Última visita al pulpo Paul

ONA CRONICA
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Última visita al pulpo Paul
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Por: ADOLFO ZABLEH DURÁN , TEXTO Y FOTOS.

¿Cuál era el secreto de los aciertos que hicieron famoso a Paul? Adolfo Zableh fue hasta Oberhausen, Alemania, pocos días antes de la muerte del pulpo para ver cuál era el verdadero misterio de un animal que generó cuatro millones de euros en ganancias.

A todo hombre le llega el momento de cuestionar su vida, de preguntarse, por ejemplo, si estudió la carrera que siempre quiso, si fue correcto o no cortar relaciones con su familia, o qué hace a 15.000 kilómetros de casa, en Oberhausen, un pueblo que ni siquiera sale en el mapa de Alemania. Y mi momento es justo ahora, en este martes de otoño, mientras hago la fila de una hora para ver al pulpo Paul, apenas semanas antes de que muriera. Aunque viéndolo ahora, en perspectiva, es como si hubiera hecho la fila para visitar la tumba de un muerto célebre.

Mientras más cerca estoy de pagar los 16 euros de la entrada, más me odio por estar deslumbrado, al igual que el resto del planeta, por una mera estrategia comercial de un acuario. Y lo digo porque la posibilidad de adivinar ocho marcadores en igual número de intentos es del 0,006%, cifra muy difícil porque contra las matemáticas no pelea nadie: ni un genio como Einstein, ni un incrédulo como yo, ni un tipo con nueve cerebros y tres corazones.

Pero acá estoy, como uno más que ha caído en la trampa, rodeado de alemanes de todas las formas y tamaños, en la puerta del Sealife de Oberhausen, negocio propiedad de Merlin Entertainments Groups, la compañía de parques temáticos más grande del mundo después de Walt Disney Parks and Resorts. Y vengo porque no me conformo con los cables de AFP, ni con los informes de la CNN, ni con los programas de debate que sobre el tema organizó una estación como la BBC de Londres. Yo no entiendo cómo una cadena de televisión que fue estandarte de la resistencia británica contra los ataques nazis de la Segunda Guerra Mundial haya podido vulgarizarse tanto.

He llegado porque quiero ver con mis propios ojos, y con el íntimo deseo de desenmascarar la farsa, a un animal tan adorable como impostor, a un cefalópodo de nombre Paul, de dos años de edad y nacionalidad francesa (o inglesa, de eso debatían en vivo en la BBC) que se convirtió en el más buscado en internet durante el pasado Mundial de Fútbol de Sudáfrica, por encima incluso de España, el campeón del mundo.

La rabia y la espera las mitigo con un pasatiempo más bien pedorro: mirar los yates y buques de mediano calado que transitan por los canales del Rin (no supe que era el Rin hasta esa misma noche, cuando lo consulté en internet). Estoy en esas cuando una empleada del acuario de pelo rojo, corto, liso y disparejo recorre la fila regalando dulces e inflando bombas para los más pequeños. Habla en alemán, pero yo la miro y le sonrío como si le entendiera.

Pago la boleta y me tomo la foto de rigor con un gigante tiburón de peluche. Todos los visitantes van en familia, en excursión escolar; yo, que voy solo, luzco más ridículo que ninguno junto al muñeco de dos metros de alto. Trato de hacer mi mejor cara, pero solo puedo dar una mueca de angustia a la cámara.

Paso el mal trago y entro rápido al Sealife, diseñado para simular la sensación de caminar en el fondo del mar. Ando lo más rápido que puedo, imaginando que por ser la estrella del momento, Paul estará en la última pecera, que será gigante, dorada y repleta con, algo así, como agua Evian; lo menos que se podría hacer por un animal que generó en vida unos cuatro millones de euros en ganancias.

Pero la pecera de Paul es común, apenas justa para él, que es un pulpo común, el más inteligente de los invertebrados, capaz de resolver problemas como salir de un laberinto, dueño de un cerebro principal en su cabeza y ocho más en cada uno de sus tentáculos, pero un pulpo común al fin y al cabo. Su valía no está en sus dotes adivinatorios, sino en su riqueza gastronómica.

El pulpo está al llegar a la tercera curva del acuario, justo al lado del estanque de los cangrejos, y se reconoce porque está adornada con las banderas de los equipos participantes en el Mundial en el mismo orden en que estaban organizados en los grupos. No se es alemán en vano.

Claro que afirmar que está ahí es apenas un decir, porque su pecera está vacía. Heikel, la rubia de no más de 20 años que cuida el estanque de la celebridad del momento, explica que Paul salió temprano esta mañana, como todos los días, se alimentó con moluscos, nadó un par de horas y se escondió en algún lugar entre las algas, los maderos, la arena, la desteñida réplica de la Copa del Mundo y los dos balones que adornan su estanque. El lugar de un metro de ancho, un metro de profundo y metro y medio de alto puede no sonar a mucho, pero es todo un latifundio para un animal como él, que no supera los 30 centímetros y carece de huesos. Cualquier rincón es una guarida en potencia.

Heikel agrega que desde que saltó a la fama se ha vuelto caprichoso, sale cuando se le da la gana y cuando lo hace no es por mucho tiempo. Los visitantes, decepcionados, esperan durante unos minutos y ya resignados, antes de irse, le toman un puñado de fotos a la pecera vacía para poder decir que ahí vive Paul (sin flash, porque no está permitido). El único pulpo que verán ese día será de peluche y lo comprarán en la tienda de regalos a ocho euros.

Pero yo no soy un visitante cualquiera, soy un periodista que ha cruzado el Atlántico para cumplir una misión, así que durante las próximas ocho horas me quedaré en el interior del Sealife como si del fondo del mar se tratara, veré cada estanque una y otra vez y cada tanto volveré al de Paul a ver si está allí. Al final del día, y tras haber jugado con las tortugas, haber visto alimentar a los tiburones y golpear sin permiso el vidrio donde nadan las rayas, mi cuaderno marca 12 visitas sorpresa con igual número de fracasos. Para la última, la guardiana del pulpo ya no es Heikel, sino Denise, que se encoge de hombros cuando le pregunto, sumergido en la indignación —nunca mejor justificada—, si Paul piensa salir hoy.

El ejercicio del día sirvió para sentirme engañado —más—, para confirmar mi teoría de que Paul es un engaño (ya que además parece no existir) y para notar que en los parlantes del Sealife suenan durante todo el día solo tres canciones tipo new age que rotan todo el tiempo. Me voy derrotado, nadie más decepcionado que yo; bueno, quizá Hans, un alemán de Bonn que vive en Madrid desde hace diez años, habla perfecto español y que llegó hasta Oberhausen con sus hijos, todos uniformados con la camiseta de España, para visitar a Paul. Hermanados por la tristeza, dejamos el lugar con el corazón roto y una cantidad innumerable de fotos de un estanque vacío.

***

Estoy dispuesto a pagar otros 60 euros de noche de hotel, y 16 más de la entrada del día siguiente, solo porque Paul lo amerita. Ni siquiera Paul, sino la idea de develar su misterio. Esa noche, en lugar de ver televisión en alemán, me dedico a investigar del tema.

No hay nada que pruebe que exista un animal con capacidades premonitorias, pero hay por lo menos un par de casos en la historia reciente que ponen a pensar. Cada 2 de febrero, 30.000 personas llegan a Punxsutawney, Pensilvania, para saber qué tiene que decir Phil, la marmota, con respecto al clima. Si el animal sale de su madriguera y ve su sombra, se asusta y vuelve a ella, lo que quiere decir que habrá seis semanas más de invierno. Si no la ve, quiere decir que la primavera está a la vuelta de la esquina. La ceremonia se celebra desde finales del siglo XIX y un estudio reciente afirma que Phil acierta entre el 75% y el 90% de las veces.

