogeneidad de la cultura y lengua hebreas no se reflejaba en una homogeneidad política.
Graves incidentes de violencia sacudieron esta provincia romana, liderados por una serie de sectas religiosas que propugnaban la liberación nacional de Judea y las provincias romanas como Samaria y Galilea por parte del yugo latino. Una de estas sectas violentistas era la del los Zelotes. Como señala Fierro (1985: 33), “(la) situación de “pueblo paria”, oprimido, conquistado, reducido al exilio o fragmentado por otro pueblo poderoso… origina movimientos mesiánicos de identidad nacional”


Al parecer, Jesús de Nazareth pasa por una discreta militancia en la secta antes mencionada, hasta que aparece con una propuesta absolutamente nueva: la resistencia pacífica al invasor. Muchos de sus seguidores, exigían un pronunciamiento claro y definitivo acerca del problema más importante que asolaba esta región en esos momentos, la liberación del pueblo hebreo.

Jesús responde con un fulminante “mi reino no es de este mundo” que en realidad implicaba una declaratoria político-religiosa mucho más grande que una simple declaración de independencia, y parte del principio permanente de la cultura hebrea de considerarse el pueblo elegido por Dios, es decir, lo que Jesús planteaba era una forma distinta de pensar la liberación, pasando por la liberación espiritual sin romper con la ya milenaria cultura de la cual él mismo es producto.


Su temprana muerte va a ocasionar el primer cisma religioso documentado y quizás el más importante. Los apóstoles que heredaron el papel de la conducción del movimiento iniciado por el Crucificado, se enfrentaron a una serie de controversias acerca de la necesidad de la conservación de la ley antigua y empezaron a redactar la nueva. A partir de aquí surge el problema de los fieles e infieles en la cultura judeo cristiana.

Hacia el año 49, se celebró en Jerusalén un concilio que trató de resolver de manera pacífica el conflicto aparecido entre los apóstoles Pedro y Pablo (uno circunciso y el otro no) que en realidad era un conflicto entre los nuevos judíos o cristianos y judíos respetuosos de la ley mosaica y que consideraban a Cristo como un profeta más y no como Dios redivivo en la tierra. En este concilio se mencionan por primera vez las palabras “hereje” y “judaizante” como sinónimos referidos a los que no respetan la “alianza nueva” y siguen en el rito de sacrificios animales, la celebración de la pascua judía, el pentecostés y la práctica de la circuncisión.



La presencia de judíos en todas las ciudades principales del imperio romano hizo que la difusión de las nuevas ideas fuera sumamente rápida. Roma, que en un primer momento vio con ojos de sospecha y preocupación a los nuevos mensajeros religiosos, decidió perseguirlos por considerar a la nueva religión subversiva al orden romano establecido. Sin embargo el embate cultural que va a sufrir el imperio va a ser de gran magnitud, al punto de que hacia el siglo IV la religión cristiana no sólo es respetada oficialmente sino que cuenta entre sus miembros a varios ciudadanos principales del decadente imperio.



Este punto ha sido recogido por muchos historiadores apologistas cristianos que han tratan de ver una suerte de “milagro” en este rápido crecimiento. Lo cierto es que a Roma, que tenía una cultura más bien sincrética y que había asumido lo mejor y lo peor de todas las culturas que avasalló, desde la griega hasta la egipcia, no le costó nada asumir los principios religiosos cristianos. Más aún si consideramos que la nueva iglesia católica igualaba al poder secular con el religioso, dándole un aura mística al gobernante espiritual por su relación directa con Dios.



Al mismo tiempo, la religión católica se convierte en un arma poderosa de influencia ideológica al proponer la no violencia como eje de su actuar, es decir, antes de promover movimientos políticos anti statu quo, proponía más bien humildad y esperanza en un reino extraterrenal lleno de justicia y felicidad para los que sufren en la tierra. De igual manera la idea de una justicia “de otro mundo” diluía la idea cristiana de igualdad en la tierra, lo que comprometía menos el sistema político imperante. Podemos afirmar que la iglesia católica va a contribuir de manera decisiva al paso de la sociedad al feudalismo.



Así como antes elevó a los altares de su olimpo a Amón o a Isis, Roma asimiló no sólo la idea de un Dios único, sino que supo coligar las fiestas ancestrales con las cristianas. No prohibió ninguna, sólo se cambió la advocación respectiva. Y para que no hayan conflictos con la cantidad de deidades a las que el pueblo de Roma y sus provincias estaba acostumbrado, hizo acompañar a ese Dios único de una pléyade de santos, ángeles, arcángeles, diablos y demonios, e inclusive, asumió con una facilidad sorprendente la idea de la trinidad cristiana, más un amplio y fortísimo culto a la virgen María (que conserva mucho del antiguo rito de las Vestales romanas).



De esta manera, el cristianismo se convirtió en religión de estado en el imperio Romano de occidente.
Roma como sede de la curia jerárquicamente superior de la nueva iglesia, se va a convertir en el eje emanador de la nueva cultura, que como hemos visto, resulta sincrética de viejos cultos paganos, la tradición judía y los nuevos alcances que se van a empezar a gestar alrededor de la figura papal.



Al mismo tiempo que el cristianismo se va a entronizar en la Roma decadente y feudal, los judíos tuvieron que enfrentar persecuciones en todos los lugares donde se asentaron. Fruto de esta feroz cacería, los judíos van a ocupar aquellos lugares donde aún no se asentaba la religión cristiana con fuerza, hablamos de Rusia, la zona central europea y la península ibérica.



Los judíos en la península ibérica son un capítulo muy importante de la historia. Mientras los árabes ocuparon un importante territorio durante muchos siglos en los que ahora son España y Portugal, los descendientes del pueblo hebreo lograron asentarse en las principales ciudades del Al Ándalus ocupándose de los menesteres propios del comercio y llegando a hacerse cargo de importantes puestos de gobierno. Crearon una sólida cultura, llamada Sefardí y que en una muestra impresionante de una sociedad de tolerancia efectiva, al lado de musulmanes y visigodos, lograron un desarrollo notable. Importantes pensadores, médicos, filósofos y científicos se criaron en las angostas e intrincadas calles de las juderías andaluzas.



Cuando los reinos españoles se unifican en la mal llamada “Reconquista”, tuvieron que financiar la costosa y larga guerra contra el califato de Córdoba, que para el siglo XV ya estaba en una situación de franca crisis. El financiamiento vino de muchas fuentes, pero la principal fue la de la confiscación de las propiedades judías en las ciudades “reconquistadas”.



Este proceso, determinaría la aparición de una política sistemática de enfrentamiento directo, por parte de los reyes católicos, contra los intereses judíos en la península. Algunos meses antes del viaje descubridor de Colón, en marzo de 1492, los judíos fueron víctimas de un decreto que los obligaba a abandonar la península o convertirse a la religión cristiana. La acusación era que los judíos practicaban la usura, lo que resultaba inmoral a los ojos de los flamantes cristianos visigóticos. Lo cierto es que la tarea de usureros y prestamistas fue casi exclusiva de judíos, ya que ningún hidalgo o noble español (y en general europeo, lo que explica la vocación banquera de los judíos en países como Holanda) podía pretender asumir esa labor financiera por que en la edad media, se consideraba que trabajar con dinero era indigno y siendo los judíos los permanentes parias de la sociedad, no tuvieron ningún reparo en convertir su capital comercial en usurero. Esto a muchos les causó la muerte.


Muchos judíos, que se habían arraigado fuertemente en la península, no quisieron dejar sus propiedades, familias y entorno y se convirtieron a la religión católica, con la esperanza de poder mantener su cultura bajo la presión del Estado y de la sociedad. Según las investigaciones, resulta clara la sinceridad con la que algunos judíos abrazaron la nueva religión, ya que de alguna manera, no contravenía en esencia sus creencias. Sin embargo, en la sociedad cristiana medieval, no sólo bastaba con ser cristiano, sino que había que parecerlo. Cualquier evidencia, hasta la más fútil, que hiciera sospechar acerca de la perviviencia de algún rasgo de la religión mosaica, era óbice para la acusación, destierro, torturas, confiscación de bienes y hasta la muerte.

Una camisa blanca en pascua judía, rechazar comer cerdo o estar circuncidado significaban inmediatamente la intervención del Santo Oficio y del brazo secular de justicia en una de las muestra de intolerancia humanas más terribles que recuerde la historia.


<strong>Numerosos judíos migraron al Portugal, que había implementado una legislación que protegía, al menos temporalmente, las propiedades de los hebreos. Pero en Portugal también hubieron momentos de persecución, especialmente cuando los fondos del Estado estaban exhaustos. Algunos judíos entonces, tuvieron que trasladarse al Brasil o a las colonias españolas en América cuando los reinos del Portugal y de España se unificaron bajo la corona de Carlos I. Es por ello, que en la América colonial, el simple hecho de llevar un apellido portugués o de haber vivido en el Portugal, era motivo suficiente para que el Tribunal entre en sospecha acerca de la verdadera confesión cristiana.




EL TRIBUNAL DE LA SANTA INQUISICIÓN EN AMÉRICA



Una de las instituciones que va a tomar el papel de la represión contra el judaísmo en América va a ser el Tribunal de la Santa Inquisición. Este tribunal eclesiástico se origina en el siglo XII a partir de las ordenanzas del Papa Lucio III que ordenaban “elegir personas honorables para hacer conocer los nombres de los herejes” (Boulenger 1952: 553). En el siglo XIII este tribunal se extiende a todo el mundo cristiano de la época, marcando claramente la función y la competencia de descubrir y castigar a herejes, apóstatas, hechiceros y magos. Sus fallos eran inapelables y las autoridades seglares estaban en la obligación de colaborar tanto en la persecución y captura, como en aplicar las penas de relajamiento (léase muerte) a los condenados, bajo pena de caer también estas autoridades bajo sospecha de colaboración y complicidad con los impíos.



La inquisición mantenía algunos principios claves para el ejercicio de su función: En primer lugar, se debía mantener un riguroso secreto de la formación judicial, vale decir, de los testimonios de testigos y acusadores, así como de las confesiones de otros acusados que lleven a la captura de algún hereje; en segundo lugar se planteaba el principio de la aplicación de “penitencias saludables” a los arrepentidos, que podían ir desde llevar ad eternum símbolos infamantes que los convertían en permanentes apestados sociales, pasando por arrestos domiciliarios perpetuos, hasta azotes o simples reconvenciones orales; y por último, la inquisición defendía la persistencia de la jurisdicción inquisitorial hasta “mas allá de la tumba”, quiere decir que un acusado que moría en las mazmorras continuaba en proceso como si estuviera vivo y se le aplicaba la sentencia a su cadáver u a su efigie, si es que del cadáver no quedaba nada luego de los dilatados procesos. De igual manera, la investigación de “pureza de sangre” que los principales tenían que sufrir para lograr algún cargo o librarse de sospechas de judaísmo, incluían a varias generaciones hacia atrás, Hubo casos en que se juzgaron a personas muertas hacía ya varias décadas por que fueron encontrados indicios de judaísmo.



Desde un primer momento, la conducción del tribunal fue encomendada a los miembros de la orden dominica, quienes como su nombre permite deducir (Domini cani = perros de dios) conservaban por todos los medios la pureza de la fe. Aunque también jugaron un papel muy importante otras órdenes religiosas como la de los Franciscanos o la de los Jesuitas a partir del siglo XVII.


Para lograr sus fines, el Tribunal del Santo Oficio cumplía un riguroso procedimiento, prolijamente explicado y sustentado por los manuales de inquisidor de la época. En primer lugar, cuando había alguna sospecha que en un pueblo o ciudad se estaban llevando a cabo actos reñidos con la “fe verdadera”, se enviaba a un inquisidor, el que se encargaba de convocar a personas - no necesariamente sacerdotes - para conformar la causa, luego se buscaban informantes que determinaran la evidencia de herejía entre los miembros de la comunidad. Se procedía entonces a recurrir al poder secular para las detenciones del caso.



Para esto existía el período llamado “tiempo de gracia” que se prolongaba entre 15 días a un mes y que debía servir para la confesión voluntaria de los errores. En ese tiempo se publicaba el “edicto de fe” que era una conminación a los que supieran de la herejía para que confiesen so pena de excomunión. Si el acusado era un “pertinaz”, es decir que se obstinaba en su error, o si habiendo sido acusado anteriormente de herejía, volvía a cometer la falta (estos eran los llamados “relapsos”) el tribunal pasaba a la segunda etapa.


El interrogatorio sucedía al “tiempo de gracia” y se aplicaba sólo a los que no abjuraban de la herejía o a los pertinaces y relapsos. Según la lectura de los interrogatorios, resultaba preferible confesar herejías menores a declararse inocente, ya que esto podía ser considerado como pertinacia. Es más, si el acusado podía sortear las capciosas preguntas de los tribunos se decía que el demonio había iluminado su entendimiento para confundir a los jueces. En el interrogatorio participaban dos jueces que a su vez eran sacerdotes y un notario que trataba de apuntar con cierta prolijidad todo lo que decían los jueces y el acusado. Evidentemente no existía la posibilidad de la confrontación con los testigos o los acusadores y en la gran mayoría de casos no se podía contar con un abogado defensor. Esta gracia se otorgaba sólo a algunos presos notables y más bien era con la intención de convencer al supuesto hereje de la ventaja de la confesión total y la abjuración de la herejía.



Si el acusado mantenía sus posiciones de herejía o se seguía declarando culpable, el tribunal pasaba a la etapa de la violencia y tortura.
Se partía del principio vejatio dat intellectum, es decir, la violencia da inteligencia. A pesar de que las torturas habían sido prolijamente descritas por los testigos de la época, hoy se nos hace difícil entender la saña con la que actuaban ciertos inquisidores a la hora de los interrogatorios violentos.


Entre las torturas más comunes tenemos la de los garrotes, que se aplicaban mientras el cuerpo del acusado se encontraba maniatado de manos y pies, a las coyunturas hasta quebrarlas. El potro que era un complejo mecanismo de estiramiento que generalmente provocaba dolores indescriptibles y la invalidez de los torturados. Pero el más terrible era la tortura llamada “la garrucha” que consistía en colgar al acusado por las manos atadas a la espalda y soltarlo desde cierta altura, deteniendo de golpe la caída antes que los pies del torturado tocasen tierra. Para aumentar el dolor y la eficacia de la tortura, se le añadían hasta 100 libras de peso atadas a los pies. Cuando el supuesto hereje mantenía su inocencia o discutía con los jueces manteniendo su postura, se le aplicaba el tormento más insoportable, se le untaban las plantas de los pies con grasa de cerdo y se colocaban estos encima de un brasero encendido.


Según una ordenanza papal, el período de tortura no debía exceder de una hora y debía efectuarse sólo hasta tres sesiones de tormento con un lapso de dos días entre sesión y sesión. Sin embargo en el Perú, históricamente fieles a los récords, las sesiones se extendían hasta los 75 minutos y se aplicaron hasta seis sesiones en algunos casos aislados.


Es necesario aclarar que según los principios que regían al Tribunal de la Santa Inquisición, las torturas no podían llegar a mutilar o siquiera hacer sangrar a los acusados. Pero poniendo el parche antes de que aparezca el chupo, el Santo Oficio declaraba que “Ordenamos que la dicha tortura sea empleada de la manera y durante el tiempo que juzguemos conveniente, después de haber protestado como protestamos, que en caso de lesión, muerte o fractura, el hecho no podrá imputarse sino al acusado”. Loyo (1997: 1). Es necesario aclarar que algunos reos no negaron en ningún momento su condición de judíos, ni durante la captura y arresto, ni en los interrogatorios, más bien algunos de ellos lograron hacer que el tribunal nombrara doctores en filosofía y teología para que puedan discutir y nunca se pasó a la etapa de la tortura, aunque igual resultaran “relajados”.


Luego de haber interrogado, por las buenas o por tortura, los “familiares” del Santo Oficio nombrados para tal efecto, se reunían y sentenciaban al acusado.

