martes, 30 de marzo de 2010

Esperanza y Benjamín

La tormenta de Esperanza
Benjamín Prado escribía hace 10 días en su columna de opinión habitual de los jueves en El País sobe Esperanza Aguirre. Un blog amigo, Marcomplan, también centraba su mirada en la política madrileña, con un análisis más político.

En ambos casos los tiros van en la misma dirección, el uno dice que aquella es "una tormenta seca", éste que "es un bote de humo, ¿o no?". Que cada cual lea y saque sus propias conclusiones, que para algo estamos hablando de opiniones.


Esperanza es un bote de humo, ¿o no?
Benjamín Prado, El País.


"¿Proyectil, balón o patata caliente?", me pregunta Juan Urbano desde el otro lado de la mesa del desayuno; y yo, como no sé con cuál de las tres cosas quedarme, en lugar de elegir una les añado otra: "¿Y por qué no bote de humo?". Entre el primer café y el último de la mañana, y antes de ir a trabajar, estamos intentando descubrir de qué hace la presidenta de la Comunidad de Madrid en la película del IVA, seguramente porque, una vez más, la astuta Esperanza Aguirre nos ha llevado a su terreno, es decir, a un punto en el que estamos, al menos en parte, de acuerdo con ella, lo cual, después de no estarlo tantas veces, despista mucho y te obliga a matizar demasiado, a andarse con unos pies de plomo que suelen ser un síntoma de inseguridad, y, para demostrarlo, no hay nada más que fijarse en el párrafo que acaban de leer y darse cuenta de la cantidad de comas que lleva.


Aguirre se ha puesto apocalíptica para clamar en dos desiertos a la vez, el del PP y el del PSOE

Porque, la verdad, en eso de la rebelión contra los impuestos a Esperanza se le ve el pirata, pero si dejas a un lado sus gritos de al abordaje, lo que dice es lo que piensa la mayoría de los españoles: que los gobiernos están para algo más que para financiar bancos y que su función no es la de tratar a los contribuyentes como si fueran Cristiano Ronaldo, o sea, primero moliéndolos a patadas y después acusándolos de provocadores y pidiendo que los expulsen a ellos. Es que algunos confunden las urnas con huchas, y eso no es.

Esperanza Aguirre -"hoy vestida de corsario / por los bares se te ve", que dijo su tío Jaime Gil de Biedma- se ha puesto apocalíptica para clamar en dos desiertos a la vez, el de su partido y el del PSOE, y planea repartir biblias puerta a puerta, como quien dice, porque ha mandado cargar a los suyos y van a "peinar el 100% del territorio regional y recorrer los 179 ayuntamientos de la Comunidad para trasladarles sus argumentos en contra del aumento del IVA". El PSOE lo tiene tan mal que lo tiene incluso peor que antes, que ya es decir. Si antes daban Madrid por perdido, presentando en unas elecciones sí y otras también a alguien que no podría ganarle a Aguirre y a Ruiz-Gallardón ni en unas elecciones en las que sólo votara la familia de sus rivales, no les digo ahora, cuando a las papeletas también haya que sumarles los dos puntos del IVA que le van a sumar a las facturas.

¿Aguirre es el proyectil que mete Zapatero en el discurso para apuntar a Rajoy en el Congreso? ¿Es el balón que el propio Rajoy bota mientras se prepara para entrar a canasta? ¿Es la patata caliente que se pasan uno a otro? ¿Es el bote de humo con el que los socialistas intentan ocultar lo que hacen o el que usan los populares para ocultar lo que harían si estuviesen en su lugar?

En fin, no sé qué pensarán ustedes, pero Juan Urbano y yo hemos pagado el café hace un rato y ahora, de camino a la oficina, nos sentimos confusos, porque estábamos de acuerdo con Aguirre cuando se puso moderna con lo del tabaco y antigua con lo de Cuba, y ahora casi, y menos mal que las formas a ella le pierden y a nosotros nos dejan un margen, porque si no fuera así, qué íbamos a hacer. O no, que diría ella, para acabar este artículo igual que si no se acabara.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Apareció La señora

TRIBUNALES | Una escritora asturiana reclama la autoría

La productora Diagonal desmiente que 'La señora' sea un plagio
Fotograma de la serie 'La señora'.

Elmundo.es | Madrid



Diagonal TV, la empresa productora de la serie de TVE 'La señora' ha desmentido, mediante un comunicado, las acusaciones de plagio que Susana Pérez-Alonso había formulado mediante una denuncia judicial, reclamando la autoría de la serie.

La productora ha defendido a Virginia Yagüe, creadora de la serie, arguyendo la posesión de una serie de pruebas que son "suficientes para demostrar que 'La señora' existía casi dos años antes de la fecha de la supuesta creación por la denunciante, obra por cierto jamás publicada, ya que en el año 2006 la serie fue presentada a varias cadenas de televisión".

Diagonal sostiene su defensa en estos dos argumentos, resultando decisivo el de la no publicación del libro. La intención de la productora es defender a la autora de la serie ejercitando "todas las acciones que la ley pone a su alcance, al objeto de detener y conseguir la justa reparación del daño causado al prestigio profesional y honor de Diagonal TV... así como las que correspondan a favor de Dña. Virginia Yague", explica el comunicado.

Por su parte, Pérez Alonso ha subrayado a ELMUNDO.es que ella se limitó a "mandar un centenar de folios a la Fiscalía". La escritora ha resaltado: "Yo no califico si hay delito; eso lo valora la Fiscalía. Ni siquiera he dicho que sea la autora. Desde julio de 2009 llevo hablando con la productora y todavía no me han enseñado un papel".

Acusación de plagio
A finales de febrero saltaba a la opinión pública la denuncia que Susana Pérez-Alonso depositó ante la Fiscalía Superior del Principado de Asturias reclamando la autoría de 'La Señora'.