Sin embargo, lo más parecido al caso del pulpo Paul ocurrió también en Alemania a comienzos del siglo XX. Se trataba de un caballo llamado Hans que supuestamente tenía propiedades para hacer operaciones matemáticas, trabajar con fracciones, decir la hora, calcular el calendario y distinguir tonos musicales, todo por medio de golpear el suelo con una de sus patas delanteras. Su dueño, un profesor de matemáticas llamado Wilhelm von Osten, recorrió parte de Europa haciendo exhibiciones, y el negocio iba bien hasta que se creó una comisión para investigar el fenómeno.

Un estudio realizado por 13 personas concluyó que Hans había sido entrenado por Von Osten y que el animal respondía al lenguaje corporal de su dueño. Hans era muy inteligente y podía notar las reacciones del matemático tales como cambios en el tono de voz o el lenguaje corporal, reconociendo automáticamente cuándo tenía que dejar de golpear el piso. De hecho, cuando se hicieron pruebas con el caballo sin la presencia de Von Osten, su porcentaje de respuestas correctas bajó del 89% al 6%. El caso hizo carrera en psicología, dando lugar a un efecto llamado Clever Hans, en honor al sabio equino.

Y al parecer fue el efecto Clever Hans lo que pasó con Paul. Cada vez que el pulpo hacía uno de sus rituales de adivinación, lo hacía frente a las cámaras, pero también a sus entrenadores, lo que podría haber "contaminado" el comportamiento de un animal que, como él, es capaz de resolver problemas tales como salir de un laberinto.

Todo lo que hiciera el animal se convertía en noticia mundial. Se llegó a decir que había un acuerdo entre la Fifa y Merlin Entertainments Groups para amañar el resultado de los partidos, o que se ponía intencionalmente un mejillón descompuesto en uno de los recipientes, y uno fresco en el otro. Lo que fuera con tal de justificar la infalibilidad de Paul.

***

Cuando Alemania jugaba, el plan en la región de Renania, donde se encuentra Oberhausen, era ir antes del partido hasta el Sealife para enterarse de primera mano qué había dicho Paul. En días así, el tiempo de espera en la fila no era de 50 minutos, sino de hasta tres horas, y muchos hinchas tenían que devolverse a sus casas sin poder entrar.

El método de adivinación de Paul consistía en que antes de cada partido se le presentaban dos recipientes idénticos, transparentes y rectangulares, cada uno con un mejillón en su interior. Uno de ellos estaba marcado con la bandera de Alemania y el otro con la bandera del equipo oponente. Se interpretaba que del recipiente del que comiera Paul saldría el equipo ganador.

La gente de Sealife montó el show que era seguido por millones, pero nunca dio una explicación al respecto, por eso todo el mundo comenzó a hablar. Los pulpos como Paul no viven más de tres años, aunque para la fecha de su muerte, tenía más de cuatro. En la marcha hubo informaciones contradictorias, y al parecer se cambió la versión: se dijo que no había nacido en 2006, como en un principio, sino a comienzos de 2008. Luego, cuando empezó a correr el rumor de que Paul escogía las banderas de colores más vivos (de ahí que prefiriera a España sobre Holanda en la final) los biólogos marinos salieron a aclarar que los pulpos comunes tienen visión blanco y negro, y que lo que Paul veía era una amplia gama de grises.

Más arriesgada que todos, la china Jiang Xiao, directora de un documental sobre el pulpo, afirmó que estaba segura de que Paul había muerto exactamente el 9 de julio, 48 horas antes de la final, y que lo supo porque ese día notó al personal del acuario en extremo nervioso y misterioso, y que en esa fecha ella había recibido un trato muy diferente al de días anteriores.

Pese a los rumores, la popularidad de Paul nunca bajó. Tantas propuestas descabelladas llegaron a las oficinas de Sealife (hacer una película en la que un hincha alemán resentido mataba al animal, organizar una gira por las principales ciudades españolas) que la empresa creó el puesto de mánager Paul, responsabilidad que recayó en Chris David. El inglés rechazaba más solicitudes de las que aceptaba, y se afirmaba que sus órdenes eran cobrar por cada aparición del pulpo en la prensa. El rumor nunca se confirmó hasta que en agosto unos periodistas del diario español Marca quisieron saber cómo le iría al corredor de Fórmula 1 Fernando Alonso en el GP de Hungría.

Los reporteros insistieron pese a que se había anunciado que el España 1 - Holanda 0 del 11 de julio en Johannesburgo había sido lo último en el campo de la adivinación que había hecho Paul. Cuando David dijo que hacer tomas del pulpo (sin ningún tipo de predicción) costaba 15.000 euros (40 millones de pesos colombianos), el escándalo llegó a la prensa y la imagen de Paul, un animal inocente, se dañó para siempre.

Pero para siempre es un término caprichoso, muy relativo, y en este caso no duró más de dos meses, porque Paul murió la última semana de octubre en su alberca de Oberhausen. Falleció por causas naturales durante la madrugada, también de un martes, y su cuerpo fue encontrado sin vida en las primeras horas de la mañana por empleados del acuario. La noticia fue tan dolorosa como previsible: aún con vida, Paul llevaba varios días sin moverse. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas serán el mayor símbolo de una sección especial que se construirá en el acuario de Oberhausen, un espacio con todo tipo de memorabilia audiovisual y de mercadeo.

***

El miércoles me levanto muy temprano, hago check out, no me doy el lujo de desayunar, dejo mi maleta en un locker de la estación de trenes y me dirijo nuevamente en bus al Sealife, que abre a las 10:00 de la mañana pero me tiene a mí haciendo fila desde las 8:50. Si Paul existe, yo seré el primero en verlo hoy.

La hora se pasa rápido. Al momento de abrir las puertas hay al menos 150 personas detrás de mí que no se amontonan, nadie me empuja, nadie se cuela. Pago los euros, evito la foto con el tiburón de dos metros, paso por encima de las peceras de la entrada, no les pongo atención a las barracudas ni a otros tiburones, mucho menos a los peces gato. Cuando los de atrás descubran todo eso con asombro, yo ya llevaré varios minutos a solas con Paul, si es que está ahí, si es que es real.

Tomo con nervios la curva donde nadan los pepinos de mar y al salir de ella me encuentro con un equipo de periodistas de la cadena de televisión 2ZF. Han estado ahí desde las 9:00 de la mañana, haciendo una nota para un programa infantil. La pequeña reportera que la presenta no debe tener más de diez años, pero lo hace con un profesionalismo que sorprende. Ahí está Paul, tan pequeño cuando se contrae, tan largo cuando decide nadar de una pared a otra. Debe pasar de 30 a 70 centímetros en cuestión de décimas de segundo.

La cámara no pierde sus movimientos y lo enfoca con una potente luz, dejando así en ridículo esa norma del acuario que prohíbe a los turistas usar el flash de sus cámaras para fotografiarlo. Han pasado diez minutos y ninguna de las personas que estaba detrás de mí en la fila ha llegado. La niña reportera cierra la nota haciendo el ademán de lanzar el micrófono hacia la cámara, y una vez dicen "corten" se pone a jugar con el pulpo como la niña que es.