Generalmente la lectura de la sentencia se realizaba en domingo para que la mayor parte de la gente pueda asistir. Las sentencias dadas eran inapelables. Variaban de acuerdo a la gravedad de la falta. Las penas leves o de “arrepentidos” consistían en alguna penitencia pública, que pasaba por el servicio en algún hospital de pobres o como acólito sin paga de alguna iglesia; todo esto siempre acompañado de azotaínas públicas y el infamante “sambenito” que era una capa de tela burda y de color amarillo que los penitenciados del tribunal tenían que llevar permanentemente, lo que los hacía objeto de mofa y repudio por parte del resto de la comunidad. Si el arrepentimiento era dudoso, se le podía decretar pena de reclusión perpetua, sobre todo si la familia del reo era lo suficientemente pudiente como para poder mantenerlo por años. Entre las penas graves tenemos las condenas a remar en las galeras, el destierro a lugares alejados o la pena de muerte, que como sabemos, tenía que ser sin efusión de sangre, por lo que se usaba tanto la hoguera como el garrote.


Por último, se aplicaba la sentencia en acto público. La gente asistía no sólo por el espectáculo, que duraba todo el día, de los acusados llevados con símbolos infamantes y velas verdes apagadas en las manos, si no más bien por las indulgencias que la iglesia otorgaba a todos los que asistieran a este Auto de Fe. En las colonias, estos actos revestían de una ceremonia y un aparato impresionantes. Cuando se juntaba una cantidad de reos apreciable y se contaban con los fondos adecuados para el acto, se determinaba el día de aplicación de sentencia.



Treinta días antes del auto se comunicaba por pregón público a todo el pueblo acerca de la fecha de la aplicación de sentencias. El pueblo se preparaba para asistir en pleno a la plaza mayor o al atrio de la iglesia de Santo Domingo. El día fijado, muy temprano el virrey, oidores de la audiencia, miembros del cabildo y autoridades universitarias llegaban a la residencia de los inquisidores para escoltarlos al lugar del auto. Luego de una larga misa (que a veces le seguía una procesión) aparecía la columna de los condenados. Abría la columna una cruz verde cubierta con un crespón negro y estaba flanqueada por todos los clérigos de la ciudad que reconvenían a los condenados por todo el camino.


Cada acusado llevaba en las manos una vela verde apagada y un cucurucho de papel sobre la cabeza donde se habían dibujado los símbolos de su delito: brujas sobre escobas, diablos en situaciones obscenas y estaban vestidos con el sambenito amarillo; a su vez llevaban una soga amarrada al cuello como símbolo de su futuro. Los blasfemos a su vez portaban una llamativa mordaza en la boca. También asistían los declarados inocentes, montados en una mula de color blanco y con una túnica alba y la vela verde encendida en las manos. Hubo algunos casos en que el tribunal llegó inclusive a restituir los bienes confiscados a los inocentes.


Aquellos que eran declarados pertinaces y mantenían su creencia anticatólica, eran condenados a la hoguera, algunos se arrepentían momentos antes de aplicar la pena, y se les otorgaba la gracia de ser ahorcados primero antes de caer en las llamas como una medida “humana” para evitar el sufrimiento del fuego.
Gerardo Loyo menciona una frase muy popular en la América colonial: El que entre en la Inquisición, si no lo queman, de todos modos sale chamuscado (Loyo 1997: 3)

En España esta institución se instauró efectivamente en 1480, aunque desde el siglo XIII funcionaba de una manera muy limitada.


Un año después de esta instalación se efectuó el primer acto público del Tribunal, el 6 de febrero de 1481 se realizó un auto de fe en Sevilla donde fueron relajadas 12personas. Para ampliar las funciones del tribunal, uno de los más famosos inquisidores, Torquemada definió lo que sería la “herejía implícita”, es decir en el manual del inquisidor se incluían los robos sacrílegos, la bigamia, la hechicería, la solicitud de favores sexuales por parte de sacerdotes, la blasfemia, la santería y se incluía también a los “iluminados”, es decir a aquellos personajes que aseguraban tener un contacto directo con algún santo oficial, con la virgen, Jesucristo o el mismo Dios, sin pasar por el aparato eclesiástico.

Este fue el espíritu persecutorio y represivo que llegó a América, dando un poder muy grande a los miembros del Santo Oficio ya que gracias a sus funciones podían llegar a todos los funcionarios y sacerdotes de la colonia sin mucho control por parte de la jerarquía formal peninsular.


Mientras que en Europa la persecución de los inquisidores se centraba en los herejes arrianistas, hansenitas, etc. en España se dedicaron, desde ese año, a perseguir a los judíos, quienes para poder quedarse en el territorio español tenían que abjurar de sus creencias bajo amenaza de muerte y abrazar el cristianismo. A estos convertidos se les aplicó el infamante apelativo de “marranos”, en clara alusión a su negativa de comer cerdo, por principios religiosos.

España usó la inquisición con el objetivo primordial de dar un respiro a sus arcas agotadas por el largo proceso de la guerra de reconquista a través de las confiscaciones de los ricos patrimonios judíos, pero también le sirvió para la “conservación de la unidad nacional a través de la unidad religiosa” (Menéndez y Pelayo 1950: 233) Cuando los judíos fueron desapareciendo, ya sea por conversiones masivas y obligatorias, por la migración a otros territorios o por los ajusticiamientos, la inquisición española, afinó sus intenciones contra protestantes y árabes musulmanes.


El descubrimiento de América y su posterior conquista por los europeos coincidió con un proceso sumamente importante en la historia de la humanidad. Aquellas zonas que se encontraban en un franco proceso de cambio hacia el capitalismo, a través de la expansión del capitalismo comercial y el fortalecimiento de las ciudades y sus instituciones políticas se vieron envueltas en una época de guerra religiosa a partir de los años 20 del siglo XVI. Este proceso conocido como la Reforma, abarcó amplios territorios en la actual Alemania, Suiza, Holanda, Inglaterra y Francia. Precisamente los países donde la feudalidad estaba en franco retroceso ante el embate de nuevas formas de producir riqueza fueron los lugares donde el movimiento político de la reforma religiosa asentó sus reales con mayor fuerza.



La iglesia Católica había recibido múltiples críticas a partir de la corrupción existente en Roma entre los prelados de la curia, aparte de la serie de escándalos que provocó la indiscriminada venta de indulgencias en toda Europa. A este proceso se enfrentó Martín Lutero formulando un sistema religioso que determinaba que la fe era el único vehículo para lograr el cielo, por lo tanto la presencia de sacerdotes y del papa mismo no se justificaba bajo ningún principio, ya que no podían arrogarse el papel de ser intermediarios de Dios ni de interpretar su palabra. Roma responderá con el concilio de Trento que funcionó, con algunas interrupciones, entre 1545 y 1563. Podemos considerar este concilio como la instancia que va a dar forma definitiva a la Iglesia Católica como la conocemos hasta hoy. En este concilio se determinaron los principales puntos del dogma católico, es decir, que los creyentes que no cumplieran estrictamente con los principios emanados por este concilio, eran considerados herejes e impuros, declarándoseles la guerra total a muerte.


Particular importancia tiene la declaración trentina que determina que las escrituras y la tradición (es decir la Iglesia como intérprete y las costumbres por ella aceptada) son las fuentes de fe para los católicos, en contraposición a los protestantes que consideraban sólo a la Biblia como la fuente de fe. De igual manera, se terminó de elaborar el texto final de la Biblia al hacer una selección (a veces con criterios muy endebles) de los libros que debían conformar la versión finalmente aceptada por los cristianos. A partir de aquí se empieza a editar la Biblia con el número de libros conocido por todos nosotros y que se llama comúnmente vulgata, muchos libros bíblicos fueron rechazados por sospecha de ser apócrifos o por contenidos poco edificantes según los prelados reunidos.


También se aprobó en este concilio el culto a santos y reliquias. En el caso de estas últimas, existía en Europa medieval un verdadero circuito comercial alrededor de las ventas de todo tipo de elementos considerados “reliquias”, desde clavos “originales” de la cruz de Cristo, hasta osamentas completas de santos y apóstoles, que se veneraban tanto en iglesias como en los castillos de los poderosos señores feudales que hacían alarde de su pertenencia. Este comercio redituó pingües ganancias a Roma y sus agentes. Tanto protestantes y judíos (así como un número muy grande de herejías de la época) encontraron en la adoración a los santos y reliquias un poderoso caballo de batalla por considerarla simple idolatría. El concilio de Trento también declaró legítimas las indulgencias, que como vimos líneas más arriba, fue la excusa para desatar la reforma religiosa en Alemania.


De igual manera, el concilio trentino estableció la edad de ingreso a los conventos y órdenes religiosas en 16 años para los varones y 12 para las mujeres.
Esto debido a la indiscriminada captación de niños y jóvenes que hacían algunas órdenes religiosas para poder llenar sus conventos, a cambio claro está, de importantes dotes, ya que para algunas familias resultaba muy importante contar con familiares en las órdenes que políticamente se estaban convirtiendo en centros de poder.


El concilio también diseñó el sistema por el cual los sacerdotes y curas debían mantenerse castos y célibes. Hasta ese momento, algunas órdenes eran relativamente complacientes con el matrimonio y concubinato de sus miembros, ya que aún no había sido completamente normado el celibato eclesial. Suponemos que esta medida estaba dirigida fundamentalmente a evitar la dispersión de la propiedad de la iglesia. A la muerte de los prelados, la heredera universal de los bienes sería la misma iglesia y no tendría que compartirse con indeseables progenies.

Los rabinos judíos y los ministros protestantes estaban en la obligación de formar familia ya que, según estas religiones, era la mejor forma de integrarse a la sociedad.


La medida más importante adoptada por la iglesia en el concilio mencionado fue la de determinar que la iglesia universal estaba regida por el Papa romano.
A partir de este momento, se equipara el poder del sumo pontífice al poder de los reyes y señores feudales europeos. Como este personaje gozaba del principio de infalibilidad, sus mandatos debían ser obedecidos al milímetro por todos los creyentes. Ante esta demostración de poder, tanto reformistas como miembros de las demás iglesias no cristianas, expresaron su rechazo, convirtiéndose de esta manera en una discusión no sólo teológica o filosófica, sino también política.


LA INQUISICIÓN EN EL VIRREINATO PERUANO

A partir de los primeros viajes de descubrimiento y conquista del nuevo continente, se inicia la migración judía a América. Para poder controlar este proceso migratorio las autoridades españolas impusieron una serie de prohibiciones claras para los que pretendieran hacerse a la mar con destino a las colonias recién fundadas. Particularmente se les prohibía el viaje a personas solteras, ya que la escasez de mujeres entre los españoles en América hacía que estos asumieran conductas reprobables como el concubinato con aborígenes. De igual manera se estableció que los mendigos no podían viajar al nuevo continente así como abogados, por el temor que su presencia hiciera aún más violenta la vida social colonial. La prohibición más directa fue la dictada contra herejes de toda laya, conversos, judíos, moros y reconciliados. Esta prohibición estaba dirigida no solo a personas en particular, sino a familias, ya que abarcaba inclusive a nietos. Algunos descendientes de judíos o conversos, lograron conseguir dispensa para poder migrar a tierras americanas, pero aún así estaban expresamente prohibidos de ejercer cargos públicos o concejiles.


El objetivo de la corona española al establecer prohibiciones determinadas para el paso a América, estaba determinado por la intención de lograr una relativa hegemonía entre los migrantes para lograr una seguridad y sobre todo una fidelidad dogmática alrededor de los principios católicos que no pusiera en riesgo la dominación española en el continente. Este control establecía no solo pautas cualitativas entre los migrantes, sino también cuantitativas.


A pesar de estos controles, la población europea en América tenía graves desproporciones. Llegaron muchos hidalgos que no estaban en la disposición de trabajar la tierra o de conocer algún oficio, más bien sí de pretender encomiendas a cambio de favores políticos o por su participación en las pacificaciones. Llegaron muy pocos campesinos con la idea de producir, de igual manera, tampoco se embarcaron nobles, sólo aquellos que tenían algún cargo político de gobierno. Esto explica de alguna manera, la psicología que acompañó a los colonizadores que convirtieron la colonización en un proceso bélico de exacción y violencia, condenando a miles de indígenas a una servidumbre rayana en esclavitud.


Así como la corona no pudo controlar la calidad de los colonizadores, tampoco pudo garantizar que judíos y conversos llegaran al nuevo continente. Estos arriban a las colonias hispanas en gran número a través del Portugal y el Brasil, aunque muchos aprovecharon las debilidades de los controles españoles y se embarcaron directamente desde la península. Su presencia fue rápidamente detectada en las flamantes ciudades españolas americanas, pero como los judíos y conversos llegaban con oficios o se dedicaban principalmente al comercio, fueron aceptados y hasta en algunos casos pudieron realizar sus actividades sin ninguna interferencia por parte del poder.

Pero la preocupación de la corona de mantener un relativo control entre los colonizadores determinó que enviara a los primeros inquisidores a Lima, junto con el virrey Toledo en 1569. Siempre se ha dicho que con la llegada de Toledo al Perú se inicia la colonia española en el Perú. Debemos añadir que con la llegada de este personaje se inicia el control religioso con el poder del Santo Oficio. A pesar de que el tribunal no tuvo jurisdicción sobre los indios, contaba con amplísimas atribuciones para perseguir y castigar los delitos de blasfemia, poligamia, vana observancia de las reglas católicas, sodomía, injurias a miembros del Santo Oficio y lectura de libros heréticos (lo que incluía la posesión de ejemplares de la Biblia “en romance”).


Entre 1578 y 1773, fecha del último auto de fe en Lima, tenemos los siguientes procesos:



DELITO PROCESADOS

BIGAMIA
297

JUDÍOS
243

BRUJERÍA
172

PROPOSICIONES
140

SOLICITANTES EN CONFESIÓN
109

BLASFEMIA
97

PROTESTANTES
65

SODOMÍA
40

MOROS
5

NO DIFERENCIADOS
306

TOTAL
1474


Fte. Toribio Medina. (1956) elaboración propia.



Es necesario aclarar que este total puede elevarse al doble por la cantidad de procesos iniciados y no resueltos por diversas componendas entre los acusados y los miembros del tribunal. Por su origen podemos distribuir a los acusados en las siguientes categorías:



LAICOS
1126

MUJERES
180

CURAS:
101

FRANCISCANOS
40

MERCEDARIOS
36

DOMINICOS
34

AGUSTINOS
26

JESUÍTAS
12


Fte. Id.



Si hacemos cálculos, resultaría que en toda la colonia hubo un promedio de 1 relajado cada siete años (Taibo 1997: 1), sin embargo esto no descarta de ninguna manera la presión psicológica que implicaba la presencia del Tribunal en las colonias americanas, especialmente en México y Lima. Al margen de la amenaza de proceso, el Tribunal contaba con un poderosísimo instrumento de presión: la excomunión.


Amenazar a alguien excomunión mayor significaba convertir a este personaje en un paria ante los ojos de sus coterráneos. Hubo casos en que simplemente una amenaza de caer en excomunión mato a alguna persona que no pudo sostener la presión psicológica de saberse fuera de la iglesia y ante los ojos críticos del temido Tribunal. Una excomunión mayor implicaba la anulación social de una persona ya que se le prohibía todo trato con el resto de fieles, inclusive el comercial. De este anatema no se podían librar ni siquiera migrando a otras ciudades, ya que todos debían portar de una “carta de comunión” que implicaba su derecho a poder participar del sacramento, y era otorgada por el obispo del lugar de origen. El hecho de que un forastero no contara con dicha carta, era sospechoso de haber sido excomulgado en otro lugar de la colonia y por lo tanto infecto.


Esta arma fue ampliamente usada en las relaciones siempre tensas entre el Santo Oficio y el poder secular. Existen relatos documentados de los desplantes que se hacían ambos contrincantes en su celosa lucha por fueros y jurisdicciones. Es necesario acotar que no siempre terminaba con el triunfo del tribunal. Según Teodoro Hampe, ensayando un estudio historiográfico del tema, las últimas investigaciones aportan la sugerente idea del Tribunal como un ente inactivo e ineficiente, desconectado de la celosa vigilancia en materia de fe y orientado principalmente a promover los intereses comerciales y financieros de sus miembros (Hampe 1995: 3).