En concreto, la escritora encontraba "evidentes coincidencias" entre su obra 'Melania jacoby', registrada el 16 de enero de 2006, y la serie de Diagonal. Pérez-Alonso había firmado en 2005 un contrato con la editorial Ediciones B para la publicación de sus próximas novelas, y esta empresa puso como fecha límite para la entrega de 'Melania jacoby' el 30 de septiembre de 2006.

Sin embargo, la escritora comenzó a tener problemas de salud a finales de 2005 que le impedían escribir con la misma intensidad, lo cual fue puesto en conocimiento de Ediciones B, y la empresa le comunicó que "no debía preocuparse de nada".

La escritora continuó enviando partes de la novela durante julio de 2007, pero según ella "todo comenzó a ser un poco caótico". Finalmente la editorial decidió devolver el texto por haber sido enviado fuera de plazo no dejando constancia a la escritora de en qué manos había estado su obra.



Fue una hermana de Pérez-Alonso la que advirtió la similitud de la trama de 'Melania jacoby' con la de 'La señora', motivando la denuncia interpuesta, aunque la escritora ha anunciado que sólo pide la cantidad de un euro simbólico.

Erskine Caldwell

Erskine Caldwell


Erskine Caldwell, fotografiado por Carl van Vechten en 1938.Erskine Preston Caldwell (Coweta County, 17 de diciembre de 1903 - 11 de abril de 1987) fue un novelista estadounidense.



Erskine Caldwell nació en una casa apartada en los bosques cercanos a Moreland, hijo de un ministro de la Iglesia Presbiteriana y pasó su infancia trasladándose de uno a otro estado del sur de los Estados Unidos, cada vez que su padre encontraba trabajo en una nueva iglesia.


Estudió en Erskine College, aunque no llegó a graduarse. Su aspecto en aquella época era atlético (jugó al fútbol americano), alto y, según uno de sus editories, inusualmente agradable y angelical. Sus simpatías políticas comenzaron a decantarse también por aquel entonces hacia los obreros, ya que el propio Erskine trabajó en oficios muy diversos, lo que le permitió recoger experiencias de los trabajadores que luego plasmaría en sus obras. De hecho, años más tarde, Erskine ofrecería seminarios a precios reducidos para los agricultores aparceros del Sur.

Sus primeros libros publicados fueron The Bastard (1929) y Poor Fool (1930), pero los que realmente le consagraron fueron Tobacco Road ("La ruta del tabaco" o "El camino del tabaco") (1932) y God's Little Acre ("La pequeña hacienda de Dios") (1933).

Ya cuando apareció su primer libro (Bastardo), fue inmediatamente prohibido, quizás a causa únicamente de su título, y las copias fueron retiradas del mercado. Más adelante, con la publicación de God's Little Acre, las autoridades fueron aún más allá, e instigadas por la Sociedad Literaria de Nueva York, arrestaron a Caldwell y secuestraron las copias de su obra durante una firma de libros en Nueva York. El juicio posterior exculpó a Caldwell, quien decidió entonces denunciar a sus acusadores por falso arresto y denuncia maliciosa.

En los años 30, Caldwell y su mujer Margaret Bourke-White regentaron una librería en Maine, y colaboraron en una novela, You Have Seen Their Faces (1937). Durante la Segunda Guerra Mundial, Caldwell obtuvo un visado de la URSS para viajar a Ucrania y trabajar como corresponsal de guerra.
Desilusionado con las oscuras intrigas del régimen marxista regido entonces por la corriente stalinista, a su regreso a Estados Unidos publicó una novela corta, "Message for Genevieve" (1944) en la que una periodista es fusilada después de un juicio secreto por espionaje.

A su regreso a EE.UU., y tras separarse de su mujer, Caldwell se instaló en San Francisco. Durante los últimos de su vida, dedicó seis meses cada año a viajar por el mundo, y tomar notas en multitud de cuadernos. Estas notas no han sido publicadas, pero se conservan en un museo dedicado al escritor. También la casa en la que nació ha sido trasladada de su ubicación original a otra más cerca del pueblo, y convertida en un museo. Caldwell, fumador empedernido, murió a causa de las complicaciones de un enfisema y cáncer de pulmón el 11 de abril de 1987, a los 83 años. Se encuentra enterrado en el Scenic Hills Memorial Park, en Oregón.

Obra


The Bastard, novela corta (1929)
Poor Fool, novela corta (1930)
American Earth, novela corta (1931)


Tobacco Road (1932). Tr. El camino del tabaco, Alba, 1997; Navona, 2008.

We Are the Living, novela corta (1933)

God's Little Acre (1933). Tr. La parcela de Dios, Navona, 2008.


Tenant Farmers, ensayo (1935)
Some American People, ensayo (1935)

Journeyman (1935)
Kneel to the Rising Sun, novela corta (1935)
The Sacrilege of Alan Kent (1936)

You Have Seen Their Faces (1937, con su mujer, Margaret Bourke-White)

Southways, novela corta (1938)
North of the Danube (1939)

Trouble in July (1940); tr. Tumulto en julio, Navona, 2009.

Say Is This the USA (1941)

Moscow Under Fire, artículos como corresponsal (1942)

Russia at War, artículos como corresponsal (1942)

All-Out on the Road to Smolensk, artículos como corresponsal (1942)

All Night Long. A Novel of Guerilla Warfare in Russia (1942)

Georgia Boy (1943). Tr. Un muchacho de Georgia, Caralt, 1961

Tragic Ground (1944). Tr. Tierra trágica, Caralt, 1963

A House in the ouplands (1946). Tr. La casa de la colina, Caralt, 1986

The Sure Hand of God (1947).

This Very Earth (1948)

A Place Called Estherville (1949). Tr. Un lugar llamado Estherville, Mundo actual, 1983

A Swell Looking Girl
Episode in Palmetto (1950)

Call It Experience, autobiografía (1951). Tr. Llamémoslo experiencia, Lumen, 1971.