Paul me ha callado la boca. Así no tenga ni idea de adivinar, es real. También es igual al de las fotos, al de los videos de internet, al de las notas de CNN, aunque en televisión daba la impresión de ser más grande. Se pone a nadar de un lado a otro como si nadie estuviera allí por él. Mirarlo a los ojos basta para saber que te está observando, que siempre está alerta y que, en efecto, es inteligente. Tiene pinta de que sabe algo que nosotros no, y en efecto lo sabe, o lo sabía: cualquiera haya sido el secreto que yacía detrás su leyenda, Paul se lo llevó a la tumba. Lo que no se llevó fue ni uno de los centavos que les hizo ganar a sus dueños.

Nuestro encuentro es efímero. Minutos después llega la comitiva de visitantes y Paul se asusta, se queda inmóvil por unos minutos y luego se esconde. A la vista solo queda uno de los tentáculos, que es fotografiado hasta el hartazgo por los turistas.

Yo fui el primero en visitarlo esa mañana, y fui también uno de los últimos en verlo con vida. En su lugar, y como si se tratara de una sucesión monárquica, hoy ya nada Paul el II, que no es hijo del original porque Paul murió virgen. El nuevo Paul mide menos de 30 centímetros, es del mismo color café y tiene la misma mirada inteligente. Es un pulpo común y corriente, como todos los de su especie, y seguro no es capaz de saber cómo le irá al Rot-Weiss Oberhausen, que juega en la segunda división.

Cajón vacío - Identidades cambiadas

Desapareció el cadáver de un millonario en medio del juicio por su herencia
13:45
La Justicia de Entre Ríos ordenó ayer una nueva exhumación del cuerpo de José Alberto Antonio Reggiardo, pero cuando abrieron el cajón no encontraron nada. El objetivo era obtener muestras para comparar su ADN con el de una mujer acusada de haber cambiado su identidad para heredar su fortuna.

Esta semana comenzó un juicio oral en la Cámara del Crimen de Gualeguay, provincia de Entre Ríos, contra María Angélica Godoy, de 30 años, acusada de haber cambiado su identidad para heredar una fortuna de al menos 35 millones de dólares. También están siendo juzgados un escribano y un abogado, acusados de haber fraguado los papeles necesarios para hacer pasar a la mujer como hija del millonario estanciero José Alberto Antonio Reggiardo. El 5 de julio de 1998, Reggiardo, de 73 años, piloteó su helicóptero por última vez.

La máquina cayó en su estancia El Cerro, cerca de Paraná. Sufrió heridas graves, fue llevado a una clínica cordobesa y murió. Ese mismo día llegó al sanatorio Mario Aníbal Calderón, de 47 años, gritando: "El era mi padre". Así empezó la pelea. Ahora, para agregarle misterio y tensión al debate, el cadáver del millonario desapareció. Los restos ya no están en el ataúd en el que fueran enterrados hace diez años, tras haberse ordenado otra exhumación.

En momentos en que se realiza el juicio que determinará a quién pertenece la herencia, la Cámara del Crimen de Gualeguay había dispuesto que éste mediodía se realizara la exhumación de los restos para la toma de muestras de un ADN. Pero en el cajón "sólo se encontró una caja de lata y no había señales de la presencia del cadáver", afirmó el abogado de Calderón, presunto hijo del estanciero, que cuenta con un estudio de ADN que dio positivo.

Para todos, Reggiardo murió sin hijos. Había compartido los últimos 26 años de su vida con Luisa Etelvina Arrúa y no tenían descendencia. Por eso, en agosto de 1998 los primos de Reggiardo y Arrúa comenzaron la sucesión. El 19 de marzo de 1999, Calderón inició un pedido de prueba anticipada, que consistía en exhumar el cadáver de Reggiardo y hacer un ADN y unos meses más tarde comenzó un juicio de filiación y reclamó la herencia. ¿De dónde había salido Calderón? El hombre, hoy de 57 años, era hijo de María Calderón.

La mujer había nacido en 1923 en el campo del padre de Reggiardo. El tiempo pasó y ella se quedó allí a vivir y a trabajar. Tuvo tres hijos con uno de los peones. Pero había un secreto profundo: la mujer le había confesado a una hermana de Ríos que uno de sus chicos, Mario, era hijo del patrón, pero que nadie lo sabía. Todo se complicó cuando el pequeño y desconocido heredero tenía 3 años: María Calderón murió ahogada en el Paraná, pero pudo salvar la vida de su hijo (ver Muerte y milagro...). El tiempo pasó y escondió esa historia.

Ahora, el juicio. En el banquillo de los acusados están el escribano Luis Galli, el abogado Walter Martínez y María Angélica Godoy. Esta última, acusada porque presuntamente cambió su identidad con ayuda de los dos profesionales. La demanda Godoy aparece en escena noviembre de 1999. La joven tenía un acta de nacimiento del Registro Civil de Nogoyá que aseguraba que era hija de Reggiardo y Ramona Hilda Godoy (ni de Arrúa ni de Calderón) y con eso, excluía de plano a los primos de Reggiardo para cobrar la herencia.



(Fuente: DyN)

Jorge Ginzburg- Andrea Stivelberg

Una familia detrás de cámaras
Su mujer desde hace más de 20 años, Andrea Stivel, era, además, la productora de sus programas.
Por: Fernanda Longo

PAREJA SIMBIOTICA ANDREA STIVEL Y GUINZBURG PASARON POR EL ALTAR EN 2001, TRAS 15 AÑOS DE CONVIVENCIA. LOS CASO EL RABINO BERGMAN.
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Al estilo de los grandes precursores de los medios, para Jorge Guinzburg no existía aquello de no llevarse el trabajo a casa. Su vida personal y su vida profesional eran una sola, se mezclaban constantemente y con consentimiento de partes.

Del mismo modo que se enorgullecía de hacer de sus equipos de trabajo un "club de amigos", sus equipos de producción eran, también, una gran familia. Empezando por su esposa, socia y productora general de sus programas, Andrea Stivel, la "gran mujer" detrás del pequeño hombre, aunque él insistiera en corregir aquello de "detrás" para ubicarla siempre a su lado, cuando no un paso adelante.

Guinzburg y Stivel -14 años menor que él, hija del recordado productor y director David Stivel, en palabras del conductor "el tipo más importante que tuvo la TV argentina"- se conocieron en 1986, en los pasillos de ATC, cuando él hacía La noticia rebelde y ella Mesa de noticias. Cuenta la leyenda que cuando ella, con su físico imponente y su metro setenta y cinco, pasaba por la puerta de su oficina, él gritaba "salió la grande", aunque siempre se ocupó de aclarar que, aunque su belleza lo había impresionado desde el primer momento, lo que lo enamoró fue su "inteligencia y su sentido del humor". Para entonces él tenía un matrimonio y dos hijas, Soledad (hoy de 32) y Malena (30). Pero el flechazo fue mutuo y en 1987 ya se habían mudado juntos. En diciembre de ese año nació el primer hijo de la pareja, Sasha (20), y en octubre de 1989 el segundo, Ian (18).

Durante 21 años, Guinzburg y Stivel fueron una de esas duplas emblemáticas de la tele: se admiraban, discutían, se reían, daban notas juntos y hablaban el uno del otro con apasionamiento, trabajaban incansablemente -aunque ella lo retara y se preocupara por la salud siempre delicada de él-, compartían cientos de horas en los canales de TV, producían programas periodísticos, humorísticos y temporadas teatrales, y disfrutaban intensamente su vida familiar y doméstica.