Aparte de esto, resulta evidente la existencia de un fuerte clientelismo en relación con los miembros del Tribunal como con la Administración colonial. Esto podría afirmarse también al analizar las consecuencias económicas que tuvieron los grandes procesos, tanto en México de 1596 o el de Lima en 1630. Si bien pareciera que Boleslao Lewin exageró estas consecuencias a nivel macro económico, el intercambio de bienes y mercancías no se vio afectado en estos procesos, pero lo que si cambió al parecer fueron los destinatarios de las riquezas. El prestigio y el alcance del Tribunal creció sobremanera con estos procesos y particularmente en Lima, los bienes confiscados a los encausados en la famosa “Gran Complicidad” sirvieron para consolidar el rol de los miembros del Santo Oficio como agentes de crédito y comercio al eliminar la competencia de los comerciantes judíos.

Consideramos exagerado afirmar que sólo los objetivos económicos movieron al Santo Oficio en su lucha contra los judíos y otros encausados. También se cumplía con el objetivo psicosocial de mantener una presencia intimidante a todo nivel, sobre todo al interior de las clases populares. Cuando la situación social se complicaba en la colonia, se encontraba un chivo expiatorio a través del ajusticiamiento público de algún cura inmoral o de alguna hechicera. Al parecer, Santa Rosa de Lima murió lo suficientemente joven como para no caer en las miras del Tribunal, que perseguía con especial saña a los “iluminados” (como si cayó en las mazmorras de la Inquisición Rosa de Santa María, una de las beatas más cercanas a la santa limeña).




LA OBRA DE MARCOS AGUINIS



Uno de los momentos más importantes de la historia del Tribunal de la Santa Inquisición en Lima lo constituye la llamada “Gran Complicidad” de 1639. Precisamente el libro de Marcos Aguinis gira alrededor de la vida de uno de los más importantes ajusticiados de ese auto: Francisco Maldonado da Silva, bachiller en medicina, nacido en Tucumán de padre portugués y madre “cristiana vieja” es decir de raigambre española y sangre no contaminada.


Aguinis hace un relato fresco acerca de los primeros años del personaje en cuestión, evidentemente hablamos de una obra importante en el espectro literario latinoamericano contemporáneo. Sin embargo, el hecho de que el autor haya realizado una investigación previa, basada en una búsqueda seria y sistemática (asesorado por conocidos investigadores, como Franklin Pease) de documentación al respecto, la obra toma las características de novela histórica. Existen, entre algunos científicos sociales, reticencias a la hora de darle importancia a la literatura histórica, sin embargo consideramos que, particularmente en este caso, el autor hace un importante alcance para el entendimiento no sólo de la problemática inquisitorial en los marcos coloniales, sino para entender y acercar la cultura judía al lector.


Por otra parte al tomar el tema de la vida de un personaje histórico zambulléndose en la documentación de la época para la reconstrucción de los hechos y los paisajes por los que la vida del protagonista pasan, nos hace un gran servicio al lograr lo que para muchos candidatos a investigadores en historia es difícil, la empatía histórica.

Decíamos al principio que para muchos investigadores era más fácil buscar elementos de las “herejías libertarias” entre los acusados por el Santo Oficio, relatando de manera prolija los métodos sanctos y non sanctos de lograr sus propósitos.
Mencionan los casos de intervención eclesiástica en las extirpación de idolatrías, la presión a la cultura andina, la imposición de una fe nueva que contribuyó al llamado proceso de desestructuración. Pero caemos en el mismo error de los historiadores tradicionales españoles que anulan de su memoria la gran herencia árabe y judía.
(Manrique 1993)



Como hemos visto en el primer cuadro, los judíos fueron protagonistas principales de la persecución inquisitorial. Pero aparte de la investigación de Boleslao Lewin El Santo Oficio en Lima y el más grande proceso inquisitorial en el Perú, (Sociedad Hebraica Argentina, Santiago de Chile 1950) no hemos encontrado ningún trabajo referente a la visión específicamente judía del tema. Es cierto que Hampe menciona muchos trabajos en el artículo referido en la bibliografía, sin embargo estos han sido editados en revistas de escasa circulación y para círculos de especialistas muy bien definidos. La idea es que los estudiantes de las ciencias sociales tengan acceso irrestricto a estos documentos. Particularmente en Internet hemos hallado una serie de documentos de gran importancia acerca del tema, particularmente trabajos provenientes de México.


Por los aportes de la cultura judía a nuestra propia cultura, consideramos que este tema no ha sido lo suficientemente estudiado lo que es imperdonable en la búsqueda de objetividad histórica. Si bien la novela histórica no puede ser tomada como fuente, consideramos que el esfuerzo de Marcos de Aguinis es loable desde el punto de vista que trata de acercar un momento importante en nuestra propia historia.



El personaje de la novela estudia medicina en la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, acompaña a su padre, sentenciado también por el Tribunal a portar de por vida el sambenito de los condenados y a servir de mozo en el hospital de pobres del Callao. Cuando se descubre (por delación de su propia hermana) que Francisco Maldonado practicaba fervientemente los ritos de la religión mosaica, es arrestado y trasladado a Lima para ser encerrado en los calabozos del Santo Oficio para, varios años después, salir de la cárcel en dirección al quemadero, donde fueron relajados con él una gran cantidad de judíos que habían organizado toda una comunidad hebrea en Lima. Muchos de ellos fueron acusados de tener intereses económicos comunes con judíos holandeses y eso significaba un terrible pecado para la administración colonial.



En las paredes del remozado museo de la inquisición de Lima, lugar donde funcionó durante varios años el tribunal se podía leer hasta hace muy poco una inscripción grabada a punzón:



“Mandamos los señores inquisidores a la pena de excomunión y multa de cien pesos, que ninguna persona debe andar de noche, ni a caballo por las calles por donde pasan los ajusticiados a los de fe que se celebrarán el 23 de este mes a horas tres de la tarde a cinco de la tarde, que ninguno tire a los penitentes con lodo o piedra u otros objetos, pena para los españoles con destierro a Chile, y cien azotes para los mulatos, negros, mestizos, mandamos a pregonar el edicto el 23 de enero de 1639” (En Triveños 1986: 101)



Esta inscripción nos retrotrae al clima que vivía la ciudad antes de cada auto de fe, cuando las pasiones alimentadas por fanatismos eclesiales se ponían en grado superior y la ciudad esperaba con ansias la realización de los relajamientos en acto público. Precisamente en este auto de fe es quemado en la hoguera el personaje de la novela referida. Así como en México sucedió un “Auto Grande”, el de 1639 es el auto de fe más importante de la historia del Santo Oficio en el Perú.



En 1635 se hicieron un ciento de arrestos entre las personas más acaudaladas del comercio de Lima. Estas personas fueron interrogadas durante más de tres años hasta que en 1639 se procedió al auto de fe más ceremonioso y numerosa de la colonia. Al lado de Francisco Maldonado fueron relajados más de ochenta reos, la mayoría acusados de judaísmo.



El caso más notorio fue el de Manuel Bautista Pérez, llamado Capitán Grande y que murió en la hoguera declarándose judío con orgullo. Se calcula que poseía una de las fortunas más grandes de su tiempo y su casa (hasta hoy conocida como la casa de Pilatos) pasó a formar parte del patrimonio del Santo Oficio.



Aguinis relata con sobriedad el interrogatorio aplicado a Maldonado da Silva y aporta muchas luces acerca de los principios religiosos judíos a través de la docta defensa del condenado ante los jueces de la inquisición. No debemos olvidar que Marcos de Aguinis es un prominente hombre de la cultura Argentina (fue Secretario de Cultura durante la presidencia de Raúl Alfonsín) y destacado personaje de la comunidad hebrea de su país, por lo tanto conoce perfectamente los entretelones de la persecución religiosa judía en América. Por otra parte, es distingible en la obra de Aguinis el profundo sesgo profesional del autor, siendo psicoanalista de profesión, los rasgos del personaje, (rechazado por una sociedad intolerante, obligado a ejercer su identidad en una total clandestinidad, y presionado a aceptar valores que no son los suyos) tienen mucho que ver con nuestro propio desarraigo y falta de referentes.



No quiero hablar aquí del manido y desgastado tema de la identidad. Todos estamos de acuerdo con la descripción de Arguedas del Perú como el país de todas las sangres, sin embargo somos conscientes de que el nuestro no es el país de todas las memorias. Tenemos una memoria selectiva y complaciente, criolla y costeña. Y así como los españoles que nos conquistaron eran en realidad el producto de muchos años de mezcla cultural árabe, judía y visigótica, nuestra cultura es a su vez muestra de muchas corrientes, la española - con su carga de olvido y desarraigo - la andina cuando nos conviene y hemos olvidado la herencia africana y sobre todo la judía.



Esperemos que el presente artículo cause alguna polémica, sólo nos mueve la intención de comprender mejor a nuestras raíces y a nuestros vecinos y co-pasajeros del planeta y de la historia. Como el mismo Aguinis refiere en una entrevista al diario “La Nación de Buenos Aires”:



“Yo nací en la Argentina y desde mi mocedad estoy imbuido en la pugna por el pluralismo. Mis padres vinieron a la Argentina de Europa trayendo con ellos treinticinco siglos de memoria judía que ellos unieron a los cuatro siglos de historia argentina”



Para poder entendernos mejor, es necesario que todos estemos conscientes de nuestras herencias múltiples, sin ambages ni disimulos. Es el único pasaporte de curso legal para poder transcurrir en la historia.



Arequipa, julio 1997.



Jorge Bedregal La Vera

e-mail: jorpa@unsa.edu.pe



BIBLIOGRAFÍA BÁSICA



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El Secretario de Cultura, novelista y ensayista. Entrevista del diario La Nación de Argentina, Enero 17 de 1997.



El Hombre Providencial. La Nación on line. Buenos Aires 1996.



Barros Arana, Diego. Historia de América. Edit. Futuro, Buenos Aires. 1960



Boulenger, A. Historia de la Iglesia. Editorial litúrgica española. Barcelona. 1952



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Cardaillac, Louis. Moriscos y Cristianos. Fondo de Cultura Económica, México. 1980



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Fierro Bardají, Alfredo. El Hecho Religioso. SALVAT, Barcelona. 1985



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Hampe Martínez, Teodoro. Inquisición y Sociedad en el Perú Colonial 1570 - 1820, una lectura crítica a la bibliografía reciente. En: Histórica, Vol. XIX, Nro1. Julio 1995. PUCP, Lima. 1995



Hernández Sánchez-Barba, Mario. Historia Universal de América. Tomos I - II. Ed. Guadarrama, Madrid. 1963



Israel, Jonathan. Razas, Clases Sociales y vida Política en el México Colonial. Fondo de cultura Económica, México. 1980



IWASAKI CAUTI, Fernando. Inquisiciones peruanas, donde se trata en forma breve y compendiosa de los negocios, embustes, artes y donosuras con que el demonio inficiona a las mientes de incautos y mamacallos. Peisa, Lima. 1966



Lewin, Boleslao. El Santo Oficio en América y el más grande proceso inquisitorial en el Perú. Sociedad Hebraica Argentina, Santiago de Chile. 1956



LOYO GÓMEZ, Gerardo. El tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina. UNAM. México 1996.



Manrique, Nelson. El Universo Mental de la Conquista. DESCO, Lima. 1993



Medina, José Toribio. Historia del Tribunal del Santo Oficio en la Inquisición de Lima. Tomos I - II. S/e. Santiago de Chile. 1956



Menéndez y Pelayo, Manuel. Historia de los Heterodoxos Españoles. S/e, Madrid. 1956.



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Pardin, Charles; Vilar, Pierre et al. El Feudalismo. SARPE. Madrid. 1985



Porras Barrenechea, Raúl y Vargas Ugarte, Rubén. El Perú virreinal. Peisa. Lima. 1972



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Skazkin, C.D. Historia de la Edad Media Tomo I. Editorial Bisshee Obrazobania, Moscú.

Touchard, Jean. Historia de la ideas políticas. Editorial REI, México. 1977.



TAIBO I, Paco Ignacio. Sobre Malos Divorcios. En: Esquina Baja, Nro. 1, Buenos Aires 1997.



Triveños Zela, Hipólito. Historia de la inquisición. El Santo Oficio para acatólicos en el Perú. S/e. Arequipa. 1986



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Vargas Ugarte, Rubén. Historia General del Perú. Tomo II, Editorial Milla Batres, Lima. 1966



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marcos aguinis y la gesta del marrano

La Gesta del Marrano

La Gesta del Marrano
Autor Marcos Aguinis
País Argentina
Lengua Español
Género(s) Novela
Editorial Planeta Argentina
Fecha de publicación 1991
Formato Impreso
Páginas 536

La Gesta del Marrano es una novela histórica, escrita por el argentino Marcos Aguinis. Se desarrolla en el Virreinato del Perú durante el siglo XVII.

La novela cuenta la historia de Francisco Maldonado da Silva, un médico judío perseguido por la Inquisición. Se convierte en un defensor de la libertad de conciencia enfrentado al aparato inquisitorial de la época, y a los prejuicios hacia los judíos.


Estudios críticos

Ignacio López-Calvo's Religión y militarismo en la obra de Marcos Aguinis 1963-2000. New York: Edwin Mellen Press, 2002



La gesta literaria de Marcos Aguinis. Ensayos Críticos. Ed. Juana Alcira Arancibia. Costa Rica: Perro Azul, 1998

Trivia

El libro tiene 144 capítulos, número recurrente en los escritos judíos, por ser el 12 * 12 (12 simboliza el número de las tribus de Israel).
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/La_Gesta_del_Marrano"




Francisco Maldonado da Silva, cuya heroica aventura existencial novelan estas páginas, nace en Tucumán en 1592, estudia en Córdoba, se gradúa en Lima y es el primer médico diplomado de Chile. Allí llega a ser exitoso y apreciado.

Visita salones y palacios, alterna con autoridades civiles y religiosas, recibe halagos por su cultura y se casa con una hermosa mujer, ahijada del gobernador.

Un hombre común no habría alterado esta situación. Pero en el espíritu de Francisco llamea un tizón inextinguible, una rebelión que asciende desde los abismos. Contra la lógica de la conveniencia, opta por quitarse la máscara y defender sus convicciones de manera frontal.

Hasta entonces ha sido un judío aparentemente convertido al cristianismo: lo que el populacho llama "un marrano".

Marcos Aguinis relata con brillo y sentimiento la doble travesía de Francisco, quien va descubriendo su verdadera identidad espiritual mientras progresa en un mundo oprimido por la sombra de la Inquisición.

El autor nos introduce a un personaje que, por su honestidad y valentía, es un ejemplo de voluntad, lucha y fortaleza. Al mismo tiempo, su pluma crea un fresco impresionante sobre la sociedad colonial de América, cuya atmósfera de hipocresía, autoritarismo y corrupción ha tenido lamentable vigencia hasta nuestros días.

La gesta del marrano es, además de una apasionante novela histórica, un himno a la libertad y una valiente denuncia contra todo tipo de discriminación.

DOCE ( los muchachos de la DOCE)

El doce (12) es el número natural que sigue al once y precede al trece.

Representación de 12:

Numeración romana: XII
Numeración jónica: ρ´β´
Numeración china: 十二
Numeración egipcia:






Numeración ática: ΔΙΙ
Numeración armenia: Ժ Բ
Numeración cirílica: IB
Numeración colombiana:
Numeración de la Cultura de los Campos de Urnas: //\\
Propiedades matemáticas:

El 12 es un número compuesto, que tiene los siguientes factores propios: 1, 2, 3, 4 y 6. Como la suma de sus factores es 16 > 12, se trata de un número abundante.


El poliedro de 12 caras recibe el nombre de dodecaedro. El dodecaedro regular tiene las caras en forma de pentágonos regulares, y dentro de él se puede inscribir un icosaedro regular.

Características:

Es el número atómico del magnesio (Mg)

Simbología y curiosidades


En muchos calendarios, un año tiene 12 meses.
El número 12 es uno de los principales números utilizados en la historia de la humanidad.
Su popularidad se debe a que en un año la Luna gira unas doce veces alrededor de la Tierra, hecho que ya observaron y conocieron los pueblos primitivos. De ahí que los antiguos astrónomos establecieran más adelante los doce signos del zodíaco, y que todavía hoy siga siendo habitual comprar productos por docenas.