The Courting of Susie Brown, relatos (1952)

A Lamp for Nightfall (1952). Tr. Una luz para el anochecer, Caralt, 1986

Love and Money (1954). Tr. Amor y dinero, Plaza, 1975

Gretta (1955)

Gulf Coast Stories, relatos (1956)

Certain Women, relatos (1957)

Claudelle Inglish (1958)

Molly Cottontail, literatura infantil (1958)

When You Think of Me, relatos (1959)

Jenny by Nature (1961)

Men and Women, relatos (1961). Tr. Hombres y mujeres, Mateu, 1973.

Stories of Life North and South (1930-1940) relatos selectos. Tr. Relatos del Norte y del Sur I y II, Navona, 2008 y 2010.

The Last Night of Summer (1963). Tr. La última noche de verano, Caralt, 1966.

In Search of Bisco, libro de viajes (1965). Tr. En busca de Bisco, Lumen, 1967.

In the Shadow of the Steeple (1966). Tr. A la sombra del campanario, Alianza, 1968.
The Deer at Our House, literatura infantil (1966)

Writing in America, ensayo (1967)

Deep South, libro de viajes (1968)

Annette (1973); tr. Annette, Plaza, 1978.

Afternoons in Mid America, ensayos (1976)

With All My Might, autobiografía (1987)

Erskine Caldwell: Selected Letters, 1929-1955, correspondencia publicada por Robert L. McDonald (1999).

lunes, 8 de marzo de 2010

Félix de Azúa.

Azúa: de Anagrama a Mondadori
Por:
Carles Geli
08/03/2010
Nuevo seísmo de alto grado simbólico en el sector editorial. Tras los saltos, hace menos de un año, de Javier Cercas —de Tusquets a Mondadori— y de Enrique Vila-Matas —de Anagrama a Seix Barral—, Félix de Azúa, “uno de los escritores españoles más prestigiosos en muchos registros”, según la web de Anagrama, su editorial de hace 26 años, ha decidido dejar el sello de su amigo Jorge Herralde para ir a Mondadori, del grupo Random House Mondadori. La mudanza editorial de Azúa, que comporta la ruptura con la casa que ha publicado la mayor parte de su obra, será efectiva en mayo, cuando aparezca Autobiografía sin vida, nueva obra de ensayo del autor de Lecturas compulsivas, donde en 170 intensas páginas el doctor en Filosofía y profesor de Estética repasa su vida a partir de imágenes, obras de arte y palabras que han conformado su cosmovisión. Azúa (Barcelona, 1944) tiene una decena de obras en Anagrama, entre ellas Diario de un hombre humillado, premio Herralde 1987. La mayoría de ellas irán siendo recuperadas por Mondadori en edición económica desde Debolsillo (también del grupo) cuando caduquen los derechos.
Hasta ahí, la noticia. Ahora, algunas cajas de la trastienda: la foto fija del sector editorial se mueve desde hace casi una década. Las editoriales de EEUU debaten muy seriamente qué es más importante como imagen de marca para vender: el sello o el autor. Muchos están por reforzar más el papel del primero. Por eso los grupos ya no son sólo esas maquinarias enormes de producir best-seller, también han hecho un nicho para la alta literatura y para la experimental. Ahí está el grupo Random House Mondadori, con Claudio López Lamadrid al frente de lo literario: Mondadori mezcla ya premios Nobel (entre los recientes, Naipaul, Coetzee, Jelinek y Pamuk) con su invento de la Next generation (con Foster Wallace al frente) pero, mientras, mantiene el minisello Caballo de Troya, vivero de futuros nombres de las letras así ya cautivos. Se acabó lo de “Si se es rentable no se puede hacer cultura”. Algo similar hace Elena Ramírez en Seix Barral en otro supergrupo, Planeta. Otra cajita: las agentes. Ejemplo, Mónica Martín y su agencia MB: fue Zarraluki, después Martínez de Pisón; más tarde Vila-Matas…, sólo para hablar de la excuádriga de Anagrama, donde, por cierto, trabajó. Mover a los jugadores reporta beneficios. Tercera cajita: la inevitable pérdida de glamour, según algunos, de sellos independientes hoy clásicos, en los 70 rompedores: Anagrama, Tusquets… La sensación la cuenta Javier Calvo, que los define como “tardo-gauchedivinismo". En cualquier caso, nadie iba a pensar que la vida líquida o el mundo consumo propuesto por Zygmunt Bauman no alcanzaría al mundo editorial, ¿verdad? ¿O sí?

miércoles, 3 de marzo de 2010

Leopoldo Marechal

Leopoldo Marechal: “Megafón o la Guerra” (Trilogía III).-
Febrero 17, 2009 por aquileana

Leopoldo Marechal:
“Megafón o la Guerra”:








Reseña:
“Conozco las gracias y desgracias de estas latitudes”. (III). (Ibd. Marechal:, Leopoldo. “Megafón o la Guerra”).-
“El Desierto ya estaba derrotado. Lo que seguía firme aquí era una potencialidad vacante… Un escenario vacío es una petición de Historia”… (IV). (Ibd. Marechal:, Leopoldo. “Megafón o la Guerra”).-
“Todo está en movimiento continuo, en lo macroscósmico y en lo microscósmico, desde un átomo a una galaxia. ¡El Problema del Hombre no está en el movimiento sino en la Inmovilidad!. Lo que se mueve no es perfecto: sólo es perfecto el Gran Inmóvil”. (X). (Ibd. Marechal:, Leopoldo. “Megafón o la Guerra”).-