En noviembre de 2001, después de 15 años de convivencia, decidieron pasar por el altar: se casaron en una ceremonia religiosa judía, que celebró el rabino Sergio Bergman. La boda fue en un casco de estancia y los acompañaron sus cuatro hijos. Los flamantes esposos, uno de cuyos placeres confesos era viajar, se fueron de luna de miel a Italia. Pero no fue la única boda que celebró la familia: en agosto del año pasado la hija mayor del conductor, Soledad, decidió adelantar su casamiento para que su padre -que parecía estar recuperándose de su enfermedad- pudiera disfrutar la fiesta. El equipo de Mañanas informales estuvo entre los 270 invitados al Palais Rouge, y dicen que no hubo babero que alcanzara para contener la emoción del padre.

Haciendo honor a la tradición familiar, dos de los hijos de Guinzburg empezaron en los últimos años a transitar sus mismos pasos: Malena integraba el equipo de producción de la radio, y Sasha, el mayor de los varones, también trabajaba en su productora.

Celoso, inquieto, demandante -"siempre quiere más, siempre pide más", decía Andrea-, tan entusiasta de su trabajo como de Vélez (ver Pasión...), Guinzburg disfrutó intensamente de la vida que había construido, rodeado por los que quería y respetaba.

Ayer, poco antes de las dos de la tarde, como no hubo velatorio, los restos del conductor fueron trasladados de la clínica Mater Dei hasta una cochería de la calle Directorio. La Policía tuvo que cortar el tránsito de San Matín de Tours y Libertador, por la cantidad de cámaras que interrumpían el tránsito. Un rato más tarde, un operativo similar se montó sobre Gorostiaga 2169, domicilio del conductor. Hasta allí llegaron, entre otros, Ernestina Pais y Gastón Recondo (compañeros de Mañanas informales). Más temprano habían estado Marcos Bicho Gómez y su amigo personal Carlos Ulanovsky, además de familiares y conocidos. Los restos serían inhumados hoy en Pilar.

Rodolfo Terragno

Libros

Historia y futuro de las Malvinas (2006)
Esta es una historia distinta a cualquier otra historia de las Malvinas, escrita con elegancia literaria y rigor académico.
Se remonta a la competencia entre España y Portugal por el control de las vías marítimas al Asia; antes del descubrimiento de América y antes de que Inglaterra y Holanda emergieran como competidoras.De todos modos, su principal argumento jurídico no se vincula al descubrimiento. Ahora, dicho reclamo debe asentarse, según Terragno en hechos nuevos que, hasta el momento, la Argentina no ha invocado.
El autor expone ideas para evitar la pérdida definitiva de las islas, lograr una solución que contemple los intereses permanentes de las partes en conflicto y asegurar la paz en esta parte del mundo.


La Simulación / Argentina y el FMI: dos décadas de mentiras y autoengaños (2005)

En este libro, Terragno hace sorprendentes revelaciones y presenta documentos inéditos. El autor se propuso realizar un análisis descarnado de las relaciones de la Argentina con el FMI, desde la vuelta de la democracia hasta ahora. No critica desde fuera. No se asienta sobre interpretaciones, sospechas o conjeturas. Crítica desde dentro. Se inspira en hechos de los que fue testigo o parte. El hábito de Terragno de llevar notas, armar bases de datos y conservar documentos ha permitido construir esta historia de primera mano, que permite apreciar, como nunca antes, la verdadera naturaleza de las relaciones de la Argentina y el FMI. Más aun, el libro profundiza a tal punto que se transforma en un verdadero ensayo sobre el engaño y el autoengaño en la política argentina.

El Peronismo de los 70 (Tomo 1 y 2) (2005)Bajelo a su computadora [900 Kb aprox]

Es una cronología precisa de los 1.034 días que gobernó el peronismo durante aquella década. El texto se inicia con el fin de los 18 años de proscripción peronista y la llegada de Héctor Cámpora a la presidencia, repasa el interinato de Raúl Lastiri, desmenuza el tercer gobierno de Juan Domingo Perón y describe los días en que gobernó María Estela Martínez de Perón. El libro fue escrito en caliente, a poco de instalada la dictadura en nuestro país y apenas iniciado el exilio del autor en Venezuela. Terragno era entonces un periodista independiente que se vio obligado a abandonar el país. El peronismo era entonces un fenómeno difícil de entender para los extranjeros: un “movimiento” liderado por un ex militar que en Europa suponían de derecha, volvía al poder a través del apoyo de la juventud de izquierda. Una editorial británica pidió a Terragno un “Peronismo para principiantes”, para ser publicado en Europa y Latinoamérica, a excepción de la Argentina. La editorial cerró y esta obra permaneció inédita hasta hoy. En momentos en que se debate la identidad del peronismo (de aquel y del actual), esta obra ofrece una radiografía rigurosa de esos turbulentos años marcados a fuego por el debate ideológico y los enfrentamientos de todo tipo.


El Testamento de Illia (2003)

“Todos somos culpables y, cuando todos somos culpables, nadie lo es... Esta Argentina no es el país que queremos... Cada uno de nosotros ha arrojado, por lo menos, una piedra para destruir lo que tuvimos y lo que pudimos tener... En este punto, todos somos indembres?... No perdamos esta indemnidad... No le tengamos miedo a la ley, que la única autoridad no totalitaria... No nos tengamos miedo entre nosotros... Luchemos, yo no digo con generosidad: luchemos con sentido de la responsabilidad... No nos quedemos con odios... No son buenos, ni el odio ni el temor... Hagamos política... Valientemente, si cabe la palabra... Creo que de esa manera podemos marchar.” ARTURO UMBERTO ILLIA


Falklands / Malvinas (2002)

Cómo se vivió en Londres la guerra: las actitudes de los británicos, las internas del Parlamento, los momentos más difíciles de Thatcher; todo visto con los ojos de un periodista argentino que registró el conflicto desde Gran Bretaña y, durante meses, debió oír innumerables veces por día ese nombre, "Falklands", que él traducía mentalmente a "Malvinas".

Margaret Thatcher estuvo a punto de caer y debió vencer una gran oposición a su proyecto de reconquistar las islas por la fuerza.

Argentina perdió la guerra el 20 de mayo de 1982: ese día, una movida diplomática pudo haberla dejado dueña de las islas.

Los partes militares argentinos y británicos muestran significativas coincidencias.
Después de ganar la guerra, Gran Bretaña tomó una decisión que la dejó sin argumentos jurídicos para permanecer en las Malvinas.

Un libro polémico de Terragno, con los despachos originales que, durante el conflicto, envió desde Londres a "El Diario de Caracas"

Plan Nacional de Recuperación (2002)g>


La propuesta es polémica. Implica establecer prioridades precisas y cumplirlas. Le proponemos leerlo porque es tiempo de discutir ideas y fundar consensos.

Definiciones económicas (2002)


La economía en el centro del debate. 12 artículos publicados en los principales medios periodísticos del país, reflejan el pensamiento de Terragno en años clave: 1998-2001. Antes del inicio de la recesión, Terragno alerta sobre los peligros de una economía en "piloto automático" y la urgente necesidad de un modelo industrial exportador.

Debate Terragno/Cavallo. ¿Quién tenía razón? (1999)


A seis años del primer debate, este libro transcribe las dos confrontaciones que ambos tuvieron en TV y permite examinar, con mirada retrospectiva, los argumentos, pronósticos y propuestas del ex ministro de Economía y de uno de sus principales críticos.