El número 12 se repite en los siguientes temas:

12 Apóstoles,
12 frutos del Espíritu Santo,
12 tribus de Israel y
12 estrellas que las representan,
12 horas diurnas y
12 nocturnas,
12 meses del año,
12 signos del Zodíaco, perfecta división del cielo,
12 puertas de la Jerusalén Celeste,
12 frutos del Árbol de la Vida,
12 Hermanos Arvales (Antigua cofradía sacerdotal romana).



Es el número solar por excelencia y una constante en la cultura mediterránea.

Símbolo del orden cósmico.
Es el símbolo de la perfección y de la unidad, motivo por el que la Bandera de la Unión Europea presenta doce estrellas doradas.

miércoles, 29 de abril de 2009

TRIBUNA: JORGE CASTAÑEDA
¿Quién embaucó a quién?
JORGE CASTAÑEDA 29/04/2009


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No cesan las paradojas en el nuevo mundo valiente de la crisis. Todos, absolutamente todos, se felicitaron por el tenor de la Cumbre de las Américas, celebrada en Trinidad hace dos semanas, por la nueva política hacia América Latina de Barack Obama y por la nueva dignidad latinoamericana.

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Con buenos modales, Obama les tomó el pelo a los líderes latinoamericanos en la última cumbre

Los dirigentes de la región conservan el perfil de político tercermundista
Todos, salvo dos: la derecha estadounidense y Fidel Castro, extraños compañeros de trinchera. Para entender este sorprendente giro geopolítico es preciso explicar lo que sucedió durante el periplo del nuevo presidente norteamericano, o por lo menos sugerir un par de hipótesis. Ya después veremos por qué Fidel y conservadores como Newt Gingrich comparten el mismo descontento.

Una de dos: o bien Obama pecó de una increíble ingenuidad en su trato con los líderes latinoamericanos reunidos en el Caribe (y antes de ello, con el presidente Felipe Calderón en la capital mexicana), o bien les tomó perfectamente la medida.

La primera posibilidad es la más obvia, y menos verosímil. Debido a su bisoñez, Obama se habría comprometido con la guerra optativa de Calderón contra el narco, con la probidad, eficacia y perseverancia de sus colaboradores, con la comentocracia mexicana que se deshizo en elogios al nuevo ocupante de la Casa Blanca. No habría entendido que así como Calderón emprendió su cruzada por motivos estrictamente políticos, la puede suspender por los mismos; que al igual que con sus predecesores, los "valientes y honestos" luchadores contra la droga de hoy pueden resultar ser los cómplices de mañana, y que el anti-americanismo proverbial de las élites mexicanas (intelectuales incluidos) volverá por sus fueros a la menor provocación.

En cuanto al llamado eje del bien (Chávez, Morales, Ortega, Correa y Lugo), habría sucedido lo mismo. Le dieron a Obama por su lado, después, por supuesto, de haberle leído la cartilla sobre todos los pecados habidos y por haber cometidos por Estados Unidos en América Latina. Chávez no se comprometió a dejar de apoyar -según fuentes oficiales colombianas, más que nunca- a las FARC en Colombia y al FMLN en El Salvador (mas no a Mauricio Funes), ni a restaurar los programas de cooperación con Washington en la lucha antinarco, ni a dejar de nacionalizar a empresas nacionales y extranjeras sin compensación (el caso de la mexicana Cemex, entre otras), ni a cesar de cerrar medios de comunicación, ni a perseguir a opositores, ni a pervertir al poder judicial. Morales no se comprometió a suspender su apoyo al cultivo de hoja de coca, ni a volver a acoger en Bolivia a un embajador de Estados Unidos y al equipo antidrogas de la DEA; Correa, de Ecuador, noaceptó mantener la base de la DEA en Manta. Y Ortega ni sueña con detener su persecución de opositores, su involucramiento con los salvadoreños y sus diatribas antiamericanas.

Y sobre todo, ninguno de los mencionados, ni los más sensatos como Lula, Calderón, Bachelet, etcétera, jamás le pedirán a La Habana que ponga su parte en la danza de concesiones mutuas con Washington: ni que abrogue el impuesto sobre remesas, ni que libere a los presos políticos, ni que suprima la tarjeta blanca y la prohibición de viajar, ni mucho menos que negocie la devolución o compensación de las propiedades americanas expropiadas en 1959-1962. Nunca aceptarán que, de la misma manera que presionan, con razón, a Obama para que levante unilateralmente el embargo a Cuba, deben hacerlo con Castro para que por fin se establezca un régimen democrático en la isla. En esta hipótesis, los latinoamericanos le habrían visto la cara a Obama, y éste, con toda inocencia, se habría dejado embaucar.

Huelga decir que la hipótesis alternativa se antoja mucho más creíble. Consiste en pensar que fue Obama quien les tomó el pelo a los latinoamericanos, al comprender que por muy izquierdosos que sean unos, y muy modernos que parezcan otros, esta camada de líderes de la región conserva el perfil ortodoxo, incluso clásico, del político tercermundista. Con algunas palmaditas en la espalda, algunas palabras consabidas y fatigadas, y un lenguaje corporal apropiado, se dan por muy bien servidos.

Como dijo Teodoro Petkoff, el ex guerrillero venezolano, "Chávez terminó calificando la reunión como 'casi perfecta'. Y todo porque Obama le dio la mano y cruzó unas palabras con él. Está visto que Chacumbele no aguanta una picada de ojos de un presidente gringo". Desde tiempos inmemoriales, los iberoamericanos le profesan una verdadera reverencia a "lo dicho" y a las formas, al contrario de los norteamericanos, para quienes "prometer no empobrece". Para los nuestros, la sustancia es secundaria; los ritos, todo. Obama los observó con creces. Dijo cuantas veces fue necesario que venía a escuchar y a aprender; que no había socios menores ni mayores en la zona, sino iguales, y que él buscaba ante todo brindarle respeto a sus colegas, aun cuando no coincidiera con ellos.

Claro: no se comprometió con Lula a levantar el embargo a Cuba, o el arancel sobre el etanol, o a apoyar su pretensión de ocupar un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU; no se comprometió con Álvaro Uribe a buscar la aprobación del Acuerdo de Libre Comercio con Colombia; no se comprometió con Calderón a restaurar la prohibición de la venta de fusiles de asalto o a incrementar la Iniciativa Mérida; ni con los centroamericanos y caribeños a proponer una reforma migratoria integral. Es decir, se limitó a sonreír para la foto con Chávez, a escuchar impávido y estoico la arenga de Ortega, a recibir libros del siglo antepasado, y a solidarizarse con Evo en la denuncia de atentados indemostrables. Nada más.

Gracias a todo ello, fue fuertemente aplaudido por los latinoamericanos y severamente criticado por su derecha interna... y por el único líder latinoamericano que ha superado, a un costo inaudito para su país, los tradicionales complejos de los políticos del área: Fidel Castro.

La oposición conservadora de Estados Unidos le ha reclamado a Obama dejar pasar insultos y ofensas contra sus predecesores (desde Bush hasta Kennedy, y a diferencia de Zapatero y Juan Carlos I), ser demasiado cordial con Chávez sin plantear un solo tema de la agenda propia, y permitir que lo sermonearan ad náuseam sin jamás responder. Fidel Castro, por su parte, le enmendó vigorosamente la plana a Obama... y al boquisuelto de su hermano, que cometió varios pecados discursivos imperdonables. Éste es el meollo del asunto.

En su reflexión del 22 de abril, el Castro mayor subrayó que "el presidente interpretó mal la declaración de Raúl" al pensar que cuando dijo en Venezuela, el 15 de abril, que "todo está sobre la mesa", incluyendo derechos humanos, presos políticos, migración, narcotráfico, etcétera, hablaba en serio.

Obviamente, no: la mera mención por Raúl de "presos políticos", por exaltado que se encontrara (basta ver las imágenes de los ocho minutos de su discurso en YouTube para entenderme), constituye una herejía para Fidel. Jamás ha aceptado la existencia de presos políticos en Cuba, ni piensa hacerlo. Tampoco, por supuesto, aceptó eliminar el impuesto sobre las remesas, ni, según portavoces oficiosos, la llamada "tarjeta blanca" para salir de Cuba. En otras palabras, le recetó a Obama lo que los franceses llaman "une fin de non-recevoir": nada de nada.

Para los latinoamericanos, bastaron carisma, cordialidad y cariño; para Fidel, sólo bastará que Obama se rinda, se disculpe, y pague la penitencia por los pecados de sus predecesores. El mandatario estadounidense sedujo a sus colegas presentes en Puerto España, salvo al que no es su colega, y que estaba ausente.


Jorge Castañeda, ex secretario de Relaciones Exteriores de México, es profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Nueva York.

Idea Vilariño (en el día de su muerte: 29 de abril 2009)

"Fue finalmente que la cosa se acabó"
Murió Idea Vilariño y la generación del 45 empieza a quedar en silencio
JUAN CRUZ | Buenos Aires 29/04/2009


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La muerte de Idea Vilariño, la gran poeta cuyo amor con Juan Carlos Onetti ya es leyenda literaria, ha cortado la respiración de la cultura poética de América Latina y se ha dejado sentir como un silencio en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde libreros y editores buscaron de pronto libros inencontrables de esta mujer menuda que dijo adiós a todo esto en Montevideo a los 89 años.


Benedetti se mantiene estable y "lúcido"
Argentina
A FONDO
Capital: Buenos Aires. Gobierno: República. Población: 40.482 millones (est. 2008) Uruguay
A FONDO
Capital: Montevideo. Gobierno: República. Población: 3,477,778 (est. 2008)
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en otros idiomas
En Montevideo pasó lo mismo: un librero se asombraba el martes por la tarde, cuando un número bastante considerable de clientes acudían presurosos a buscar libros de Idea. "¿Los quieren vender más caros?" Así es a veces el contorno de las despedidas. La poeta que siempre quiso tacharse a sí misma iba a ser más leída, o más editada, después de muerta. Y sólo llevaba muerta unas horas.

Llevaron a Idea, en su último viaje, al viejo y elegante edificio de la Universidad, y allá arriba estaba su féretro, antes del sepelio, ante un grupo cada vez más numeroso de montevideanos que en vida la veían aparecer y desaparecer como una sombra cuya literatura marcó una generación, la de 1945, de la que formaron gente como ella, Emir Rodríguez Monegal y Mario Benedetti. Precisamente el martes se iba a celebrar un homenaje a Benedetti, en Madrid (donde sí se celebró) y en Montevideo, en el Centro Cultural de España. Éste se suspendió. Su promotora, Hortensia Campanella, autora de la última biografía de Mario, que está entre los libros requeridos de la feria (editado acá por Planeta, en España por Alfaguara), decidió que no era en absoluto el momento de ninguna algarabía. El silencio iba a ser ya homenaje a Idea.

Y el silencio lo iba a romper con canciones Daniel Viglietti, amigo de Mario, uno de los mitos vivos de la canción de autor en España y en América Latina. Iba a cantar los versos de Mario, pero no se pudo; le vimos entre los primeros que llegaron a rendir homenaje de despedida a Idea, y lo vimos preocupado hondamente por la salud de Benedetti, que reposaba, grave, debatiéndose entre su fuerza y su melancolía, en la cama del hospital Impasa. Nosotros estuvimos en el hospital. Los médicos son cautos, dan partes médicos cada mediodía, y de sus partes sólo se deduce que el paciente sufre. Ha sufrido mucho, sufrió el exilio, la melancolía, la enfermedad traidora del asma, y ahora sufre en una cama de hospital; muchas otras veces estuvo hospitalizado, en Madrid, en Montevideo; sus 88 años están ahora acosados también por esa cifra. La gente contiene la respiración, como si le intentaran ayudar a que siga respirando, y haciendo que otros canten. Viglietti estaba muy emocionado: él también cantó a Idea, y a Idea la cantaron muchos.

Idea es un mito literario; era, en la generación de 1945, una mujer entre mil hombres; se carteó con Juan Ramón, con Pedro Salinas; fue sistemáticamente una poeta de su propia voz, y eso era lo que le ponderaban sus maestros. Un libro extraordinario, Idea Vilariño. Una vida escrita, editado hace dos años en Montevideo por Cal y Canto y patrocinado, entre otros, por el Centro Cultural de España, reproduce mucha de esa correspondencia, y subraya la relación amorosa, que duró años, que mantuvieron Idea y Onetti, y que acaso se extinguió a la muerte de Idea. Sus versos, violentos, enamorados, las dedicatorias de Juan Carlos, quedan como testimonio de esa pasión que ahora es, para los lectores, uno de los mitos literarios de la literatura en castellano.
Brilla con honda luz

Algunos versos ahora no son sólo emblema de aquel encuentro (que tuvo tantos desencuentros), sino de la propia poesía amorosa. Pero donde ella brilla con su luz más honda, y más opaca, es en ese breve poemario, No, que se editó por última vez como libro solo en 1987 y que ahora es bastante inencontrable; en ese poema chiquito, acaso como la propia voluntad de permanecer de la poetisa, es el que contiene el siguiente epitafio:

"No abusar de palabras/
no prestarle/
demasiada atención./
Fue simplemente que/
la cosa se acabó./
¿Yo me acabé?/
Una fuerza/
una pasión honesta y unas ganas/
unas vulgares ganas/
de seguir./
Fue simplemente eso".

La mujer de esos versos se extinguió; sus versos siguen. Y la cultura literaria en español contuvo la respiración, en la feria, en los estudios de los poetas. "Inútil decir más", dicen los dos últimos versos de No, "Nombrar alcanza". Como si estuviera tachando, Idea construyó versos para desaparecer. Por eso quedan. Eso decían los que le escribían cuando ella les anunciaba que quemaba la pluma. Cuando dejamos Montevideo, la tranquila placidez de la ciudad parecía también uno de los poemas cuando aún compartía la riña y la melancolía con Juan Carlos Onetti.

Pandemia Influenza.

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¿Cuál es el origen del nuevo virus que ya ha matado a
más de cien personas en México?

Un artículo basado en una investigación realizada por
Informativo Pacífica, devela el origen de la gripe
porcina que viene causando más pánico que muertes en el
hermano país de México
. El mismo, provendría del su
vecino Estados Unidos del Norte. Además, el informe
devela que la única vacuna para paliar tal virus, sería
propiedad del mal conocido Donald Rumsfeld.




Por José Manuel Moncada Fonseca, México.

México, martes 18 de abril.

Un revelador trabajo de investigación del Informativo Pacífica, elaborado por el colectivo periodístico con base en California Pueblos Sin Fronteras, plantea
varias interrogantes que los medios hegemónicos de comunicación han obviado, en su afán por generar terror entre la población.



¿Cuál es el origen del nuevo virus que ya ha matado a más de cien personas en México? ¿A quién beneficia esta epidemia? ¿Qué otras noticias está sepultando? ¿Para
qué se está utilizando la emergencia en México?



El reporte de Fernando Velázquez menciona un artículo
de la investigadora Lori Price en el sitio web
Globalresearch.ca
, titulado "La gripe acaba con los
memos de la tortura", en el que ésta señala que la
influenza porcina, fabricada probablemente en
laboratorios militares de Estados Unidos,
ha acabado con la noticia de los memos sobre la tortura ordenada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra
prisioneros en Guantánamo, Abu Ghraib, y cárceles secretas.

El artículo mencionado señala que un investigador de biodefensa indonesio declaró el año pasado que Estados Unidos ya podía fabricar armas biológicas en el
laboratorio de Los Álamos
, usando muestras de la gripe
aviar enviadas por Indonesia a la Organización Mundial de la Salud.

Detalles sobre el tema aparecen en el libro "Es tiempo de que cambie el mundo: manos divinas detrás de la gripe aviar", escrito por el ministro de
Salud indonesio.


Lori Price subraya que la actual histeria provocada por el virus porcino podría dar grandes ganancias a Donald Rumsfeld.

El ex secretario de Defensa de Bush es directivo desde hace 20 años del laboratorio Gilead Sciences, Inc. la firma con sede en California que
fabrica y tiene los derechos de "Tamiflu", el supuesto remedio contra la influenza que aterroriza al mundo.