Leopoldo Marechal (1900/1970).- La escritura de la novela “Megafón o la guerra”, en tanto proceso histórico de producción y circulación textual, asume un carácter épico extratextual y una función social bélico-combativa, comprometida con la realidad política inmediata de la Argentina del período 1955-1970. La intencional filiación épica se explicita tatextualmente en su estructuración formal en diez «Rapsodias», introducidas por un «Introito» en donde el narrador −testigo y protagonista− presenta las claves de esta «epopeya que expone el «método lineal y rapsódico» de la narración de la «gesta megafoniana» en sus «vicisitudes exteriores». En “Megafón o la guerra”, la lectura histórico-social de la realidad argentina revela la posición política del autor, comprometida con el Partido Justicialista, tras 1955. Desde este horizonte ideológico, la obra se estructura como la crónica de una sucesión de batallas «revisionistas» y analíticas de la historia argentina, en sus manifestaciones exteriores, guiadas por Megafón y recogidas por el narrador-personaje, cronista, testigo y protagonista – que encarna, a su vez, al narrador-autor empírico. La simbolización de la Patria con una Víbora retoma la imagen de la Argentina visible en oposición a la de la Argentina invisible. La sucesión de batallas desenmascara y confronta, a través de la parodización, diferentes discursos y horizontes socio-discursivos que constituyen proyectos opuestos de organización nacional y de universalización de las esencias físicas y metafísicas de la patria. El movimiento centrípeto y ascendente por el nivel religioso, camuflado con estrategias discursivas de carnavalización, actualiza en la novela «políticamente comprometida», la estructura tradicional del universo épico, conformada en la relación entre el héroe, la comunidad y la divinidad. La revisión histórica reconoce en la actual oligarquía argentina, «que usufructúa el poder en su beneficio», el patriciado revolucionario y civilizador degenerado que, por «un olvido total de las consignas, un abandono del escenario”, ha traicionado la patria y los valores patricios que le permitían «conducir a un pueblo según el orden terrestre y el celeste».

Las «Dos Batallas» de Megafón se proponen desenmascarar la exterioridad inauténtica del pueblo argentino. La saga final de las Dos Batallas de Megafón –que concluyen con la muerte sacrifical del héroe– es el «Operativo Caracol», es decir, el abordaje al Château des Fleurs, edificio construido como una espiral centrípeta o un serpentín de destilación entre el río Sarmiento y Luján, que imitaba paródicamente las moradas de Santa Teresa de Jesús, las «tranqueras de la vía iniciática».
En la «Estancia Central» del Caracol de Venus está encadenada Lucía Febrero, imagen-símbolo de la Madonna Intelligenza según la doctrina de los Fedeli d’amore, y personificación de la Patria sometida, que continúa el símbolo de la mujer cautiva del Martín Fierro de Hernández, encarnación del «ser nacional, enajenado y cautivo como ella». De esta forma, las Dos Batallas de Megafón –construidas en un plano concreto, histórico y simbólico– discursivizan –con estilizaciones paródicas– procesos históricos concretos, conflictos sociales e interpelaciones ideológicas opuestas, y configuran la imagen de la Patria, esa «Novia del Suceder», en sus «conos de luz y de sombra», en sus «esencias físicas y metafísicas», proponiendo una «Didáctica de la Patria», fundada en la virtud individual y colectiva que permita la realización de su destino como provincia del cielo y de la tierra.

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Frases de “Megafón o la Guerra”:
“Soy Megafón- se dijo-: Megafón es un hombre, luego soy el hombre y estoy ahora en el mundo del hombre”. (Rapsodia I).

“El Coraje civil es un coraje de polvorines”. (Rapsodia II).

“Fue aquella misma noche y al filo de la madrugada cuando Megafón tuvo la experiencia o el ensueño que me refirió después y que titulo ahora La Calesita del Tango… Según el Autodidacto, de Villa Crespo, fue al llegar a la intersección de San Pedrito y Tandil cuando llegó a sus oídos aquella música fantasmal que al parecer brotaba de la misma esquina y en la que no tardó en reconocer los compases del Tango Nueve de Julio, pero transferido a lamentables escalas dodecafónicas… Y al entrar en el baldío comprobó dos hechos: el lugar parecía lleno de cierta luz fosfórica muy tenue y el tango resonaba en él con mayor fuerza… Jinetes de caballitos y cisnes de madera, giraban también ciertos hombres no identificables aún, bajo la mirada estudiosa de dos personajes que se mantenían de pie junto al palo de la sortija y que, según supo luego Megafón, eran un demonio llamado Ben y un demonio llamado Nelson. El matungo alazán comenzó a detener su marcha penosa, y con ella fueron deteniéndose la calesita y la música. No bien reinó el silencio y fue lograda la inmovilidad, el demonio llamado Ben se dirigió a los jinetes . -Senores-. les dijo en son de triunfo-, es inútil darle más vueltas a la calesita. ¡El tango ha muerto!”… (Rapsodia II).

“Al cabo de tres días, el constructor se presentaba en el chalet de Flores con un material informativo tan útil como excitante: La Operación Aguja se realizaría el sábado venidero por la noche… San Mateo, capítulo XIX, 23 y 24. “En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los Cielos. Otra vez os digo que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el Reino del Señor. ¿Entiende?. Así hablaba ese macho de Jesucristo”… (Rapsodia III).

“Estábamos metidos en un rock and roll infernal, en un baile de gárgolas que se retorcían al son de un cuarteto fantasmagórico… Por lo cual no vimos al profeta ni escuchamos las trompeterías del Cielo. Entonces la ciudad y el mundo se incendiaron como un libro lleno de imágenes. Porque de la catedral sólo habíamos quedado las gárgolas. Después el silencio, como si se hubiera suicidado la música”… (Rapsodia IV).

“Un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo… Señores, con licencia del profesor y si todavía nos queda tiempo, ¡a la carga!. Los asados están listos”. (Rapsodia IV).

“¿Quién habló allí?. ¿El historiador Cifuentes, el viejo Don Martín acostado en sus maderas o el General Irgarzábal asomándose desde su eternidad a ese museo de cosas perimidas?. Todo está en silencio/y el silencio responde con su voz de agua muerta. Si un ejército cruza una montaña, el soldado se hace piedra y la piedra se humaniza”. (Rapsodia IV).