Maitland & San Martín (1998)


"Se estableció en Mendoza, formó allí un ejército, cruzó con sus hombres la cordillera de los Andes, derrotó a los realistas en Chile, armó una flota, continuó por mar a Perú, desembarcó con su ejército, entró en Lima y se adueñó del corazón del imperio español en América.
Un militar criollo, José Francisco de San Martín, llevó a cabo esa formidable campaña entre 1814 y 1821.
Un militar escocés, Thomas Maitland, había concebido el plan en Londres, a principios de 1800".
Así comienza esta obra que revela un plan hasta hoy desconocido elaborado por un escocés dos décadas antes de la gesta de San Martín. Este hallazgo engrandece la figura del Libertador: no fue un "iluminado", fue un gran estratega que se preparó muy bien para la empresa que iniciaba y estudió todos los elementos disponibles para el éxito.
Bases para un Modelo de Crecimiento, Empleo y Bienestar (1996)


Como presidente del Comité Nacional de la UCR, Terragno coordinó los trabajos del Gabinete de la Oposición. Este libro presenta las bases para insertar a la Argentina en "el círculo virtuoso de las economías desarrolladas".
Todos los aspectos de una propuesta de gobierno se combinan en una estrategia: credibilidad a largo plazo, un nuevo modelo, moneda sana, competitividad internacional, "Boom" exportador, un Estado distinto, reingeniería presupuestaria, reforma financiera, cadenas de valor, federalismo económico, infraestructura, ciencia y técnica, competencia, desarrollo social.

El Nuevo Modelo (1994)


Este libro es una exposición sistemática de los vicios que carcomen al estatismo y al neo-liberalismo. No es, sin embargo, un ejercicio pasivo. En cada línea hay una toma de posición, hay el afán de adaptar ideas ajenas y germinar ideas propias. En todo el libro, hay diagnósticos y terapias.Las experiencias, los desafíos y los dilemas morales de nuestra época; todo es analizado en función de la realidad argentina. Cada dato, cada reflexión, cada juicio, es parte de un proyecto.Todos los artículos fueron publicados, originalmente, en la columna que el autor ocupaba semanalmente en la revista Noticias. En la misma línea que inició en 1985 con "La Argentina del Siglo 21", Terragno mira más allá, y señala caminos. El propósito es ayudar a formar una Argentina distinta, donde la economía sea poderosa y la organización social, solidaria. Una Argentina fundada sobre la razón, no sobre el mito. Una Argentina sin los dogmas y las injusticias del presente. Estas páginas prueban que no sólo hay una alternativa; hay un nuevo modelo.


Esta es la alternativa (1993)
Es un trabajo de divulgación de propuestas concretas del proyecto que se perfilaba claramente en los dos trabajos anteriores de Rodolfo Terragno.Se trata de una enumeración de esas propuestas concretas a través de una estructura en la que se desglosan los diferentes puntos que forman parte de este plan, y se consigna cómo deben estos actuar. Con este fin, se toman cuatro grandes categorías que guiarán la lectura: Perfeccionamiento de la democracia y moralización; Un Estado distinto; Modelo industrial exportador; y, por último, El desarrollo social. En resumen, no hay en estas páginas retórica. No hay, tampoco, un mero enunciado de aspiraciones. Hay propuestas concretas. Propuestas explicadas muy breve y sencillamente, como corresponde a un trabajo de divulgación; pero específicas y prácticas. Estas propuestas configuran un verdadero proyecto: político, económico y social.


Proyecto 95 (1991)
En su libro anterior, Terragno anticipaba su intención de reincorporarse a la política activa en la Argentina; en "Proyecto 95" lo encontramos plenamente inserto en ella. Este nuevo libro profundiza y completa las propuestas vertidas en "La Argentina del Siglo 21", dado que se nutre de la experiencia de gobierno y puesta en práctica de muchas de las ideas de Terragno, durante su gestión al frente del Ministerio de Obras y Servicios Públicos durante la última gestión radical. En "Proyecto 95" se encontrará, entonces, una identificación de la causa principal de la frustración que embarga al país: el estancamiento. A partir de este diagnóstico, el autor interpreta los cambios que están produciéndose en el mundo y define los objetivos necesarios para lograr el desarrollo en la Argentina: una concertación real, en el marco de un verdadero acuerdo político. Pero para ello hace falta terminar de afianzar la democracia, a través de una "moralización" de la política. El libro cierra con un enunciado de 100 propuestas para el desarrollo, que anticipan un proyecto mayor.


El Acuerdo con SAS (1988)
El acuerdo al que se llegó con la empresa de aviación Scandinavian Airways System (SAS) marca un punto importante en la gestión de Rodolfo Terragno al frente del Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Este Informe detalla las negociaciones que se llevaron adelante con el fin de arribar al acuerdo de incorporación de SAS (luego malogrado merced a la acción de la oposición del momento), y que marcaría un proyecto que lamentablemente quedó trunco: el inicio de una revolución en las empresas del Estado.


La Argentina del Siglo 21 (1985, 1986, 1987, 1988, 1999)

Si en "Memorias del Presente" Terragno se dedica a listar los males que acechan y los peligros que rodean a la Argentina, en este libro se dedicará a las propuestas. "La Argentina del Siglo 21" abre esperanzas y propone modos de convertirlas en realidad. El índice es suficientemente amplio, y abarca temas que están ordenados en cuatro secciones: Ciencia y Sociedad, Los Puntos de Partida, Las nuevas Generaciones y, por último, Aptitud para el Cambio. Dentro de cada sección, análisis claros sobre los cambios que se están produciendo en otras sociedades y propuestas sobre como tomarlos en Argentina. La propuesta de Terragno consiste en que "En estas páginas no se describe la Argentina que heredaremos del presente. Se procura trazar planos. Los de una Argentina que debemos construir".


The Challenge of Real Development, Boulder, Co. (1987)
Reseña del libro en cuestión.


Memorias del Presente (1984, 1985, 1986, 1987)

Este libro es una colección de artículos de R. Terragno, publicados por diversos periódicos. No obstante, todos estos artículos mantienen una profunda coherencia entre sí. Los temas tratados son abarcativos: los Estados Unidos de Reagan, la Inglaterra de Thatcher, el riesgo atómico, la Europa Socialista, la crisis centroamericana, la militarización del Atlántico Sur, las dictaduras sudamericanas, el problema de la deuda; todos estos temas son obsesiones del autor que terminan siendo articuladas en un libro. Como dice Terragno en la introducción: "Quizá deba admitir que todas las obsesiones son una misma obsesión. Si hubiera que resumir este libro en una palabra única, yo elegiría la palabra 'política'."

Muerte y Resurrección de los Políticos (1981)

Narra la crisis del sistema político argentino, que tendrá como fin el golpe de Estado de 1976, a través del testimonio de diversos personajes políticos en tono de entrevistas. Los entrevistados abarcan el amplio espectro político de la Argentina de su época: Perón, Pinedo, Balbín, Illia, Frondizi, Frigerio, Hardoy y Alende. La hipótesis que gira en torno a estas entrevistas es que la democracia, como se conoció en la Argentina, no era un fin; era, en cambio, un punto de partida. Para modificar esto, será útil oir a los personajes de este libro. Aprender de ellos y entender que quienes se preparan para ser elegidos son preferibles a quienes se preparan para la imposición.


Contratapas (1976- 1ra. edición)
De Cámpora a Videla (1981- 2da. edición, corregida y ampliada, de "Contratapas")
Este libro reseña las editoriales de la que fue la más importante revista política de su época, Cuestionario, tal como fueron publicados, mes a mes, desde mayo de 1973 a marzo del '76. Su tema es la Argentina, desde el triunfo de Cámpora hasta la caída de Isabel; los infortunios, los errores y las contradicciones de un movimiento populista y el drama de una sociedad asolada por la violencia, con la idea siempre vigente de que para que la historia tenga alguna utilidad, para que el pasado ayude al futuro, es necesario revisar, contínuamente, lo que se ha vivido, hecho y sufrido.