Fernando Velázquez también entrevistó para su reporte al periodista Ralph Schoenman, productor del programa radial "Taking Aim" (Apuntando) que se transmite en la
emisora WBAI de Nueva York. Schoenman
afirma que los
laboratorios militarizados a lo largo de Estados Unidos han estado perfeccionando armas biológicas con los virus porcino, aviar, el asiático y otras enfermedades para las que no hay respuesta inmunológica.

"En laboratorios de nivel 4 y 5 en todo el país las enfermedades más virulentas han sido alteradas de tal forma que no hay defensa contra ellas, y han sido
arrojadas en varias partes del mundo. Se han dispersado
en África, y han sido monitoreadas por militares estadounidenses" , afirma Schoenman.


Velázquez también menciona en su reporte el libro "Clouds of Secrecy" (Nubes de secretos), del profesor de políticas de Salud Pública Leonard Cole,
quien documenta que por 40 años el Pentágono ha estado
esparciendo billones de bacilos
I en el metro de Nueva York, en las escuelas públicas de Minneapolis y Saint Louis y, en particular, en la bahía de San Francisco.


En esa ciudad, los efectos fueron un incremento en un 10% de meningitis de la espina dorsal. El número de personas impactadas por el vacilo I asciende a 10
millones.

Velázquez recuerda el libro "Matando la esperanza", donde William Bloom describe que en 1971 la central de inteligencia proveyó a exiliados cubanos con un virus que causa fiebre porcina africana.

Seis semanas después, un brote de la enfermedad obligó al gobierno
cubano a sacrificar a medio millón de puercos.


Diez años después la población fue atacada por una epidemia de dengue transmitida por mosquitos, que se extendió
por la isla enfermando a más de 300 mil personas y
matando a 158
(de los que más de un centenar eran niños
menores de 15 años).

Reporta también Fernando Velázquez que documentos
desclasificados en 1956 y 1958 revelan que el ejército
estadounidense crió grandes cantidades de mosquitos en
La Florida y en Georgia
para ver si los insectos podían
ser usados como armas diseminando enfermedades, y que
en 1969 más de 500 estudiantes de 36 países se graduaron en cursos sobre guerra epidemiológica en la escuela de química del ejército en Fort McClellan en Alabama.



Fuente: Red Latina Sin Fronteras

lunes, 27 de abril de 2009


Mario Roberto Santucho




Santucho


Mario Roberto Santucho (12 de agosto de 1936 - 19 de julio de 1976).


Revolucionario, guerrillero e intelectual argentino, nacido en la ciudad de Santiago del Estero en la provincia de igual nombre, República Argentina). Hijo de Francisco del Rosario Santucho y de Manuela del Carmen Juárez, y hermano de Francisco René Santucho.

Fue fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y Comandante de la mayor guerrilla marxista (no peronista) de América Latina, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

Murió combatiendo contra un grupo de tareas clandestino del Ejército Argentino en Villa Martelli (provincia de Buenos Aires) el 19 de julio de 1976.

Contenido-
1 Biografía
1.1 Juventud
1.2 Su etapa como estudiante
1.3 El PRT y el ERP
1.4 Muerte
2 Teoría política
3 Enlaces externos



Biografía

Juventud
Desde muy joven, Mario Santucho comenzó a interesarse por las ideas políticas. Uno de sus hermanos, Amílcar, pertenecía al Partido Comunista, y Francisco René, escritor, que posteriormente sería miembro del ERP, secuestrado y desaparecido bajo el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

Sus primeros acercamientos políticos se producen a partir del Centro de Estudios e Investigaciones Socio-Económicos de la Provincia de Santiago del Estero, y por el acercamiento a la revista Dimensión, en la que su hermano Francisco René ocupaba un papel relevante.


Su etapa como estudiante

Durante su etapa como estudiante en la Universidad Nacional de Tucumán, llega a ser delegado del Centro de Estudiantes gracias a su intervención en el MIECE (Movimiento Independiente de Estudiantes de Ciencias Económicas). El MIECE triunfó en las elecciones de 1959, ganando el Centro de Estudiantes y consagrando a Mario Roberto Santucho como delegado estudiantil al Consejo Tripartito.

En 1961, casado con Ana María Villareal, emprende un viaje por América Latina, con el objetivo de llegar a Cuba. Durante su estadía en Perú, conoce a Víctor Raúl Haya de la Torre, quién había ejercido cierta influencia en su pensamiento. En EE. UU., participa en debates y conferencias en algunas universidades.

Participa activamente en la organización política del FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano Popular). Fue uno de los miembros propulsores de la JCR (Junta de Coordinación Revolucionaria), organización integrada por el PRT (de Argentina), el ELN (de Bolivia), el MIR (de Chile) y el MLN-T (de Uruguay).

Santucho era llamado Roby por sus camaradas de armas, teniendo además varios alias o nombres de guerra tales como Miguel, Comandante Carlos Ramírez, Enrique Orozco y otros.

El PRT y el ERP

El 25 de mayo de 1965 impulsa la unificación del Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP) que él lideraba, junto con la organización trotskista Palabra Obrera, fundándose así el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Luego de varias disputas internas, se define al partido como Marxista-Leninista y, como objetivo inmediato, acciones inminentes en apoyo a la resistencia de los trabajadores azucareros en Tucumán. En junio de 1970, y también por su iniciativa, el V Congreso del PRT crea el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Aunque el ERP no se establece oficialmente como el brazo armado del partido, sus filas están constituidas por todos los militantes del Partido más aquellos combatientes de diferentes capas sociales y disímil extracción política que aceptan pelear por el programa del ERP: este programa se define como antiimperialista y anticapitalista, mientras que el programa del PRT es clara y definidamente socialista. Asimismo el PRT desempeña la función de dirección político-militar del Ejército Revolucionario del Pueblo, con Santucho como uno de sus comandantes.

En agosto de 1971, es detenido en la ciudad de Córdoba y trasladado a la Cárcel de Villa Devoto, en Buenos Aires. Durante su estadía en el penal, reforzó los vínculos políticos con miembros del Partido Comunista, los Montoneros, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). El 15 de agosto de 1972, se fuga del penal de máxima seguridad de Rawson hacia Chile junto a otros dirigentes de las FAR y Montoneros, en un resonante operativo que incluyó el secuestro y desvío de una aeronave comercial de línea. En la ocasión murió luego su esposa, Ana María Villareal, en la llamada Masacre de Trelew. Luego de tensos días de espera en Chile, el grupo evadido fue autorizado por el gobierno de Salvador Allende a abandonar el país y dirigirse hacia La Habana, Cuba. En noviembre de 1972 Santucho regresa a Argentina para retomar la conducción del PRT-ERP.


Muerte

Santucho muerto

Murió el 19 de julio de 1976 junto a parte de la dirigencia política del PRT en el domicilio de Domingo Menna en la localidad de Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, durante un enfrentamiento con un grupo de tareas clandestino del Ejército Argentino al mando del Capitán Juan Carlos Leonetti, quien también fue ultimado en el combate, siendo la primera víctima. Santucho, junto a los cuerpos de sus otros camaradas caídos en aquel momento fue llevado agonizante o muerto hacia la guarnición militar de Campo de Mayo, y hasta el presente se encuentra desaparecido.



Según cuenta Arnold Kremer, más conocido por su seudónimo Luis Mattini,
sobreviviente y último secretario general del PRT-ERP luego de la muerte de Santucho, en aquellos días la cúpula del ERP estaba coordinando junto a la dirigencia de Montoneros la unificación de ambas fuerzas guerrilleras en lo que se iba a llamar Organización para la Liberación de Argentina, y recibiendo asimismo apoyo logístico y financiero desde Montoneros para facilitar la perentoria salida del país hacia La Habana de Mario Santucho y su pareja Liliana Delfino, debido a que ya se encontraban virtualmente cercados y su poder organizacional diezmado.

Luego de ocurrido el enfrentamiento, las autoridades militares informaron haber requisado en aquel domicilio gran cantidad de documentación, entre la cual se encontraban los pasajes aéreos.

El hecho de que Santucho fuera emboscado por el Ejército horas antes de su entrevista con el jefe montonero Mario Firmenich ha alimentado suspicacias sobre la posibilidad de que éste o algún otro integrante de la conducción de Montoneros haya actuado como delator. La versión de la infidencia montonera para la captura y muerte de Santucho también ha sido sostenida y difundida ampliamente por integrantes de las Fuerzas Armadas oficiales, lo cual sigue generando discusiones y posiciones contrapuestas sobre su veracidad.


Teoría política

Las fuentes ideológicas de las que se fue nutriendo su pensamiento fueron amplias. Desde Lenin y Trotsky hasta Witold Gombrowicz, pasando por Milcíades Peña (intelectual de izquierda de los sesenta), Miguel Ángel Asturias, Bernardo Canal Feijóo, Rodolfo Kuhn, Héctor P. Agosti y su hermano Francisco René Agosti
. Algunos nutrieron su pensamiento ideológico-político (como Lenin), otros su pensamiento militar. Además, la influencia de la Revolución Cubana y del Che Guevara jugaron un papel importante.

Respecto a la burguesía, plantea que esta no podría organizar los cambios políticos, por lo que no se podía pensar en un amplio frente político nacional (como sería La Hora de los Pueblos o el FREJULI). Sobre el planteo de "democracia o dictadura" propio del liberalismo, Santucho plantea que las opciones son continuar bajo dominación burguesa en sus diferentes formas, o encarar la revolución socialista.

Santucho realiza sus planteos sobre las Fuerzas Armadas, sosteniendo que son un partido militar, o sea un partido político más. Sobre el peronismo, opinaba que no era ni revolucionario (como opinaba el peronismo de izquierda), ni fascista (la opinión del partido comunista), sino que Santucho decía que era "bonapartismo", o sea, una figura militar fuerte, que ejerce un papel de árbitro entre las clases sociales, ordenándolas, pero en última instancia termina poniendo orden para la burguesía. "Bonapartismo" es un concepto que Santucho utilizaba de manera crítica.

Los desafíos del movimiento popular argentino, para Santucho, eran básicamente dos: el populismo y el reformismo. El populismo busca confundir a toda la nación bajo el nombre de "pueblo" (Santucho lo identifica con el peronismo y Montoneros). El reformismo lo encuentra en el seno del Partido Comunista.


Enlaces externos -

PRT-Argentina.org.ar (sitio del Partido Revolucionario de los Trabajadores).
ArgenPress.info (Mario Roberto Santucho).
ResistenciaDigital.com.ar (portal y foro de debate, de tendencia marxista y guevarista).
RodolfoWalsh.org («Carta a Santucho», por Luis Horacio Santucho).
"Discurso de Rodolfo Puiggrós en homenaje a Mario Roberto Santucho"
RodolfoWalsh.org (entrevista a Daniel de Santis, ex-PRT ERP: «El PRT y Montoneros apostaban principalmente al movimiento de masas»).
RodolfoWalsh.org (entrevista a Luis Horacio Santucho: «Santucho dio su vida para la unidad revolucionaria con Montoneros»).
RodolfoWalsh.org (entrevista a Luis Mattini, ex-PRT ERP: «La respuesta estaba en la clase obrera y el campo popular».
[http://www.lafogatadigital.com.ar/santucho/msantucho.pdf
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Roberto_Santucho"

ENRIQUE LYNCH FRIGERIO

DATOS PERSONALES


Apellidos y nombre: LYNCH FRIGERIO, Enrique Adolfo Juan

DNI- NIF: nº 38.084.099 D, expedido en Barcelona el 3 de junio de 1997.

Fecha de nacimiento: 31 de mayo de 1948, en Buenos Aires, República Argentina.


Categoría actual como docente

Profesor Titular de Estética, Departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Filosofía de la Cultura, Universidad de Barcelona, desde junio de 1993. Dedicación: tiempo completo.

1. TÍTULOS ACADÉMICOS

Primarios

St. Andrew’s Scots’ School, Buenos Aires, 1960.

Secundarios


Colegio Nacional de Buenos Aires, Bachiller, 1966.
Medalla de Oro, Premio Sauberán 1966.


Universitarios

* Universidad de Buenos Aires, Licenciatura en Filosofía, 1975.

* Universidad Autónoma de Barcelona, Licenciatura en Filosofía con Grado Académico, 1981. Obtenido por la presentación de una Tesis sobre “La teoría del poder en Thomas Hobbes”, dirigida por el Dr. Josep Calsamiglia y aprobada con la calificación de Sobresaliente por unanimidad.

* Universidad Autónoma de Barcelona, Doctorado cum laude, abril de 1992. Obtenido por la presentación de la tesis “Aproximación a la teoría del lenguaje en la obra de Friedrich Nietzsche”, dirigida por el Dr. José María Valverde Pacheco.



2. ACTIVIDADES DOCENTES DESARROLLADAS

* Profesor Auxiliar de Teoría y Método, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1975-1976. Dedicación: tiempo parcial.

* Profesor Ayudante Univ. LRU 2C/IE. Departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Filosofía de la Cultura, Universidad de Barcelona. (Del 29-04-1991 al 30-09-1992). Dedicación: Tiempo completo.

* Profesor Ayudante de Universidad. LRU 2C/2E. Departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Filosofía de la Cultura, Universidad de Barcelona. (Del 1-10-1992 al 15-09-1993). Dedicación: Tiempo completo.

* Profesor Titular de Universidad, Estética, Departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Filosofía de la Cultura, Universidad de Barcelona, desde el 16-09-1993 hasta el presente. Dedicación: tiempo completo.



3. PUBLICACIONES


3.1. Libros


1. Hobbes: La gramática de la obediencia, seguido de una antología de textos de Thomas Hobbes. En Textos cardinales. Barcelona: Península, 1987.

2. La lección de Sheherezade: Filosofía y narración. Barcelona: Anagrama, 1988. Obra finalista del XV Premio Anagrama de Ensayo.

3. El merodeador: Tentativas sobre filosofía y literatura. Barcelona: Anagrama, 1990. 2ª edición, Barcelona: DeBolsillo, 2007.

4. Dioniso dormido sobre un tigre: A través de Nietzsche y su teoría del lenguaje. Barcelona: Ediciones Destino, 1993.

5. La lección de Sheherezade: Filosofía y narración. 2ª edición, corregida y aumentada. México: Editorial Ariel, 1995. 3ª edición, Barcelona: DeBolsillo, 2007.3ª

6. Prosa y circunstancia. Barcelona: Anagrama, 1997 y Buenos Aires: Alfaguara-Taurus, 1999.

7. Sobre la belleza. Madrid: Anaya, 1999.

8. Prosa e circunstáncia. Traducción al portugués de Marcia Paredes. Río de Janeiro: Editora Campus, 1998.

9. La televisión: El espejo del reino. Barcelona: DeBolsillo, 2000.

10. In-moral: Historia, identidad, literatura. México-Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2003.

11. Filosofía y/o literatura: Identidad y/o diferencia: Cuatro lecciones. Pamplona: Cuadernos de la Cátedra Jorge Oteiza, Universidad Pública de Navarra, 2006; y Filosofía y/o literatura: Identidad y/o diferencia: Cuatro lecciones. Buenos Aires-México: Fondo de Cultura Económica, 2007.