“La existencia de un pueblo no se da en un círculo cerrado: se desarrolla en una espiral abierta y creciente. La Paleoargentina es una vuelta de espiral que ha terminado su recorrido: la Neoargentina es una vuelta de la misma espiral que arranca en el punto exacto donde concluye la otra. De tal modo, la espiral entera se parece a una víbora enroscada en un árbol… La Víbora es la Patria. Hay, pues, dos Argentinas en sucesión y no en real enfrentamiento. Lo que sucede aún es que los argentinos finales, en su agonía, se resisten a la otra vuelta de la espiral y estorban su desarrollo; porque lo que actúa en los argentinos finales es una mentalidad igualmente finalista y cerrarda. Ustedes, los de la Metahistoria, la llamaron colonialista… Es una mentalidad que no rompe las estrechas y cómodas estructuras del coloniaje: un horizonte mental en que cabía otra noción de la Patria naciente y sus destinos posibles. Un horizonte, al fin de cuentas, es también un círculo cerrado; y la Patria es un animal viviente que se desenrosca en expansión y exaltación”. (Rapsodia IV)

“Era una repetida figura de lo que se llamó después en clave megafónica El Malambo de los Generales: cada General se adelantaba fieramente hasta el proscenio, hacía sus mudanzas de zapateo folklórico y era sustituido por otro General igualmente coreográfico”… (Rapsodia V).

“Afuera se agiganta el volumen del sonido, se afirma el haz de la realidad, se acelera el paso de un suceder que la excluye de sus ámbitos”. (Rapsodia V).

-”¡Has vuelto Ántrax!- dice la Tiniebla y acuchillando el Vacío-. ¡Mostrá la jeta, cobarde!… ¡Fuera de aquí Ántrax!. ¡Yo te reprendo y expulso en nombre del Crucificado!”. (Rapsodia V).

“Con Megafón a mi diestra y Samuel Tesler a mi siniestra, veo en la pantalla una serie de imágenes vertiginosas que han registrado el nacimiento, la pasión y la muerte del transitivo Nadie“… (Rapsodia VI).

“La Patria. Señor de los ejércitos… Al escuchar el vocablo los jurisconsultos no escondieron su asombro… ¿Era un anacronismo del General o una entrañable reminiscencia de escuela?… La Sublimidad ha muerto. El hombre se mutiló a sí mismo en su flanco de la Sublimidad: ya no puede tender a lo Sublime… La Sublimidad: ¡una pera de agua!”. (Rapsodia VI).

“Cuando se grite ¡No va más!, y parezca en efecto que No va más, y llorando se diga: ¡No va más!… Entonces, la llama de lo Inteligible despertará… Los deslumbrados hombres llorarán de alivio al descubrir nuevamente que dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí… Como un vino sin trucos, la Libertad hará de nuevo que se emborrachen santamente las tres potencias del alma… Y la historia lineal de Caperucita y el Lobo ha de curar a los agonizantes y resucitar a los muertos”… (Rapsodia VI).

”No raspes negligentemente la pintura exterior de un hombre- se dijo en su hora:- podrías encontrar debajo la cara de un ángel o de un demonio”. (Rapsodia VII).

“El número es divino. Esencia y Omnipotencia: Sumo, luego existo y puedo”. (Rapsodia VII).

”La Tristeza no es un gas inodoro como sostienen los químicos… La Tristeza huele a jabón de azufre; a rana en su pozo y a helecho que brota en la juntura de dos ladrillos“. (Rapsodia VIII).

“En las tres noches finales también ella soñó con elementos de simbolismo fatal: dientes rotos, y muelas arrancadas, excrementos de hombres y animales, edificios en demolición. Pero guardó en su alma esas premoniciones: asistió a los expedicionarios hasta el fin. Y nadie advirtió que se apagaba ella lentamente, como si ya se adelantase a la Muerte por Amor”… (Rapsodia VIII).

“Aquel viernes, los diez asaltantes se reunían en el embarcadero del Club San Fernando (!!!) en uno de cuyos diques los aguardaba ya el Surubí con su motor caliente”… (Rapsodia IX).

“Gritos que se inician en una invitación a la guerra, y concluyen en un sollozo de triunfo… ¡Son las almas poliédricas de Abdul Imán que se funden por cada una de sus caras unánimes!. Luego el Autodidacto se mira caer en un sopor que le borra la conciencia del espacio y del tiempo. Tifoneades es un mago de kermese, pero sin duda, tiene sus bemoles”… (Rapsodia IX).

“Tres mundos en superposición o tres barrios en escalada integran a Buenos Aires, la ciudad de la Paloma… En alguno de los tres vive aún y vivirá Lucía Febrero al alcance de los poetas que la busquen”… (Rapsodia IX).

“Ahora sí, hermanos, este punto se va… Entonces, por haberme dictado las Escrituras y ejercido las virtudes heroicas, el filósofo recibió una copa rebosante de amrita, el vino de la Inmortalidad. ¿Y luego?: En la existencia universal no hay puntos finales- decía Samuel Tesler-: sólo hay puntos suspensivos“… (Rapsodia X).

(Final Enmarcado: Marechal/Editor): ”Y éstas fueron las dos batallas de Megafón que debí narrar tan sólo en sus viscisitudes exteriores… Sea como fuere, todo está aquí en movimiento y como en agitaciones de parto. ¡Entonces, dignos compatriotas, recomencemos otra vez!. Asi lo aconsejaba Heródoto, gran farol de la Historia, que sabía un kilo. ¡Y adiós, que me voy!”. (Rapsodia X).




→ Descargar “Megafón o la Guerra” de Leopoldo Marechal (Novela Completa):
http://isaiasgarde.myfil.es/get_file?path=/marechal-leopoldo–n-o-la.doc
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Fuente Original Post:

Marechal, Leopoldo, “Megafón o la Guerra”. En: Leopoldo Marechal. Obras Completas. Tomo IV: Las Novelas. Buenos Aires. Perfil Libros. 1998.-

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Links Post:
http://213.4.108.140/literatura/aispi/pdf/19/I_03.pdf
http://isaiasgarde.myfil.es/get_file?path=/marechal-leopoldo-megaf-n-o-la.doc
http://tostadora.blog.com/757982/

Fedeli d´amore

Dante and the Fedeli d'Amore
Bruce MacLennan
In class I mentioned the Fedeli d'Amore in connection with Dante's idealization of Beatrice. The following notes are intended to provide additional background information on the Fedeli in order to provide a context for Dante's poetry. I suggest that you first review An Interpretation of Courtly Love, which provides background and introductory material for the following discussion. I have also made some selections of relevant poetry. I welcome any questions, comments or corrections.

