sábado, 22 de agosto de 2009

Hace años que Lucía Folino viene investigando a estas ratas.

Revelan por qué algunos recuerdos pueden durar más
09:12
El hallazgo ayudará a mejorar terapias para aquellos a los que les cuesta recordar.
Por: Valeria Román

No somos como Funes, el personaje del cuento de Jorge Luis Borges que podía recodarlo todo. El cerebro humano filtra la duración de los recuerdos, y para hacerlo pone en marcha un mecanismo que científicos argentinos y brasileños acaban de descubrir. Un hallazgo que abre las puertas para desarrollar mejores terapias para personas a las que les cuesta recordar. Y revela por qué algunos recuerdos duran más que otros.El mecanismo fue difundido ayer en la edición semanal de la prestigiosa revista Science, editada por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en los Estados Unidos.

Se realizó a través de diferentes experimentos en ratas, que incluyeron operaciones cerebrales y técnicas bioquímicas."Es una investigación 100% del Mercosur", dijo Jorge Medina, uno de los coautores del trabajo, que es investigador del Conicet y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Los otros integrantes del equipo son Martín Cammarota, Janine Rossato, Lia Bevilaqua e Iván Izquierdo, que trabajan en el Instituto Nacional de Neurociencia Translacional, en Porto Alegre, Brasil.

"Desde hace años, venimos investigando cómo los seres humanos almacenan algunas experiencias y descartan otras", comentó Medina. ¿Y qué es exactamente lo que encontraron?

"Es un mecanismo que si se activa hace que una experiencia sea almacenada. Si no se activa, la memoria decae".

Por ejemplo, una persona sufre un robo, el mecanismo se pone en funcionamiento a las 12 horas: empieza por la activación de la dopamina, un neurotransmisor, que a su vez gatilla a una proteína.

Todo ocurre en la zona del hipocampo del cerebro."Este trabajo tiene muchas implicancias para el futuro. Existe la posibilidad de que podamos manipular cuánto durará un recuerdo", afirmó Medina. Es importante no sólo para desarrollar tratamientos que modulen la entrada de la información aprendida sino también su mantenimiento.

Los tratamientos podrían ser farmacológicos, pero Medina piensa que podrían enmarcarse en terapias cognitivas.

"Todavía hay que estudiarlo".¿Es valioso el hallazgo?

Ricardo Allegri, investigador del Conicet y del Consejo de Investigación del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que no participó en el trabajo opinó:

"Es muy esperanzador. Este mecanismo abre un camino para explorar y desarrollar tratamientos más efectivos para los trastornos cognitivos y para las personas con demencias, como la enfermedad de Alzheimer. Mis felicitaciones para los científicos".

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