Los 400 Días de Peron (1974, 1975)
El último gobierno de Perón, revisado por un observador sagaz, que se permite analizar al peronismo fuera de la lógica de los fanatismos, donde la realidad se juzga desde perspectivas sectarias y casi nadie estuvo dispuesto a analizar desapasionadamente al peronismo. El Perón de este libro es, por lo tanto, un Perón distinto. Terragno procura explicar a Perón, partiendo de las condiciones que permitieron su retorno y estableciendo los límites de su experiencia postrera: los 400 días que completaron esa excepcional aventura humana.


Los Dueños del Poder (1972)
Este libro es un singular aporte al debate de los grandes problemas políticos de la Argentina, en primer lugar, y luego de todo el Tercer Mundo: un universo de valores prestados, regímenes anacrónicos y funestas marginaciones cuya existencia se confirma cada día. Rodolfo Terragno describe ese universo con implacable rigor e inteligencia. Glosando trabajos periodísticos propios, el autor desecha por completo el profuso y difuso barroquismo de la prosa panfletaria, para realizar una prolija, develadora radiografía de un mundo dominado.

OM - Order of Merit

Order of Merit

Order of Merit

Insignia of the Order of Merit presented to Dorothy Hodgkin, displayed in the Royal Society in London
Awarded by the

sovereign of the Commonwealth realms
Type Dynastic order
Royal house House of Windsor
Motto FOR MERIT
Eligibility All living citizens of the Commonwealth realms
Awarded for At the monarch's pleasure
Status Currently constituted
Sovereign Elizabeth II
Grades (w/ post-nominals) Member (OM)
Established 1902
Precedence
Next (higher) Dependent on state
Next (lower) Dependent on state

Ribbon of the Order of Merit
The Order of Merit (French: Ordre du Mérite)[n 1] is an order recognising distinguished service in the armed forces, science, art, literature, or for the promotion of culture. It was established in 1902 by King Edward VII of the United Kingdom. Admission into the Order remains the personal gift of the order's Sovereign, the reigning monarch of the Commonwealth realms, and is limited to 24 living recipients at one time from these countries, plus a limited number of honorary members.[1] While all members receive the ability to use the post-nominal letters OM and a medallion for life,[2] the Order of Merit's precedence amongst other honours differs between Commonwealth realms.

Contents
1 History
2 Eligibility and appointment
3 Current members
4 Precedence in each realm
5 Past members
5.1 Substantive members
5.2 Honorary members
6 Notes
7 Citations
8 References


History
The first mention of a possible Order of Merit was made following the Battle of Trafalgar in 1805, in correspondence between First Lord of the Admiralty The Lord Barham and William Pitt, though nothing eventuated from the idea.[3] Later, it was thought by Queen Victoria, her courtiers, and politicians alike,[4] that a new order, based on the Prussian order Pour le Mérite, would make up for the insufficient recognition offered by the established honours system to achievement outside of public service, in realms such as art, music, literature, industry, and science.[3] Victoria's husband, Albert, Prince Consort, took an interest in the matter, and it was recorded in his diary that he met on 16 January 1844 with Robert Peel to discuss the "idea of institution of a civil Order of Merit," and three days later conferred with the Queen on the subject.[5] The concept did not wither, and on 5 January 1888 British Prime Minister The Marquess of Salisbury, submitted to the Queen a draft constitution for an Order of Merit in Science and Art, consisting of one grade split into two branches of knighthood: the Order of Scientific Merit — for Knights of Merit in Science, with the post-nominal letters KMS — and the Order of Artistic Merit — for Knights of Merit in Art, with the post-nominal letters KMA. But The Lord Leighton, President of the Royal Academy, advised against the new order, primarily because of its selection process.[6]


King Edward VII, founder of the Order of Merit
It was Victoria's son, Edward VII, who eventually founded the Order of Merit on 26 June 1902 — the date for which his coronation had been originally planned[7] — as a means to acknowledge "exceptionally meritorious service in Our Navy and Our Army, or who may have rendered exceptionally meritorious service towards the advancement of Art, Literature and Science";[8] all modern aspects of the order were established under his direction, including the division for military figures.[2] From the outset, prime ministers attempted to propose candidates or lobbied to influence the monarch's decision on appointments, but the Royal Household adamantly guarded information about potential names.[2] After 1931, when the Commonwealth of Nations came into being and the former Dominions of the British Empire became independent states, equal in status to the UK,[9][10] the Order of Merit remained an honour open to all the King's realms; thus, as with the monarch who conferred it, the order ceased to be purely British.[1][11]

From its inception, the order has been open to women, Florence Nightingale being the first woman to receive the honour, in 1907.
Several individuals have refused admission into the Order of Merit, such as Rudyard Kipling, A. E. Housman, and George Bernard Shaw. To date, Prince Philip, Duke of Edinburgh, remains the youngest person ever inducted into the Order of Merit, having been admitted by Queen Elizabeth II in 1968, when he was 47 years of age.[2]

Eligibility and appointment
All citizens of the Commonwealth realms are eligible for appointment to the Order of Merit. There may be, however, only 24 living individuals in the order at any given time, not including honorary appointees, and new members are personally selected by the reigning monarch of the 16 realms, presently Queen Elizabeth II, with the assistance of her private secretaries;[2] the order has thus been described as "quite possibly, the most prestigious honour one can receive on planet Earth."[12] Within the limited membership is a designated military division, with its own unique insignia; though it has not been abolished, it is currently unpopulated, The Earl Mountbatten of Burma having been the last person so honoured.[2] Honorary members form another group, to which there is no numerical limit, though such appointments are rare; individuals from countries in the Commonwealth of Nations that are not headed by Elizabeth II are still considered foreigners, and thus are granted only honorary admissions, such as Nelson Mandela (South Africa) and Mother Teresa (India).[1]

Upon admission into the Order of Merit, members are entitled to use the post-nominal letters OM, and are entrusted with the medallion of the order, consisting of a golden crown from which is suspended a red enamelled cross. itself centred by a disk of blue enamel, surrounded by a gold laurel wreath, and bearing in gold lettering the words FOR MERIT;[13] the insignia for the military grouping is distinguished by a pair of crossed swords behind the central medallion. The ribbon of the Order of Merit is divided into two stripes of red and blue; men may wear their badges on a neck ribbon, while women carry theirs on a ribbon bow pinned to the left chest, and aides-de-camp may wear the insignia on their aiguillettes.[13] Since 1991, it has been required that the insignia be returned upon the recipient's death.[14]

Current members
Sovereign: Queen Elizabeth II

Members
(122)[n 2] The Duke of Edinburgh, Royal Consort, appointed 10 June 1968[15]
(145) The Reverend William Owen Chadwick, theological historian, appointed 11 November 1983[15]
(146) Sir Andrew Fielding Huxley, physiologist, Nobel Laureate, and former President of the Royal Society, appointed 11 November 1983[15]
(151) Frederick Sanger, biochemist and double Nobel Laureate, appointed 11 February 1986[15]
(158) The Lady Thatcher, former British prime minister, appointed 7 December 1990[15]
(162) Sir Michael Francis Atiyah, mathematician, Fields medalist, Abel Laureate, and former President of the Royal Society, appointed 17 November 1992[15]