3.2. Artículos

1. “Obedientes: elementos de una teoría del poder”, en El Viejo Topo, volumen extra, nº 7, Barcelona, 1980. [17 páginas]

2. “El punto de vista cosmopolita”, en Enrahonar, Universidad Autónoma de Barcelona, nº 3, Bellaterra, 1980. [35 páginas]

3. “El destino como ficción”, en La Vanguardia, Barcelona, abril de 1982. [5 páginas]

4. “La estratagema de Elias Canetti”, en Camp del’Arpa, Barcelona, agosto de 1982. [18 páginas]

5. “Leprosos y hugonotes”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1983. [5 páginas]

6. “La guerra: estado de naturaleza: en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1983. [4 páginas]

7. “Ser muchos: sobre la masa”,en Cuadernos Hispanoamericanos, nº 400, Madrid, octubre de 1983. [15 páginas]

8. “La perspectiva y la crítica del conocimiento”, en Cuadernos Hispanoamericanos, número especial 403-404, Madrid, enero-marzo de 1984. [23 páginas]

9. “La voluntad de transformar el mundo”, en Morente, J.J. (comp.) Lo utópico y la utopía, Barcelona: Ediciones Integral, 1984. [15 páginas]

10. “Una lección del relativismo”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1984. [4 páginas]

11. “Una curiosa manera de competir”, en El País, Madrid, mayo de 1984. [4 páginas]

12. “Máquinas fascinantes”, en La Vanguardia, Barcelona, Enero de 1984, y La Nación, Buenos Aires, diciembre de 1984. [5 páginas]

13. “Duchamp, el perverso” (en colaboración con Estela Ocampo ), en Reüll, Universidad de Valencia, Valencia, 1984. [8 páginas]

14. “Una retórica débil”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1985. [5 páginas]

15. “Un yanqui en la corte de Sigmund Freud”, en La Vanguardia, Barcelona, julio de 1985 y en La Nación, Buenos Aires, agosto de 1985. [6 páginas]

16. “Sobre la muerte voluntaria, en La Vanguardia, Barcelona, marzo de 1986. [3 páginas]

17. “Utopía, ficción y mundos posibles”, en Cuadernos Hispanoamericanos, nº 429, Madrid, marzo de 1986; y en Descartes, nº 1, Buenos Aires, junio de 1986. [16 páginas]

18. “Girard o la literatura como saber”, en La Vanguardia, Barcelona, enero de 1986. [4 páginas]

19. “La pregunta de Sócrates”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1986; y en Coloquio, México, año II, nº 15, noviembre de 1993. [2 páginas]

20. “Modernos, postmodernos e ignorantes”, en La Vanguardia, Barcelona, junio de 1986. [5 páginas]

21. “Entre la historia y el mito ”, en Cuadernos del Norte, nº 37, Oviedo, agosto de 1986. [10 páginas]

22. “Wittgenstein-Ayer: balance y ajuste de cuentas”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1986. [5 páginas]

23. “El coneixement fals”, en Saber, Barcelona, octubre de 1986. [14 páginas]

24. “Sobre la deconstrucción: los nuevos exorcistas”, en Cuadernos Hispanoamericanos, nº 439, Madrid, enero de 1987. [23 páginas]

25. “Dossier/Informe sobre las revistas del pensamiento en España”, en La Vanguardia, Barcelona, marzo de 1987. [9 páginas]

26. “El fragmento como género”, en La Vanguardia, Barcelona, abril de 1987. [5 páginas]

27. “Entrevista a Paul Ricœur”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1987. [30 páginas]

28. “Historia y narración”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1987. [6 páginas]

29. “Entrevista a Tom Sorell”, en La Vanguardia, Barcelona, noviembre de 1987. [30 páginas]

30. “El sociólogo como ciudadano”, en La Vanguardia, Barcelona, noviembre de 1987. [4 páginas]

31. “El ensayo en estado puro”, en La Vanguardia, Barcelona, diciembre de 1987. [3 páginas]

32. “Entrevista a Richard Rorty”, en La Vanguardia, Barcelona, diciembre de 1987. [30 páginas]

33. “Sobre la estrategia narrativa”, en Revista de Occidente, nº 80, Madrid, enero de 1988. [15 páginas]

34. “La decidida razón de Jürgen Habermas”, en La Vanguardia, Barcelona, febrero de 1988. [5 páginas]

35. “El arte de los matices: Entrevista a Gilles Lipovetsky”, en La Vanguardia, Barcelona, febrero de 1988. [30 páginas]

36. “La frivolidad, nuevo paradigma”, en La Vanguardia, Barcelona, febrero de 1988. [2 páginas]

37. “El conocimiento falso”, en Cuadernos del Norte, Año IX, Nº 48, Oviedo, marzo-abril de 1988. [14 páginas]

38. “La historia representada: Entrevista a Pierre Vidal-Naquet”, en La Vanguardia, Barcelona, abril de 1988. [30 páginas]

39. “Contra lo inhumano”, en La Vanguardia, Barcelona, abril de 1988. [3 páginas]

40. “La filosofía de Heidegger como síntoma”, en La Vanguardia, Barcelona, abril de 1988. [2 páginas]

41. “La sociedad de una sola clase”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1988. [4 páginas]

42. “La tradición redefinida: Entrevista a Hans-Robert Jauss”, en La Vanguardia, mayo de 1988. [30 páginas]

43. “La estética de la recepción”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1988. [3 páginas]

44. “La inteligencia neolítica”, en La Vanguardia, Barcelona, agosto de 1988. [5 páginas]

45. “Amar la dificultad”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1988; y en Anthropos, nº 4, Barcelona, marzo de 1993. [5 páginas]

46. “Sabiduría e inactualidad muy europeas”, en La Vanguardia, Barcelona, noviembre de 1988. [4 páginas]

47. “Para leer en el puente aéreo”, en La Vanguardia, Barcelona, noviembre de 1988. [2 páginas]

48. “El optimismo se ha desvanecido: entrevista a Martin Jay”, en La Vanguardia, Barcelona, diciembre de 1988. [30 páginas]

49. “Europa como disciplina académica”, en La Vanguardia, Barcelona, diciembre de 1988. [4 páginas]

50. “Travesía cartesiana”, en Revista de Occidente, nº 93, Madrid, febrero de 1989. [22 páginas]

51. “Retórica, narración, interpretación”, en Cuadernos del Norte;, nº 52, Oviedo, diciembre de 1988-enero de 1989. [22 páginas]

52. “Yanqui nómada: entrevista a David Douglas Duncan”, en Cuaderns, Barcelona, abril de 1989. [30 páginas]

53. “Fotógrafo del desarraigo americano”, en Cuaderns, Barcelona, abril de 1989. [2 páginas]

54. “Entrevista a Alfred Jules Ayer”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1989. [30 páginas]

55. “Preguntas y respuestas”, en La Vanguardia, Barcelona, mayo de 1989. [2 páginas]

56. “¿Quién teme a Jacques Derrida?”, en La Vanguardia, Barcelona, julio de 1989. [6 páginas]

57. “Pierre Bourdieu: dime qué te gusta y te diré qué eres”, en La Vanguardia, Barcelona, julio de 1989. [5 páginas]

58. “Relato de soledad y elogio de las tinieblas”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1989. [5 páginas]

59. “Consideraciones de un pagano”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1989. [6 páginas]

60. “Sobre la razón de emboscarse”, en La Vanguardia, Barcelona, octubre de 1989. [6 páginas]

61. “Antes de 1945”, en La Vanguardia, Barcelona , enero de 1990. [4 páginas]

62. “Hombres venidos de muy lejos”, en El Independiente, Madrid, abril de 1990. [3 páginas]

63. “O xenero fragmentario”, en Grial, Vigo, abril-mayo-junio de 1990. [5 páginas]

64. “Patentes y marcas”, en El País, Madrid , abril de 1990. [5 páginas]

65. “El antropólogo al acecho”, en El Independiente , Madrid, junio de 1990. [3 páginas]

66. “El alma de la opinión”, en Revista de Occidente, n° 116, Madrid, enero de 1991. [10 páginas]

67. “La función homérica”, en Insula, n° 532-533, Madrid, julio de 1991. [7 páginas]

68. “El punto cardinal”, en Cuadernos del Centro de las Letras, nº 1, Madrid, setiembre de 1991. [11 páginas]

69. “Casa de citas”, en Claves de Razón Práctica, nº 11, Madrid, abril de 1991. [5 páginas]

70. “Clérigos y mundanos”, en El Independiente, Madrid, abril de 1991. [3 páginas]

71. “El pensamiento como un bosque”, en E.R. Revista de Filosofía, Sevilla, nº 12/13 verano-invierno de 1991. [5 páginas]

72. “El curriculum del monaguillo”, en El País, Madrid, mayo de 1992. [3 páginas]

73. “Devolver la vida al pasado”, en El País, Madrid, julio de 1992. [3 páginas]

74. “Desde el liberalismo hegemónico”, en El País, Madrid, octubre de 1992. [3 páginas]

75. “O descobrimento como ensaio xeral”, en Grial, Tomo XXX, nº 115, Vigo, Julio-agosto-setiembre, 1992. [10 páginas]

76. “Crepúsculo sin enigmas”, en Letra Internacional, nº 27, Madrid, invierno de 1992. [8 páginas]

77. “El amo de la niebla: Lévi-Strauss y el significado del dualismo indoamericano”, en El País, Madrid , enero de 1993. [4 páginas]

78. “La escriptura en constel.laciò”, en Llovet, Jordi (ed.) Walter Benjamin i l’esperit de la modernitat”, Barcelona: Barcanova, 1993. [18 páginas]

79. “El arte de crear conceptos”, en El País, Madrid, marzo de 1993. [3 páginas]

80. “Los problemas del método”, en El País, setiembre de 1993. [3 páginas]

81. “El problema del obrar: A propósito de R. L. Stevenson”, en Duque, F. (ed.), El mal: Irradiación y fascinación, Barcelona: Ediciones del Serbal, 1993. [24 páginas]

82. “Moral y fábula”, en Claves de razón práctica, nº 39, Madrid, enero de 1994. [14 páginas]

83. “Thomas Hobbes y la racionalización del pesimismo”, en Boletín de la Asociación de Estudios Hobbesianos, nº 9, Buenos Aires, otoño de 1994 y Mania, nº 3, Barcelona: abril de 1998. [15 páginas]

84. “ Aurora ”, en El País, Madrid, octubre de 1994. [2 páginas]

85. “En el corazón del lenguaje”, en Clarín, Buenos Aires, octubre de 1994. [2 páginas]

86. “Nihilismo y repetición”, en Actas de las Jornadas Nacionales Nietzsche, Buenos Aires, octubre de 1994 y en Cragnolini, M.–Kaminsky, G. (comps.) Colección Nietzsche actual e inactual, Buenos Aires: OPCB, Universidad de Buenos Aires, 1996, vol. 1, pp. 47-53. [5 páginas]

87. “E. M. Cioran frente al espejo”, en Revista de Occidente, nº 164, Madrid, enero de 1995. [19 páginas]

88. “La ligne d’horizon”, en Diogène, nº 169, París, enero-marzo de 1995. [14 páginas]

89. “The line of the horizon”, en Diogenes, nº 169, 43/1, 1995. [14 páginas]

90. “Divulgación de la divulgación”, en Lateral, Barcelona, marzo de 1995. [4 páginas]

91. “Un relativo relativismo”, en Revista de Occidente, nº 169. Madrid, junio de 1995. [15 páginas]

92. “Elogio de la indiferencia: conversación con Gilles Lipovetsky”, en Revista de Occidente, nº 169. Madrid, junio de 1995; y en Ambito Financiero, Buenos Aires , nov. 8, 1995. [15 páginas]

93. “Creer o no creer”, en Lateral, nº 7. Barcelona , junio de 1995. [4 páginas]

94. “Dämmerung ohne Rätsel”, en Die Horen, T. 10331 F, Bremen, 1995. [7 páginas]

95. “La conmutación”, en Claves de Razón Práctica, nº 59, Madrid, enero de 1996. [24 páginas]

96. “A propósito de un libro de T. Todorov”, en Ajoblanco, nº 86. Barcelona, junio de 1996. [2 páginas]

97. “Jünger como testigo de lo inhumano”, en Clarín, Buenos Aires, 9 de agosto de 1996. [3 páginas]

98. “La inmediatez”, en RE, nº 2, Barcelona, setiembre de 1996, y en Perspectivas nietzscheanas, nº 5, Buenos Aires, noviembre de 1996. [18 páginas]

99. “Oscar Wilde: El retrato de Dorian Gray”, epílogo a la edición de Círculo de Lectores, Barcelona, 1996. [10 páginas]

100. “Oficio de mala fe”, en Clarín, Buenos Aires, octubre de 1997. [3 páginas]

101. “El fantasma de la autenticidad”, (entrevista), en Lateral, nº 35, Barcelona, noviembre de 1997.

102. “Tú dirás: Respuesta a José Luis Pardo”, en RE, nº 6, Barcelona, noviembre de 1997. [12 páginas]

103. “¿Para qué sirve viajar?, en Tres puntos, nº 68, Buenos Aires, octubre de 1998. [6 páginas]

104. “Mi ciudad invisible” en Sileno, nº 5, Madrid, diciembre de 1998. [16 páginas]

105. “Por un nuevo estoicismo”, en El Correo de la Unesco, París, enero de 1999. [3 páginas]

106. “El amor en tiempos de Internet”, en Clarín, Buenos Aires, enero de 1999.[3 páginas]

107. “Guerras políticamente correctas”, en Clarín, Buenos Aires, marzo de 1999. [3 páginas]

108. “A vueltas con O. Spengler. La decadencia de Occidente: Un apunte de lectura”, Revista de Occidente, nº 220, Madrid, setiembre de 1999. [8 páginas]

109. “La línea del horizonte”, en Claves de Razón Práctica, nº 96, Madrid, octubre de 1999. [16 páginas]

110. “Guerra y política en las empresas”, en La Nación, Buenos Aires, 25 de julio de 2000, y en El País, Madrid, 2 de enero de 2001. [4 páginas]

111. “Nietzsche cien años después”, en La Vanguardia, Barcelona, 25 de agosto de 2000. [10 páginas]

112. “Nietzsche: un filosofía del egoísmo”, en El Periódico, Barcelona, 30 de agosto de 2000. [4 páginas]

113. “Discurso interrumpido”, en Anàlisi, Barcelona: Universidad Autònoma de Barcelona, octubre de 2000. [19 páginas]

114. “Mundanidad y violencia”, en ABC, Madrid, 2 de diciembre de 2000. [4 páginas]

115. “Aventurero y diletante”, en ABC, Madrid, 6 de enero de 2001. [4 páginas]

116. “Sobre la identidad”, en Claves de Razón Práctica, nº 109, Madrid, enero-febrero de 2001. [13 páginas]

117. “Y ahora, posmodernismo okupa”, en ABC, Madrid , 13 de enero de 2001. [3 páginas]

118. “Utopías: El revés del tiempo”, en ABC, Madrid, 3 de febrero de 2001. [4 páginas]

119. “Castoriadis arqueológico”, en ABC, Madrid, de 10 de marzo de 2001. [4 páginas]

120. “La razón ambigua”, en ABC, Madrid, de 1 de abril de 2001. [4 páginas]

121. “¿Nietzsche inmortal?” en Caja Negra, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, Vol. 1, n° 1, enero-junio de 2001. [8 páginas]

122. “Rendición de cuentas”, en ABC, Madrid , 20 de mayo de 2001. [2 páginas]

123. “Una fiesta de la inteligencia”, en ABC, Madrid , 23 de junio de 2001. [4 páginas]

124. “Situacionismo y oportunismo”, en ABC, Madrid , 29 de setiembre de 2001. [2 páginas]

125. “Un voyeur extraordinario”, en La Nación, Buenos Aires, 28 de noviembre de 2001. [4 páginas]

126. “¿Qué se da en una representación?”, en Letras Libres, Madrid -México, enero de 2002. [3 páginas]

127. “Razón narrativa”, en ABC, Madrid, 2 de febrero de 2002. [2 páginas]

128. “Después de la trasgresión”, en Letras Libres, Madrid -México, abril de 2002.[10 páginas]

129. “Hospitalidad", en ABC, Madrid, 6 de abril de 2002. [2 páginas]

130. “Mirar la mirada ”, en Reforma, México D.F., 12 de mayo de 2002. [3 páginas]

131. “De un discurso que no dice nada”, en Desobra, N° 1, Madrid, mayo de 2002. [8 páginas]

132. “Genio y superficialidad”, en El País, Madrid, 1 de junio de 2002. [3 páginas]

133. “Polifemo en su caverna”, en El País, Madrid, 6 de julio de 2002. [3 páginas]

134. “ Buenos Aires ”, en Reforma, México D.F., 7 de julio de 2002. [6 páginas]

135. “Teología y posmodernidad", en El País, Madrid, 27 de julio de 2002. [2 páginas]

136. “Sobre la dificultad de ser nihilista”, en Enrahonar, n° 35, Bellaterra: Universitat Autónoma de Barcelona, 2002. pp. 55-66. [20 páginas]

137. “Trepas anacrónicos”, en El País, Madrid, 27 de agosto de 2002. [2 páginas]

138. “La sociedad celular”, en Letras Libres, Madrid-México, n° 12, setiembre de 2002.[7 páginas]

139. “Warhol tiene razón”, en El País, Madrid, 10 de noviembre de 2002. [2 páginas]

140. “Un dandi contra el tiempo”, en El País, Madrid, 23 de noviembre de 2002. [2 páginas]

141. “La filosofía en cambalache”, en El País, Madrid 18 de enero de 2003. [3 páginas]

142. “Discreto elogio del embuste”, en El País, Madrid, 15 de febrero de 2003. [2 páginas]

143. “Frontera y peligro” en M. Gras, E. Martinell, A. Torres (comp.) Fronteras: Lengua, cultura e identidad, Barcelona: Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana, 2003, pp. 88-98. [20 páginas]

144. “Imágenes del suicidio”, en El País, Madrid, 22 de marzo de 2003. [2 páginas]

145. “Refinamiento ‘new age’”, en El País, Madrid,12 de abril de 2003. [2 páginas]

146. “Una ética desde la experiencia”, en El País, Madrid, 19 de abril de 2002. [2 páginas]

147. “La repetición”, en Revista de la Academia Española de Televisión, Madrid, abril de 2003.