As we have seen, there is an ancient tradition of viewing love as a vehicle for ascending to the divine; it goes back at least as far as Plato (Symposium, Phaedrus). It can be discerned in the story of Cupid and Psyche, in the overall plot of the Golden Ass, and in the Plotinian Ascent (especially in its higher stages). It was adapted to a Christian framework by St. Augustine (354-430), in his Dimensions of the Soul, and St. Bonaventura (1221-1274), in The Mind's Road to God, which is the form that seems to be used in Dante's Commedia. (See Sources for the Dantean Ascent.) More generally, the "mysteries of love," especially in their Neoplatonic form, had a profound influence on the mystical branches of Judaism (e.g. Cabala), Christianity and Islam (e.g. Sufism). Here I will review some of the direct influences on Dante, beginning with the mystical poetry of the Sufis and the troubadours.



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Arab Mystical Poetry
Several different lines of development converge at Dante. The first is the tradition of Arab mystical poetry, which expresses longing and love for God, who is addressed as "the Beloved." This tradition began in the ninth century, but is most familiar to us in the poetry of Rumi (1207-1273), who lived some two generations before Dante (see Examples of the Poetry of Divine Love).

Arab mystical poetry draws from many sources, including Neoplatonism and Manichaeanism, in its idea of love and union with the divine, ideas which were considered heretical because, according to orthodox Islam, a finite being (such as a person) cannot love an infinite being (such as God). Indeed, several Sufi poets were tortured and executed for heresy, including al-Hallaj (857-922), known as "the martyr of mystical love." The charges against him said, "To adore God from love alone is the crime of the Manichaeans..." Therefore it was necessary to be somewhat vague about the identity of "the Beloved"; also, inebriation was used as a metaphor for the intoxication of divine love. Al-Hallaj wrote,

I am He whom I love, and He whom I love is I.
We are two spirits dwelling in one body,
If thou seest me, thou seest Him;
And if thou seest Him, thou seest us both.
It is interesting to note that the nearest contemporary analogues to the Commedia come from the Islamic world. For example, in Sura XVII of the Koran, Mohammed is transported by Gabriel from Mecca to the Dome of the Rock in Jerusalem, and from there he is taken to Heaven. Dante may have been familiar with a translation (Libro della Scala) of an Arabic popular text describing the Prophet's visit to the other world. There are also many parallels between the Commedia and the Meccan Revelations of Ibn al-‘Arabi, a Sufi poet.

Dante's innovation of placing Purgatory on a mountain may have Middle Eastern origins. In Muslim tradition, as well as in Hindu, Buddhist and Middle Eastern traditions, mountain tops are places where the gods are appeased and by which heaven may be approached (recall Moses on Mt. Sinai and the Tower of Babel). In many of these traditions, as in the Paradisio (cantos 31-33), the World Mountain is surmounted by a sacred tree at which a goddess figure sits dispensing the waters of life.



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The Troubadours and Courtly Love
There were many routes along which these Arabic poetic traditions came to Europe, and especially to Provence and Poitou in France, the birthplace of courtly love and the troubadour tradition.[1] In addition to coming back with the Crusaders, these poetic traditions came across the Pyrenees from Spanish lands, which had learned them from the Arabs in Andalusia. Thus it is not too surprising that half of the surviving songs of the first known troubadour, William of Poitiers, agree with a certain form of Arab mystical poetry (the zajel) in their detailed metrical structure and conventional expressions.

William (1071-1127), sixth Count of Poitiers and ninth Duke of Aquitaine, was a descendant of William the Great and Agnes of Burgundy, who established connections with the Neoplatonic academy at Chartres in the early eleventh century. Among other Platonic ideas, this school viewed the World Soul (Psyche ton Panton) of Plato as a force pervading the universe, a source of inspiration and wisdom. (In Plotinian terms, this is the World Soul between physical reality and the Nous, the Spiritual or Intellectual Principle.) They identified the World Soul with the Holy Spirit, an idea that was considered heretical.

Several poets were influenced by these Neoplatonic ideas. For example, Bernard of Sylvester wrote (c.1142) a poem in which Nature comes to Nous to beg for help in ordering chaotic Matter (Sylva); other goddesses are recruited to help in the creation of humans. Also in the twelfth century, Alan of Lille wrote a poem in which he is restored to spiritual health by a series of questions and answers administered by a beautiful goddess, Nature. (This is reminiscent of Boethius' Consolation, whose figure of divine Philosophia was very popular at this time.) Alan also wrote a work in which Prudence ascends to heaven in order to admit the soul of a perfect man. This reminds us of the Commedia, and in fact Dante was influenced by Alan.

These Neoplatonic ideas meshed with changes in women's status, which had been improving after a long decline since ancient Roman times. This was a result of many influences, including:

feudal society, which through marriage alliances and inheritance laws gave more independence to women,
the rise of the cult of the Virgin Mary in the twelfth and thirteenth centuries,
contact with Celtic society, where women were more respected (and indeed viewed as divine and prophetic by the druids),
the chivalric Arthurian romances (of which Dante was very fond).


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Catharism
Also influential was Catharism, the "Church of Love," which we discussed in connection with Wolfram's Parzival (see Manichaeanism). Beginning in the third century, as we saw, these ideas spread across Europe and as far east as China. In particular they were welcomed in the Languedoc, since the idea of good and evil deities was compatible with surviving Celtic traditions of light and dark gods. The Cathars had the God of Love and the Creator (or Great Arrogant), who had created the material world, which was considered evil. They contrasted their Church of Love with the Church of Rome: AMOR vs. ROMA. (Indeed, when Rome was founded by Aeneas, the son of Venus, as was customary it was given three names: a common name Roma, a sacral name Flora, and a secret name Amor.)