(163) Lucian Michael Freud, portraitist, appointed 6 December 1993[15]
(166) Sir Aaron Klug, biophysicist, Nobel Laureate, and former President of the Royal Society, appointed 23 October 1995[15]
(169) The Lord Foster of Thames Bank, architect and Pritzker Laureate, appointed 25 November 1997[15]
(174) Sir Anthony Alfred Caro, sculptor, appointed 9 May 2000[15]
(175) Sir Roger Penrose, mathematical physicist, appointed 9 May 2000[15]
(176) Sir Tom Stoppard, playwright, appointed 9 May 2000[15]
(177) The Prince of Wales, heir to the throne and conservationist, appointed 27 June 2002[15]
(178) The Lord May of Oxford, ecologist and former President of the Royal Society, appointed 28 October 2002[15]
(179) The Lord Rothschild, philanthropist, appointed 28 October 2002[15]
(180) Sir David Frederick Attenborough, Broadcaster, appointed 10 June 2005[15]
(181) The Lady Boothroyd, first female Speaker of the British House of Commons, appointed 10 June 2005[15]
(182) Sir Michael Eliot Howard, military historian, appointed 10 June 2005[15]
(183) The Lord Eames, Anglican Primate of All Ireland and Archbishop of Armagh, appointed 13 June 2007[15]
(184) Sir Timothy John Berners-Lee, inventor of the World Wide Web and Director of the World Wide Web Consortium, appointed 13 June 2007[15]
(185) The Lord Rees of Ludlow, Astronomer Royal and President of the Royal Society, appointed 13 June 2007[15]
(186) Joseph Jacques Jean Chrétien, former Canadian prime minister, appointed 13 July 2009[16]
(187) Robert Neil MacGregor, art historian and Director of the British Museum, appointed 4 November 2010[17]

Vacant
Honorary members
(165) Nelson Rolihlahla Mandela, statesman and Nobel Laureate, appointed 21 March 1995[15]


Precedence in each realm
As the Order of Merit is open to the citizens of sixteen different countries, each with their own system of orders, decorations, and medals, the order's place of precedence varies from country to country. While in the United Kingdom, members rank below Knights and Dames Grand Cross of the Order of the Bath, it has been claimed by Stanley Martin, in his book The Order of Merit 1902-2002: One Hundred Years of Matchless Honour, that the Order of Merit is actually the pinnacle of the British honours system.[18] Similarly, though it is not listed in the Canadian order of precedence for honours, decorations, and medals, except relating to those who were appointed to the order prior to 1 June 1972,[19] Christopher McCreery stated in his book The Order of Canada: Its Origins, History and Development that the Order of Merit was the highest civilian award for merit a Canadian could receive.[20] McCreery reiterated this point in the press following the appointment of Jean Chrétien to the Order of Merit on 13 July 2009, stating "it [the Order of Merit] is ahead even of the Order of Canada,"[21] and Rafal Heydel-Mankoo, an editor of Burke's Peerage, echoed McCreery's views in stating that the Order of Merit outranked the Order of Canada.[22] Some orders of precedence are as follows:

Country Preceding Following
Australia
Order of precedence Knight/Dame Grand Cross of the Most Honourable Order of the Bath (GCB) Knight/Dame of the Order of Australia (AK/AD)
Canada[‡ 1]
Order of precedence Cross of Valour (CV) Companion of the Order of Canada (CC)
New Zealand
Order of precedence Knight/Dame Grand Cross of the Most Honourable Order of the Bath (GCB) Member of the Order of New Zealand (ONZ)[23]
United Kingdom England and
Wales
Order of precedence Knight/Dame Grand Cross of the Most Honourable Order of the Bath (GCB) Knight/Dame Commander of the Most Honourable Order of the Bath (KCB/DCB)

^ Not included in the official order of precedence for wear of orders, decorations, and medals.