148. “Cuestiones de familia”, en El País, Madrid, 17 de mayo de 2003. [2 páginas]

149. “Un mundo lleno de dioses”, en El País, Madrid, 31 de mayo de 2003. [5 páginas]

150. “El innatismo en lingüística”, en El País, Madrid, 20 de junio de 2003. [2 páginas]

151. Entrevista a Ulrich Beck en Letras Libres, Madrid-México,julio de 2003. [5 páginas]

152. “Caprichos goyescos”, en El País, Madrid , 19 de julio de 2003. [2 páginas]

153. “La Santa Fe”, en El País, Madrid, 26 de julio de 2003. [2 páginas]

154. “Confucio posmoderno”, en El País, Madrid, 2 de agosto de 2003. [2 páginas]

155. “La voluntad de morir”, en El País, Madrid, 30 de agosto de 2003. [3 páginas]

156. “Una medicina del alma”, en El País, Madrid, 4 de octubre de 2003. [2 páginas]

157. “Un nuevo gran relato”, en El País, Madrid, 27 de diciembre de 2003. [2 páginas]

158. “Lo que debemos a los aristócratas”, en El País, Madrid, 17 de enero de 2004. [2 páginas]

159. “La conciencia feliz”, en El País, Madrid, 31 de enero de 2004. [2 páginas]

160. “Pecados divinos”, en El País, Madrid , 7 de febrero de 2004. [2 páginas]

161. “La sociología se mira al espejo”, en El País, Madrid, 22 de febrero de 2004. [2 páginas]

162. “El fantasma de la libertad”, en Letras Libres , Madrid-México, marzo de 2004. [10 páginas]

163. “Brevedad”, en El País, Madrid, 28 de febrero de 2004. [1 página]

164. “Ética y libertad”, en El País, Madrid, 20 de marzo de 2004. [4 páginas]

165. “El grado cero de la teoría”, en El País, Madrid, 27 de marzo de 2004. [4 páginas]

166. “Redes enredadas”, en El País, Madrid , 10 de abril de 2004. [2 páginas]

167. “La caída del humanismo”, en El País, Madrid, 17 de abril de 2004. [2 páginas]

168. “Contra la semiología”, en Clarín, Buenos Aires, 24 de abril de 2004. [4 páginas]

169. “Para acabar con el asunto”, en El País, Madrid, 8 de mayo de 2004. [2 páginas]

170. “Cuidar del rebaño”, en El País, Madrid, 16 de mayo de 2004. [2 páginas]

171. “Edipo y su descendencia”, en El País, Madrid, 23 de mayo de 2004. [3 páginas]

172. “De vida o muerte”, en El País, Madrid , 5 de junio de 2004. [4 páginas]

173. “La mirada del biógrafo”, en El País, Madrid, 26 de junio de 2004. [4 páginas]

174. “Barthes desenmascarado”, en El País, Madrid, 17 de julio de 2004. [2 páginas]

175. “La pasión y el coleccionismo”, en El País, Madrid, 7 de agosto de 2004. [6 páginas]

176. “La salsa de la guerra”, en El País, Madrid, 21 de agosto de 2004. [6 páginas]

177. “La identidad desenfrenada”, en El País, Madrid, 28 de agosto de 2004. [5 páginas]

178. “Receta magistral”, en El País, Madrid, 11 de setiembre de 2004. [5 páginas]

179. “Las apariencias engañan”, en El País, Madrid, 18 de setiembre de 2004. [2 páginas]

180. “Psicoanálisis de la Grecia antigua”, en El País, Madrid, 25 de setiembre de 2004. [3 páginas]

181. “¿Qué es un medio”, en Barbanti, R., Lynch, E., Pardo, C. y Solomos, M. (Eds.) Musiques, arts et technologies: pour une approche critique. París: L’Harmattan, 2004. [12 páginas]

182. “La inocencia de la imagen” en El País , Madrid, 2 de octubre de 2004. [2 páginas]

183. “Elogio de la técnica”, en El País, Madrid, 16 de octubre de 2004. [3 páginas]

184. “Una crítica de la cultura”, en El País, Madrid, 21 de noviembre de 2004. [2 páginas]

185. “Enciclopedia de la hermosura”, en El País, Madrid, 11 de diciembre de 2004. [3 páginas].

186. “Un tramoyista de argumentos”, en El País, Madrid, 31 de diciembre de 2004. [3 páginas]

187. “La discriminación”, en Estudios Nietzsche, nº 4, Málaga, 2004. [28 páginas] “

188. “ La nueva esclavitud y sus cómplices”, en Claves de Razón Práctica, Madrid, n° 149, enero-febrero de 2005. [16 páginas]

189. “Razón o revelación”, en El País, Madrid, 26 de febrero de 2005. [3 páginas]

190. “Raíces”, en Letras Libres, n° 75, Madrid, marzo de 2005. [10 páginas]

191. “Dos apuntes sobre Clément Rosset”,en Las Nubes Nº 1, Barcelona, diciembre de 2004. [5 páginas].

192.“A un paso del autismo, en Las Nubes, Barcelona, febrero de 2005. [2 páginas].

193. “Para (pos)modernos atribulados”, en El País , Madrid, 9 de abril de 2005. [3 páginas].

194. “Literatura y vida”, en El País, Madrid , 4 de junio de 2005. [3 páginas].

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196. “Cajón de sastre de Habermas”, en El País, Madrid, 22 de julio de 2005. [3 páginas].

197. “La hora del desengaño”, en El País, Madrid, 27 de agosto de 2005. [4 páginas].

198. “Casa de citas: sobre la soledad”, en Claves de Razón Práctica, nº 153, Madrid, setiembre de 2005. [6 páginas].

199. “La revancha del hamster”, en Las Nubes, octubre de 2005.[8 páginas].

200. “Representar la representación”, en Las Nubes Nº 2Las Nubes Nº 2 , octubre de 2005. [10 páginas].

201. “A propósito de la sanata”, en Las Nubes, octubre de 1005. [5 páginas] y en Revista Ñ suplemento literario de Clarín, publicado como "Elogio de la sanata",Buenos Aires, 22 de noviembre de 2005.

202. “Nada nuevo bajo el sol”, en El País, Madrid, 24 de setiembre de 2005. [3 páginas].

203. "Realismo político y sus paradojas", en El País, Madrid, 9 de octubre de 2005. [4 páginas].

204. "Filosofía de los antiguos", en El País, Madrid, 24 de diciembre de 2005. [4 páginas]

205. "Historia universal de la nada", en Revista Ñ, suplemento literario de Clarín, Buenos Aires, 14 de enero de 2006. [5 páginas]

206. "Enrique Lynch: edición y circunstancias. Entrevista de Ricardo Pita". En TK Abendoa, Pamplona, diciembre de 2005.

207. "No tan libres como parece", en El País, Madrid, 14 de enero de 2006. [3 páginas]

208. "El arte en la era digital"en El País, Madrid, 4 de febrero de 2006. [3 páginas]

209. "El hecho diferencial" en Letras Libres, nº 53, Madrid-México, febrero de 2006. [12 páginas].

210. "Filosofía expresionista"en El País, Madrid, 4 de marzo de 2006. [3 páginas]

211. "El arte de la digresión"en El País, Madrid, 8 de abril 2006. [3 páginas]

212. “Perder las formas”, en Las Nubes, nº 3, abril de 2006.[10 páginas].

213. “Leni Riefenstahl: El artefacto”, en Las Nubes, abril de 2006.[6 páginas].

214. "La sombra de Schopenhauer" El País, Madrid, 15 de abril 2006. [3 páginas]

215. "El cuarto de las herramientas" El País, Madrid, 29 de abril 2006. [5 páginas]

216. "Francesas en la Corte" El País, Madrid , 10 de junio 2006. [2 páginas]

217. "Sabiduría en cuentagotas" El País, Madrid, 17 de junio 2006. [4 páginas]

218. "El bufón más grande" El País, Madrid, 15 de julio 2006. [4 páginas]

219. "No tiene nombre", en Revista Ñ, suplemento literario de Clarín, Buenos Aires, 22 de julio de 2006. [5 páginas]

220. “Kierkegaard en limpio, por fin”, en El País, Madrid, 5 de agosto de 2006. [4 páginas]

221.“La tentación naturalista”, en El País, Madrid, 19 de agosto de 2006. [3 páginas]

222. "Para crear fantasmas" en El País, Madrid, 16 de setiembre de 2006. [3 páginas]

223. "Representar el efecto", en Las Nubes, nº 4, octubre de 2006 [14 páginas]

224."La insoportable levedad de todo", en Revista Ñ, suplemento literario de Clarín, Buenos Aires, 18 de noviembre de 2006. [8 páginas]

233. “La necesaria distancia”, en El Puente, n° 5, Caracas, diciembre de 2006. [8 páginas]

225. "A contrapelo", en El País, Madrid, 2 de diciembre de 2006 [2 páginas].

226. “Teoría líquida”, en Letras Libres, n° 65 , Madrid, febrero de 2007. [5 páginas].

227. "Devoto de Lacan", en El País, Madrid, 24 de febrero de 2007 [2 páginas].

228. “En el lugar sin límites”, en Letras Libres, n° 66 , Madrid, marzo de 2007. [6 páginas].28

229. "El sombrío posmoderno", en Revista Ñ, suplemento literario de Clarín Buenos Aires, 10 de marzo de 2007. [2 páginas].

230. "El arte de la opinión", en El País, Madrid, 31 de marzo de 2007 [3 páginas].

231. "Una esteta militante", en El País, Madrid, 14 de abril de 2007 [3 páginas].

232. "A diestra y siniestra", en El País, Madrid, 21 de abril de 2007 [3 páginas].

234. "El mito de la experiencia", en El País, Madrid, 16 de junio de 2007 [3 páginas]

235. "Modernos ultramontanos", en El País, Madrid, 30 de junio de 2007 [3 páginas].

236. " Como en un sueño", en Las Nubes, nº 5, julio de 2007 [7 páginas]

237. "O Buñuel o buñuelo", en Las Nubes, julio de 2007 [5 páginas]

238. "Un nuevo Erasmo", en El País, Madrid, 11 de agosto de 2007 [4 páginas].

239. “La seguridad como encierro”, en Revista Ñ suplemento literario de Clarín, Buenos Aires,18 de agosto de 2007. [7 páginas]

240. "Cultura 'sarko'", en El País, Madrid, 8 de setiembre de 2007 [3 páginas].

241. "La fama de la fama" , en Letras Libres, Madrid, noviembre de 2007. [10 páginas].

242."No hagamos caso de los periodistas", en Las Nubes, nº 6, noviembre de 2007 [7 páginas]

243. "Posfilosofía mosaica: sobre Derrida", en Las Nubes, noviembre de 2007 [3 páginas]

244. "Helena y la paradoja" en Fedro: revista de estética y teoría de las artes, nº 6, Sevilla, diciembre de 2007 [13 páginas].

245. "Pensar desde las alturas", en El País, Madrid, 1 de diciembre de de 2007 [2 páginas].

246. "La amarga secuela del totalitarismo" , en Letras Libres, Madrid, diciembre de 2007. [5 páginas].

247. "La invención del estilo" , en Ars Medica, Madrid, diciembre de 2007. [20 páginas].

248. "Mucho aserrín y muy poca madera" , en Letras Libres, Madrid, enero de 2008. [6 páginas].

249. "El cuerpo de las imágenes", en El País, Madrid. 2 de febrero de 2008 [3 páginas].

250. "Los límites de la política", en El País, Madrid 20 de marzo de 2008 [3 páginas]

251. "Librepensamiento posmoderno", en Letras Libres, Madrid, mayo de 2008 [6 páginas]

252. "La liquidez o la muerte", en El País, Madrid, 19 de julio de 2008 [4 páginas].

253. “El hombre desdichado: la idea del héroe en J.L. Borges", en Claves de Razón Práctica, Madrid, n° 184, julio-agosto de 2008. [18 páginas]

254. "Ética y compasión", en El País, Madrid, 27 de setiembre de 2008 [4 páginas].

255. "La lengua como frontera", en Letras Libres, Madrid, octubre de 2008 [2 páginas]

256. "Lo falso no falso", en Letras Libres, Madrid, enero de 2009 [10 páginas]

257, "Los bárbaros", en El País, Madrid, 17 de enero de 2009 [1 página].

258. "La historia no ha terminado", en El País, Madrid, 31 de enero de 2009 [1 página].

259. "Fascinante paranoia", en Letras Libres, Madrid , febrero de 2009 [6 páginas]

260 . "Los estragos de la Ilustración", en Las Nubes, nº8, Barcelona, abril de 2009. [8 páginas]

261 . "Tres apuntes sobre la ilusión", en Las Nubes, nº8, Barcelona, abril de 2009. [12 páginas]

4. OTRAS PUBLICACIONES

(en colaboración con Estela Ocampo). El arte gótico, Fascículo nº 47 de la Historia Universal del Arte, Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1975. [40 páginas]

“El sueño de la razón”, posfacio a Travesía nocturna de C. Rosset, Barcelona: Elipsis, 2007 [13 páginas]

“Paradojas del alma (o el alma de la paradoja)", prólogo a Nudos de R.D. Laing, Barcelona: Marbot Ediciiones, 2008 [15 páginas]3 páginas] 3 páginas]

4.1 Traducciones.

1. Shepard-Clough Economic History of Europe. Barcelona: Omega, 1977.

2. Cofer, C. The Structure of Human Memory. Barcelona: Omega, 1977.

3. Foucault, M. La Vérité et les formes juridiques. Barcelona: Gedisa, 1980.

4. Dubois, C.-G. Le Maniérisme. Barcelona: Península, 1980.

5. Bronowski, J. The Origins of Knowledge and Imagination. Barcelona: Gedisa, 1981.

6. Watkin, D. Morality and Architecture. Barcelona: Tusquets, 1981.

7. Taylor, A.J.P. The Habsburg Monarchy, (1809-1918). Barcelona: Argos-Vergara, 1983.

8. Perera V.-Bruce, D. The Last Lords of Palenque. Barcelona: Argos-Vergara, 1983.

9. Leroi-Gourhan, A. Les Chasseurs de la préhistoire. Barcelona: Argos-Vergara, 1983.

10. Puddu, G. Il Soldato Gentiluomo. Barcelona: Argos-Vergara, 1984.

11. Dunne, J. An Experiment with Time. Madrid-Buenos Aires: Hyspamérica, 1986.

12. Lyotard, J.-F. Le Postmoderne expliqué aux enfants. Barcelona: Gedisa, 1987.

13. Hobbes, Th. On Human Nature. Barcelona: Península, 1987.

14. Steiner, G. “A new meaning for meaning”, en El Urogallo, Madrid, febrero de 1987.

15. Elster, J. Sour Grapes: Studies on the Subversion of Rationality. Barcelona: Península, 1988.

16. Goodwin, B. Using Political Ideas. Barcelona: Península, 1988.

17. Rehder, W., “Sherlock Holmes, philosopher”, en Sebeok-Eco, (comps.) El signo del tres. Barcelona: Lumen, 1988.

18. Farias, V. Heidegger et le nazisme. Barcelona: Muchnik, 1989.

19. Man, Paul de Allegories of Reading. Barcelona: Lumen, 1990.

20. Rosset, C., Le Réel et son double. Barcelona: Tusquets Editores, 1993.

21. Montinari, M. Che cosa ha detto Nietzsche. Barcelona: Salamandra, 2003.

22. Rosset, C. Route de nuit. Barcelona: Ellipsis, 2007.

23. Laing, R.D.. Knots. Barcelona: Marbot Ediciones, 2008.






5. COMUNICACIONES Y PONENCIAS PRESENTADAS A CONGRESOS

5.1 Conferencias

1. “Ficciones y mundos posibles”, en el Instituto de Ciencias de la Educación, Universidad de Barcelona, marzo de 1985.