You will recall from the discussion of Manichaeanism that the Elect were banned from sexual relations and the Faithful were discouraged from them. This was because, according to Gnostic and Manichaean ideas, souls were first tempted to unite with matter (i.e., to become embodied) by the beautiful form of woman, created as a snare by the creator god. On the other hand, salvation could be won from a female divinity, existing from the beginning of time, known by various names: Maria, Wisdom (Sophia, Sapientia), Faith (Pistis), etc. She had born Jesus to show souls the way to escape from matter and reunite with their angelic spirits, who had remained in heaven. This divine feminine figure, who was also called the Form of Light, resided in the believer's spirit as well as in heaven (consistent with the Neoplatonic Nous). She met the believer's soul after he died, and greeted it with a kiss and salute. (For the kiss and salute, see Courtly Love.)

Catharism was apparently quite popular among the nobility of southern France and Cathar themes are pervasive in the troubadours' songs. No doubt some of the troubadours were practicing Cathars, while others were simply reflecting the values of their patrons. The Cathar belief system was poetic rather than rational, and so music played an essential role in maintaining the faith of the believers.

As discussed in Manichaeanism, the Elect (who were called "Goodmen" among the Cathars) were initiated in a ceremony called the consolamentum, because in it they received the gift of the Holy Spirit the Consolator. The bishops placed their hands on the initiate's head or shoulders (analogous to dubbing a knight) and bestowed the Kiss of Peace, which then was passed from Elect to Elect. Henceforth the newly "consoled" Elect received a "salute" of three bows from the assembled Believers.

In addition to an increasing appreciation for the feminine principle, both mortal and divine, the eleventh century saw a revaluation of physical love. Some poets had discovered that being in passionate love could change their consciousness, and so they began to see love and sex as means of spiritual illumination. Ancient texts such as Ovid's works on love (The Art of Love and The Cure of Love), which dealt with love's transformative power, were read with new appreciation, but the empire was officially Christian, and so these ideas had to be fit into a more or less orthodox Christian framework.

The Cathars called themselves Christian, but many of their beliefs were considered heretical by the Church. However there were competing, more orthodox movements within the Church, which attempted to accommodate the same psycho-sociological developments. For example, Joachim of Fiore (c.1132-1202) prophesied the dawning of an "Age of the Spirit" in which the Holy Spirit would incarnate as a woman. Also, St. Bernard of Clairvaux (1090?-1153) taught the mystical ascent of the soul through Love in his sermons on the Song of Solomon and transformed the Cistercian order, emphasizing mysticism devoted to the Virgin Mary and divine Love. Although he competed avidly against the Cathars, it is worth noting that he said about them, "No sermons are more thoroughly Christian than theirs, and their morals are pure." (Recall that St. Bernard was Dante's sixth and final guide in the Commedia.)

However, as Anderson [ADM 43] has said, the Albigensians (a Cathar sect) presented "the greatest doctrinal threat that the medieval Church had to meet," and so the Albigensian Crusade was declared in 1208 and lasted until 1229. De Rougemont [dR 111n1] has described the crusade as "the first genocide or systematic massacre, of a people recorded by our 'Christian' western history." The Church destroyed the Cathars' mountain-top castle Montségur, traditionally identified with Monsalvat, the Grail Castle; after it fell, 211 Elect men and women were executed by burning. (See Manichaeanism for more on the crusade.) Although this catastrophe forced the Cathars underground, it scattered the troubadours and their heretical ideas throughout Europe.

Similarly, Eleanor of Aquitaine (1122?-1204) brought her troubadours with her when she departed from her Court of Love to marry first Louis VII of France and later to marry Henry of England. In 1170 she established her Court in Poitiers (where William, the first known troubadour, had lived thirty years before); it became a hotbed of courtly love. She was patroness of Chrétien de Troyes, who wrote the earliest versions of the Arthurian stories, including the Grail quest (a generation earlier than Wolfram's Parzival); he claimed to have got the story from Countess Marie of Champagne, Eleanor's daughter.

In their celebration of Love, the troubadours wrote in several different styles. Trobar leu was clear or easy poetry, which was used for love on the planes of the physical world and the imagination, that is, the Neoplatonic spheres of matter and soul. On the other hand, the obscure trobar clus, the enclosed, hermetic style, was used for transcendent love, that is, love in the sphere of Nous. Between these was the trobar rics, the rich or elaborate style, which depended on elaborate structures but tried to strike a balance between obscurity and clarity; Dante's style was much influenced by it. In some cases obscurity was necessary to avoid charges of heresy.

Although the Cathar leaders had been exterminated and many of their congregations destroyed, their ideas did not vanish, but reappeared in many sects and movements. These had in common an ambitious spirituality incorporating a doctrine of "radiant joy," praise of poverty, anti-clericalism, vegetarianism and an egalitarian attitude that sometimes verged on communism. Heretical beliefs, especially denial of the Trinity, were also common.



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The Templars
It is necessary at this point to mention the Knights Templars, a military-religious order charged with guarding the Temple in Jerusalem and other sacred sites in the Holy Land, and also with protecting pilgrims on their way to and from it. They were formally founded in 1118 and soon won the blessing of St. Bernard (Dante's sixth guide). They had their headquarters in Jerusalem until it fell to the Moslems (1187), and are considered a major (but not the only) vehicle for bringing Islamic mystical ideas into Europe. Certainly their military duties obliged them to become intimately familiar with Muslim beliefs, and perhaps to infiltrate Islamic groups.

Claims of Dante's connections with the Templars first surfaced in the seventeenth century. They were investigated and defended especially by Dante Gabriel Rossetti (1828-82), who went so far as to claim that the Commedia represents Dante's initiation into La Fede Santa (The Sacred Faith), a "tertiary order" of lay people. (Such orders were permitted by the "rule" of many religious orders, including the Templars.) Certainly the Commedia contains considerable symbolism connected with the Templars and the Temple. Anderson [ADM 279] adds,

it is possible that, through this proximity, Sufi ideas and practices, founded as they were on many of the same Neoplatonic traditions that nourished Christian mysticism, and with the added appeal of the Perennial Philosophy, infiltrated among the members of the order and thence to the lay members of the confraternity of the order known as La Fede Santa, to which Dante is supposed by supporters of the Templar theory to have belonged.
The theory is perhaps considered exaggerated by modern scholars, for there were other vehicles for Sufi influence on Dante, but it has had recent defenders among Dante experts (e.g., Luigi Valli, René Guénon).

In any case, the Templars were exterminated in 1307-12 (about the time Dante was writing the Inferno) on grounds of heresy, but a more important reason was their financial and political power. Nevertheless, secrecy and obscurity were necessary afterwards, since any defense of the Templars or their ideas could be interpreted as heresy. Anderson [ADM 279] concedes that, "Many of the most obscure allegorical passages [of the Commedia] receive their most coherent explanation when related to the crisis of the Templar order."



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The Fedeli d'Amore
The Fedeli d'Amore (The Faithful of Love) were a group of poets practicing an erotic spirituality, which can be seen as an application of chivalric ideas (including courtly love) to the regeneration of society. Anderson [ADM 80] describes them as, "rare spirits who were struggling to devise a code of life that retained from chivalry the idea of nobility, while making it depend on personal virtue instead of inherited wealth and breeding, and that preserved spiritual aspirations not unlike those of some mendicants without demanding a life of withdrawal or celibacy." They "formed a closed brotherhood devoted to achieving a harmony between the sexual and emotional sides of their natures and their intellectual and mystical aspirations" [ADM 85]. The Fedeli were expected to write only about their own mystical experiences, so actual practice was mandatory, and they apparently had a system of degrees representing the levels of spiritual progress.

Their system was based on psychological and spiritual doctrines, probably including a means of divine ascent through Love based on the six stages of St. Bonaventura (see Dantean Ascent), which correspond to Dante's six guides. Their practice also included training the imagination to hold the image of the Beloved in the form of one's Lady, since the pure light of the One would be too much to bear. Some of the group's doctrine was set forth by their leader, Guido Cavalcanti (1250-1300), in his long and elaborately structured poem Donna me prega ("A lady bids me..."). Ficino and other members of the Platonic Academy considered it to be "a supreme Neoplatonic statement of love" [ADM 83], although it is more Averroist-Aristotelian in content, and others have even called it a statement of Averroist doctrine in a secret language. On the other hand, Valli regarded Donna me prega as the manifesto of a secret group devoted to Sapientia (Wisdom). (Dante's perspective on Love was in fact more Platonic than Guido's.)

Rossetti apparently originated the idea that the poetry of the Fedeli contains heresies, which were disguised to hide them from the Inquisition. Many terms can be interpreted in two or more ways, but it is not so clear whether this was deliberate secrecy or a symbolic language automatically understandable to initiates. Certainly secrecy is advocated in the works of Dante and his contemporaries, and there was also a tradition of such double-entendres in the troubadours' trobar clus (closed or hermetic poetry), but Dante's poetry was influenced more by the trobar rics (elaborate poetry), which tried to balance clarity and obscurity. In time Dante and the Fedeli transformed the troubadours' symbolism into their dolce stil nuovo (sweet new style), which was intended to embody the beautiful doctrines of the Fedeli in correspondingly beautiful words and meters. Nevertheless, they were explicit in stating that the Lady should be interpreted symbolically.

There are many similarities of style and content between Sufi poetry and the poetry of the Fedeli, especially in their idealization of the Beloved as Holy Wisdom or Intelligence. This has led some of Valli's followers to propose that the Fedeli were a tarika, or secret order of Sufi dervishes. However, there were many other sources for Islamic influence, including the troubadour tradition (already discussed) and pilgrims returning from the Holy Land, where they would have heard from Muslim guides about the Prophet's ascent. The Templars may have brought the Fedeli some of these ideas, as well as the tradition of Solomon's Temple as the dwelling place of Wisdom (Sapientia). Indeed, there may have been an alliance between the Fedeli and the Templars.

As was common practice, in 1283 Dante attempted to contact the group by writing a poem to them. In it he described a dream of his in which Amor (Love) appeared with Beatrice, and he invited the Fedeli to interpret the vision. It begins:

Dante to the Fedeli d'Amore
To every heart which the sweet pain doth move,
And unto which these words may now be brought
For true interpretation and kind thought,
Be greeting in our Lord's name, which is Love.
(tr. D. G. Rossetti)
Several people responded, including Guido Cavalcanti, who replied in identical meter and rhyme to Dante's poem. (Such exchanges of poetry were also common among the troubadours.) His reply begins:

Unto my thinking, thou beheld'st all worth,
All joy, as much of good as man may know,
If thou wert in his power who here below
Is honor's righteous lord throughout this earth.
(tr. D. G. Rossetti)
Subsequently Dante was invited to join the Fedeli d'Amore, which he did. Guido eventually attracted Dante into "the Whites," his branch of the Guelph party, but Dante seemed to believe that art was a better means of social transformation. For art may create self-fulfilling prophecies, that is, prophecies that have the effect of bringing about the very conditions they predict. Such was the goal of the Commedia.



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Note
[1]
Province, Languedoc, Poitou: I will use these terms more or less synonymously for the part of southern France which gave birth to Occitan poetry (poetry from the region where oc meant "yes"). Technically, Province is the region east of the Rhône and Languedoc is west of it. Languedoc is part of Poitou, a region in west-central France. Poitiers was the capital of Poitou, which was part of (lower) Aquitaine.


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Sources
[ADM]
Anderson, William. Dante the Maker. London: Routledge & Kegan Paul, 1980.
[dR]
de Rougemont, Denis. Love in the Western World, revised & augmented ed., tr. by Montgomery Belgion. New York: Pantheon, 1956.
[LT]
Lindsay, Jack. The Troubadours and their World of the Twelfth and Thirteenth Centuries, London: Frederick Muller, 1976.


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This page is http://www.cs.utk.edu/~mclennan/Classes/US310/Dante-Fedeli-d-Amore.html
©2001, Bruce MacLennan. Last updated 2001/4/1 12:32:10 PM