2. “La estética en la época de la fragmentación”, en el Centro Cultural General San Martín, Buenos Aires, diciembre de 1985.

3. “El conocimiento falso”, en el ciclo Sobre la ficción, organizado por la Revista SABER. Barcelona, febrero de 1986.

4. “Vattimo y Lyotard”, en el ciclo Llibres à l’Abast, Ayuntamiento de L’Hospitalet, noviembre de 1987.

5. “Retórica, narración, interpretación”, en la Biblioteca Freudiana, Barcelona, noviembre de 1987.

6. “Hobbes o la racionalización del pesimismo”, en el Coloquio de Homenaje a Thomas Hobbes en el 400 aniversario de su nacimiento, en Universidad Autónoma de Barcelona, Bellaterra, mayo de 1988.

7. “Presentación de La era del vacío de Gilles Lipovetsky, en el ciclo Llibres à l’Abast, Ayuntamiento de L’Hospitalet, mayo de 1988.

8. “Travesía cartesiana”, en el curso Narración filosófica vs. narración literaria, Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, Santander, agosto de 1988.

9. “La falta trágica”, en el seminario Filosofía y tragedia de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense, El Escorial, 21-25 de agosto de 1989.

10. “Retórica de los relatos de viajes”, en el ciclo Literatura i Viatge, Institut d’Humanitats, Barcelona, enero de 1990.

11. “Retórica nietzscheana“ en el curso El Arte de la Persuasión, Centro Cultural Caixa de Pensions, Barcelona, febrero de 1990.

12. “Lecciones nietzscheanas“ en el curso Persuasión y Comunicación, en el Instituto Universitario Ortega y Gasset, Madrid, 3-6 de julio de 1990.

13. “La idea de trama y la trama de las ideas”, en el seminario sobre Filosofía y narrativa, Universidad Complutense, El Escorial, 6-10 de agosto de 1990.

14. “Mundo”, en Ciclo Conceptes fonamentals de filosofia, en el Institut d’Humanitats, Barcelona, noviembre de 1990.

15. “La escritura en constelación”, en la Fundación Tapiès, Barcelona, febrero de 1991.

16. “Walter Benjamin y la literatura fragmentaria”, en la Sociedad de Estudios Literarios, Barcelona, febrero de 1991.

17. “El concepto de la política”, en el Ayuntamiento de L’Hospitalet, abril de 1991.

18. “La escritura fragmentaria”, en Universidad del Pacífico, Lima, julio de 1991.

19. “El entusiasmo en el fin de siglo”, en el seminario Stop making sense: Memoria, crítica i moral, en el Institut d’Humanitats, Barcelona, abril de 1992.

20. “Moral y fábula”, en el ciclo Filosofía y literatura, Málaga, abril de 1993.

21. “El yo como misterio”, en el seminario sobre Crisis del sujeto, Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, Santander, agosto de 1993.

22. “La creación española y el Milenio”, en Universidad de las Américas, Puebla (México), noviembre de 1993.

23. “Lectura de textos”, en la Universidad Autónoma de México y Universidad Iberoamericana, México, noviembre de 1993.

24. “Nietzsche filólogo”, en el Aula d’Humanitats, Centre Cultural La Mercè, Gerona, abril de 1994.

25. “La conmutación”, en la Societat d’Estudis Literaris, Institut d’Humanitats, Barcelona, abril de 1994.

26. “Los dos espectros de la posmodernidad: relativismo y fundamentalismo”, en las Jornadas sobre Arte, posmodernidad e imagen de la ciudad, Universidad de Oviedo, Gijón, diciembre de 1994.

27. Presentación de la revista de pensamiento Mania, Institut d’Humanitats, Barcelona, mayo de 1995.

28. “Oscar Wilde: El retrato de Dorian Gray”, en las Lecciones de Literatura Universal, Serie Moderna, Barcelona: Institut d’Humanitats, diciembre de 1995 y Centre Cultural La Mercè, Girona, diciembre de 1995.

29. “Muertes públicas-penas privadas”, Mesa redonda en Logos, Barcelona, 6 de febrero de 1996.

30. “Cosmopolitismo y mestizaje: una aproximación filosófica”, En el Institut d’Humanitats, Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, 21 de febrero de 1996.

31. “La comparación en las artes: Literatura y música”, Mesa redonda en Universidad de Sevilla, marzo de 1996.

32. “Final de juego: Europa después de Europa”, en el Instituto Cervantes, Varsovia, junio de 1997.

33. “Los usos del placer”, en Club El Faro de Vigo, Paraninfo de la Universidad de Vigo, noviembre de 1997.

34. “Presentación de Gilles Lipovetsky”, en el 35 Congreso de Filósofos Jóvenes, Barcelona, 15 de abril de 1998.

35. Presentación de La tercera mujer de Gilles Lipovetsky, en el Aula Magna de la Universitat de Barcelona, enero de 1998.

36. Presentación de La arquitectura del siglo XX de José Luis Sanz Botey, en el Colegio de Arquitectos de Barcelona, 1 de febrero de 1999.

37. “Nietzsche: Fragmentos de estética” en el ciclo Faros del siglo XX a debate: La filosofía de la sospecha, Cabildo de Santa Cruz de Tenerife, 28 de abril de 1999.

38. “Fuck the Millenium”, Clausura del ciclo Arte, pensamiento y tecnología, Institut d’Humanitats, Barcelona, 16 de diciembre de 1999.

39. Presentación de La globalización imaginada: políticas para la interculturalidad de Néstor García Canclini, en el Institut Català de Cooperació Iberoamericana, enero de 2000.

40. “Argentino hasta la muerte”, en Casa de América, Madrid, febrero de 2000.

41. “Sobre la identidad”, en el Instituto Cervantes, Tel-Aviv, marzo de 2000.

42. “Nietzsche y Heidegger”, en el ciclo Cien años detrás de Nietzsche” en el Círculo de Bellas Artes, Madrid, noviembre de 2000.

43. “El medio como expresión”, en el curso Cultura humanística y cultura televisiva, Cursos de verano de El Escorial, Universidad Complutense de Madrid - Fundación DIÁLOGOS, El Escorial, 16 de agosto de 2001.

44. Presentación de El lagarto, de Édouard Glissant, Instituto Francés, Barcelona, noviembre de 2001.

45. “Frontera y peligro” en el curso La frontera: Lengua, cultura e identidad, Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana-Universidad de Barcelona, Barcelona, 30 de noviembre de 2001.

46. ”El problema de la voluntad y decisión política en la Alemania de entreguerras”, en el ciclo Cultura, destino histórico y nacionalsocialismo de Heidegger, Universidad Autónoma de Madrid-ICE, Colegio Mayor Juan Luis Vives, Madrid, 11 de abril de 2002.

47. “Moral y literatura”, en la Facultad de Filosofía, Universidad de La Laguna, Tenerife, 17 de abril de 2002.

48. “Lo moderno español”, en el simposio Pensar en España, Instituto Cervantes, Nueva York, 2-3 de mayo de 2002.

49. “Sobre Vladimir Jankélévitch”, en Hommage à V. Jankélévitch, Instituto Francés, Barcelona, 17 de junio de 2003.

50. “Necesidad de la emoción estética”, en el Instituto Cervantes, Moscú, 20 de octubre de 2003.

51. “El orden narrativo”, en el Colegio Nacional de Buenos Aires, Buenos Aires, 29 de octubre de 2003.

52. “En torno al romanticismo político: Carl Schmitt” en el Seminario Estética y política, en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, Universidad Cardenal Herrera CEU, Alfara del Patriarca, Valencia, 4 de mayo de 2005.

53. "La felicidad de las mónadas", en el coloquio sobre Ontología de la distancia, Fundación Telefonica-Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, 13 de marzo de 2007.

54."Resplandor, orden, ironía" en el Ateneu Barcelonès, 20 de marzo de 2007.

55 . “La prosa, el mito y la precisión”, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Buenos Aires, 2 de mayo de 2007.

56. "Sobre la fama: un deseo de objetividad", en el Ateneo Navarro, Pamplona, 17 de setiembre de 2007.

56. "Acerca de la imagen", en el curso de doctorado IMAGEN, Facultad de Ingenyeria i Arquitectura, Universidad de La Salle - Raimon Llull, Barcelona, 10 de octubre de 2007.

57. "El héroe en Borges" en el Simposio "Borges y la Cábala", Instituto Cervantes de Chicago, 13 de diciembre de 2007.

58. "Porque creemos en fantasmas" en el ciclo sobre "Lo falso", Institut d'Humanitats, Barcelona, 19 de diciembre de 2007.

59. "Berlin y la deriva romántica" en el ciclo sobre "Isaiah Berlin: un liberal en perspectiva", Instituto Universitario Ortega y Gasset-FAES, Ilustre Colegio de Abogados, Barcelona, 29 de enero de 2008.

60. "Doktor Faustus de Thomas Mann" en el CAM (Centro de Arte Moderno), Alicante, 30 de enero de 2008.

61. "Lo fantastico en Poe", en el coloquio Edgar Allan Poe: La mala conciencia de la modernidad, Madrid, Círculo de Bellas Artes, 28 de mayo de 2008.

62. "Lo posmoderno", en el coloquio Las secuelas del posmodernismo. Un mirada interdisciplinart, Barcelona, CIDOB, 17 de junio de 2008.

osa, el mito y la precisión”, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Buenos Aires, 2 de mayo de 2007.

5.2 Ponencias

1. Invitado al XXXII Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Madrid, junio de 1984.

2. “Temporalidad y tramas narrativas”, en el XXIV Congreso de Filósofos Jóvenes, Sitges, 20 de abril de 1987.

3. Invitado al Congreso de Intelectuales de Valencia, Valencia, junio de 1987.

4. “Sobre los sentimientos modernos”, en las Jornadas sobre Cultura y Sentimentalidad, en la Facultad de Bellas Artes, Universidad de Barcelona, febrero 9 de 1988.

5. “Retórica y retoricidad”, en el XXVI Congreso de Filósofos Jóvenes, Plasencia, marzo de 1989.

6. Participante invitado al Simposio sobre la obra de Gianni Vattimo, La società trasparente, en Grenoble, 31 de marzo-1 de abril de 1990.

7. Co-participación en el debate sobre “Control y autoritarismo”, en el CIDOB e Instituto de Ciencias Políticas y Sociales, Barcelona, 21 de marzo de 1990.

8. “El punto cardinal” en el VI Encuentro de Escritores y Críticos de las Lenguas de España: Pensar en Occidente: el ensayo filosófico, hoy, Casona de Verines, 18-20 de setiembre de 1990.

9. “El problema del obrar: a propósito de Robert Louis Stevenson”, en el seminario Influencia e irradiación del mal en la modernidad, en Universidad Autónoma de Madrid, Miraflores de la Sierra, setiembre de 1991.

10. “El descubrimiento como ensayo general”, en el Coloquio sobre Scoperta, Chieri, Turín, julio de 1992.

11. “En torno a una estratagema”, en las Jornadas de Filosofía Española Contemporánea, Círculo de Bellas Artes, Madrid, diciembre de 1992.

12. “La cultura como corporación”, en los Encuentros sobre Economía y Cultura, Generalidad de Cataluña, Barcelona, marzo de 1994.

13. “Nihilismo y repetición”, en las Jornadas Nacionales Nietzsche 1994, Buenos Aires, octubre de 1994.

14. “La línea del horizonte”, en el Coloquio Internacional sobre Qu-est-ce qu’on ne sait pas?, en UNESCO, París, marzo de 1995.

15. “En torno a lo estético”, en el IX Congreso Nacional de Filosofía, Guanajuato, febrero de 1998.

16. “¿Qué es, todavía, dionisiaco?” en Jornadas Nietzsche 1988, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, octubre de 1998.

17. “La dificultad de ser nihilista”, en el Simposio Nietzsche y el pensamiento actual, Instituto Gœthe, Barcelona, marzo de 2000.

18. “¿Qué es un medio”, en el Coloquio Músicas, artes y tecnología, Université Paul Valéry III-Universidad de Barcelona, Montpellier-Barcelona, diciembre de 2000.

19. “Comunicación/conexión”, en el IV Seminario sobre el Espacio, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 12 de enero de 2008, Viña del Mar,Chile.




6. CURSOS Y SEMINARIOS IMPARTIDOS

1. Curso sobre La estrategia de la narración, en la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Julio-Agosto de 1984.

2. Curso sobre Nietzsche y la teoría del conocimiento, en la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Julio-Agosto de 1985.

3. Curso sobre Historia de la filosofía antigua, en el Instituto Sigmund Freud, Barcelona, enero-julio de 1988.

4. Curso sobre Cuatro paradigmas de la teoría literaria: Bajtin, Barthes, Jauss, de Man, en el Instituto de Estética y Teoría del Arte, Universidad Autónoma de Madrid, octubre de 1989.

5. Co-director del curso El arte de la persuasión, en el Centro Cultural de la Caixa de Pensions, Barcelona, febrero de 1990.

6. “La teoría de la representación en Nelson Goodman”, en la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona, marzo de 1990.

7. Curso sobre Teoría de la crítica, en el Instituto de Estética y Teoría del Arte, Universidad Autónoma de Madrid, marzo de 1991.

8. Co-director del ciclo Arte, pensamiento y tecnología: El siglo XXI en perspectiva, en el Institut d’Humanitats, octubre-diciembre de 1999.

9. Co-director del simposio Música, artes, tecnologías: Una aproximación crítica, coloquio internacional, Universidad de Montpellier III – Universidad de Barcelona, 12-15 de diciembre de 2000.

10. “Categorías y léxico de la estética”, primera lección del Curso L’Estètica al Batxillerat, Universitat Autònoma de Barcelona, Institut de Ciències de l’Educació, 14 de febrero de 2001.

11. Curso de doctorado “Sobre la ironía” en la Facultad de Bellas Artes, Universidad de La Laguna, Tenerife, 14-21 de abril de 2002.

12. “Filosofía y literatura: Identidad y/o diferencia”. Cuatro lecciones. En la Cátedra Jorge Oteiza de la Universidad Pública de Navarra, Pamplona, 30-31 de mayo. 1-2 de abril de 2005.

13. Director del seminario sobre "Lo falso", en el Institut d'Humanitats, Centre de Cultura Contemporànea, de Barcelona, noviembre 2007-enero 2008.

12. “Filosofía y literatura”. Department of Spanish, French and Portugese, University of Illinois at Chicago, 26 de febrero- 12 de marzo de 2008.





7. BECAS

1. Beca del Gobierno de Francia para realizar estudios de post-grado en la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne, año académico 1981-1982.

2. Beca de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, Sitges, 1984.


8. ACTIVIDADES EN EMPRESAS Y PROFESIONES LIBRES

1. Director Literario de Editorial Iberia SA, Barcelona-Buenos Aires, 1974-1976.

2. Director Literario de Editorial Gedisa SA, Barcelona, 1979-1986.3. Asesor para el área de Humanidades, Editorial Argos-Vergara, Barcelona, 1983-1984.

4. Jefe de Ediciones, Muchnik Editores, Barcelona, octubre de 1988-marzo 1991.

5. Co-director de la colección Ensayos de Editorial Destino, Barcelona, 1991-1995.

6. Director de la colección Ensayos de Muchnik Editores, Barcelona, 1991-1996.