Past members
Substantive members

The Earl Roberts, first British member of the Order of Merit
Florence Nightingale, the first female member of the Order of Merit, appointed in 1907
The Lord Rutherford of Nelson, first New Zealand member of the Order of Merit, appointed in 1925
Samuel Alexander, the first Australian member of the Order of Merit, appointed in 1930
Jan Smuts, the first South African member of the Order of Merit, appointed in 1947
William Lyon Mackenzie King, the first Canadian member of the Order of Merit, appointed in 1947 Countries[n 3] Name Date of appointment Date of death
1.[n 4] The Earl Roberts 26 June 1902 14 November 1914
2. The Viscount Wolseley 26 June 1902 25 March 1913
3. The Earl Kitchener 26 June 1902 5 June 1916
4. The Lord Rayleigh 26 June 1902 30 June 1919
5. The Lord Kelvin 26 June 1902 17 December 1907
6. The Lord Lister 26 June 1902 10 February 1912
7. Sir Henry Keppel 26 June 1902 17 January 1904
8. The Viscount Morley of Blackburn 26 June 1902 23 September 1923
9. William Edward Hartpole Lecky 26 June 1902 22 October 1903
10. Sir Edward Hobart Seymour 26 June 1902 2 March 1929
11. Sir William Huggins 26 June 1902 12 May 1910
12. George Frederic Watts 26 June 1902 1 July 1904
13. Sir George Stuart White 30 June 1905 24 June 1912
14. The Lord Fisher 30 June 1905 10 July 1920
15. Sir Richard Claverhouse Jebb 30 June 1905 9 December 1905
16. Sir Lawrence Alma-Tadema 30 June 1905 25 June 1912
17. George Meredith 30 June 1905 18 May 1909
18. William Holman Hunt 30 June 1905 7 September 1910
22. The Earl of Cromer 29 June 1906 29 January 1917
23. The Viscount Bryce 11 February 1907 22 January 1922
24. Sir Joseph Dalton Hooker 30 June 1907 10 December 1911
25. Florence Nightingale 12 May 1907 13 August 1910
26. Henry Jackson 26 June 1908 25 September 1921
27. Alfred Russel Wallace 26 June 1908 7 November 1913
28. Sir William Crookes 8 July 1910 4 April 1919
29. Thomas Hardy 8 July 1910 11 January 1928
30. Sir George Otto Trevelyan 19 June 1911 17 August 1928
31. Sir Edward William Elgar 19 June 1911 23 February 1934
32. Sir Arthur Knyvet Wilson 8 March 1912 25 May 1921
33. Sir Joseph John Thomson 15 March 1912 30 August 1940
34. Sir Archibald Geikie 1 January 1914 10 November 1924
35. The Earl of Ypres 3 December 1914 22 May 1925
36. The Viscount Haldane 26 May 1915 19 August 1928
37. Henry James 1 January 1916 28 February 1916
38. The Earl Jellicoe 31 May 1916 20 November 1935
39. The Earl of Balfour 3 June 1916 19 March 1930
41. The Earl Beatty 3 June 1919 11 March 1936
42. The Earl Haig 3 June 1919 29 January 1928
44. The Earl Lloyd-George 5 August 1919 26 March 1945
45. Sir James Matthew Barrie 2 January 1922 19 June 1937
46. Francis Herbert Bradley 3 June 1924 18 September 1924
47. Sir Charles Scott Sherrington 3 June 1924 4 March 1952
48. Sir James George Frazer 1 January 1925 7 May 1941
49. / The Lord Rutherford of Nelson 1 January 1925 19 October 1937
50. Sir Charles Algernon Parsons 3 June 1927 11 February 1931
51. Sir George Abraham Grierson 4 June 1928 9 March 1941
52. Robert Seymour Bridges 3 June 1929 21 April 1930
53. John Galsworthy 3 June 1929 31 January 1933
54. / Samuel Alexander 3 June 1930 13 September 1938
55. Montague Rhodes James 3 June 1930 12 June 1936
56. George Macaulay Trevelyan 3 June 1930 21 July 1962
57. Sir Charles Edward Madden 1 January 1931 5 June 1935
58. Philip Wilson Steer 1 January 1931 18 March 1942
59. Sir William Henry Bragg 3 June 1931 10 March 1942
60. John William Mackail 1 January 1935 13 December 1945
61. John Edward Masefield 3 June 1935 12 May 1967
62. Ralph Vaughan Williams 3 June 1935 26 August 1958
63. Sir Frederick Gowland Hopkins 3 June 1935 16 May 1947
64. The Lord Chetwode 1 January 1936 6 July 1950
65. Herbert Albert Laurens Fisher 1 February 1937 18 April 1940
66. The Lord Baden-Powell 11 May 1937 8 January 1941
67. Sir Arthur Stanley Eddington 9 June 1938 22 November 1944
68. The Lord Chatfield 2 January 1939 15 November 1967
69. Sir James Hopwood Jeans 2 January 1939 16 September 1946
70. The Lord Newall 29 October 1940 30 November 1963
71. / George Gilbert Aimé Murray 1 January 1941 20 May 1957
72. Sir Edwin Landseer Lutyens 1 January 1942 1 January 1944
73. Augustus Edwin John 11 June 1942 31 October 1961
74. The Lord Adrian 11 June 1942 4 August 1977
75. Sir William Searle Holdsworth 1 January 1943 2 January 1944
76. Sir Alfred Dudley Pickman Rogers Pound 3 September 1943 21 October 1943
77. The Lord Passfield 8 June 1944 13 October 1947
78. Sir Henry Hallett Dale 8 June 1944 23 July 1968
79. Sir Giles Gilbert Scott 8 June 1944 8 February 1960
80. / Alfred North Whitehead 1 January 1945 30 December 1947
82. Sir Winston Leonard Spencer Churchill 1 January 1946 24// January 1965
83. The Viscount Portal of Hungerford 1 January 1946 22 April 1971
84. The Viscount Alanbrooke 13 June 1946 17 June 1963
85. The Viscount Cunningham of Hyndhope 13 June 1946 12 June 1963
86. The Earl of Halifax 13 June 1946 23 December 1959
87. Jan Christiaan Smuts 1 January 1947 11 September 1950
89. William Lyon Mackenzie King 17 November 1947 22 July 1950
90. Thomas Stearns Eliot 1 January 1948 4 January 1965
91. Sir Robert Robinson 9 June 1949 8 February 1975
92. The Earl Russell 9 June 1949 2 February 1970
93. Sir Alexander George Montagu Cadogan 1 January 1951 9 July 1968
94. The Viscount Trenchard 1 January 1951 10 February 1956
95. George Edward Moore 7 June 1951 24 October 1958
96. The Earl Attlee 5 November 1951 8 October 1967
97. Wilder Graves Penfield 1 January 1953 5 April 1976
98. Walter John de la Mare 1 June 1953 22 June 1956
100. The Lord Hailey 31 May 1956 1 June 1969
101. Sir John Douglas Cockcroft 1 January 1957 18 September 1967
102. The Viscount Waverley 8 December 1957 4 January 1958
103. Sir Frank Macfarlane Burnet 12 June 1958 31 August 1985
104. The Viscount Samuel 21 November 1958 2 February 1963
105. The Earl Alexander of Tunis 23 April 1960 16 June 1969
106. Sir Cyril Norman Hinshelwood 23 April 1960 9 October 1967
107. Graham Sutherland 23 April 1960 17 February 1980
108. Sir Geoffrey de Havilland 23 November 1962 21 May 1965
109. Sir Basil Urwin Spence 23 November 1962 19 November 1976
110. Sir Owen Dixon 29 May 1963 7 July 1972
112. George Peabody Gooch 16 August 1963 31 August 1968
113. Henry Spencer Moore 16 August 1963 31 August 1986
114. The Lord Britten 23 March 1965 4 December 1976
115. Dorothy Mary Hodgkin 23 March 1965 29 July 1994
116. The Earl Mountbatten of Burma 15 July 1965 27 August 1979
117. / The Lord Florey 15 July 1965 21 February 1968
118. The Lord Blackett 20 November 1967 13 July 1974
119. Sir William Turner Walton 20 November 1967 8 March 1983
120. Benjamin Lauder Nicholson 23 April 1968 6 February 1982
121. / The Lord Zuckerman 23 April 1968 1 April 1993
123. Edward Morgan Forster 1 January 1969 7 June 1970
124. Malcolm John MacDonald 14 July 1969 11 January 1981
125. The Lord Penney 14 July 1969 3 March 1991
126. Sir Geoffrey Ingram Taylor 14 July 1969 27 June 1975
127. Dame Cicely Veronica Wedgwood 14 July 1969 9 March 1997
128. John Cawte Beaglehole 21 March 1970 10 October 1971
129. Lester Bowles Pearson 20 May 1971 27 December 1972
130. Sir Isaiah Berlin 20 May 1971 5 November 1997
131. Sir George Robert Freeman Edwards 20 May 1971 2 March 2003
132. Sir Alan Lloyd Hodgkin 17 April 1973 20 December 1998
133. Paul Adrien Maurice Dirac 17 April 1973 20 October 1984
134. The Earl of Stockton 2 April 1976 29 December 1986
135. The Lord Hinton of Bankside 2 April 1976 22 June 1983
136. The Lord Clark 2 April 1976 21 May 1983
137. / Sir Ronald Syme 2 April 1976 4 September 1989
138. The Lord Todd 24 October 1977 10 January 1997
139. The Lord Franks 24 October 1977 15 October 1992
140. Sir Frederick William Mallandaine Ashton 24 October 1977 18 October 1988
141. John Boynton Priestley 24 October 1977 14 August 1984
142. The Lord Olivier 6 February 1981 11 July 1989
143. Sir Peter Brian Medawar 6 February 1981 2 October 1987
144. The Lord Cheshire 6 February 1981 31 July 1992
147. Sir Sidney Robert Nolan 11 November 1983 28 November 1992
148. Sir Michael Kemp Tippett 11 November 1983 8 January 1998
150. Henry Graham Greene 11 February 1986 3 April 1991
152. Sir Frank Whittle 11 February 1986 9 August 1996
153. The Lord Menuhin 25 February 1987 12 March 1999
154. Sir Ernst Hans Josef Gombrich 15 February 1988 3 November 2001
155. Max Ferdinand Perutz 15 February 1988 6 February 2002
156. Dame Cicely Mary Saunders 30 November 1989 14 July 2005
157. The Lord Porter of Luddenham 30 November 1989 31 August 2002
159. Dame Joan Alston Sutherland 29 November 1991 10 October 2010
160. / Francis Harry Compton Crick 27 November 1991 28 July 2004
161. Dame Ninette de Valois 17 November 1992 8 March 2001
163. The Lord Jenkins of Hillhead 6 December 1993 5 January 2003
167. Sir Arthur John Gielgud 9 December 1996 21 May 2000
168. The Lord Denning 25 November 1997 5 March 1999
170. Sir Denis Eric Rooke 25 November 1997 2 September 2008
171. Edward James Hughes 10 August 1998 28 October 1998
172. George Basil Hume 25 May 1999 17 June 1999
173. Sir James Whyte Black 9 May 2000 22 March 2010

Honorary members

Agnesë Gonxhe Bojaxhiu, known as Mother Teresa, appointed to the Order of Merit in 1983
Countries[n 3] Name Date of appointment Date of death
19. Prince Yamagata Aritomo 21 February 1906 1 February 1922
20. Prince Ōyama Iwao 21 February 1906 10 December 1916
21. Koshaku Tōgō Heihachirō 21 February 1906 30 May 1934
40. Ferdinand Foch 29 November 1918 20 March 1929
43. Joseph Jacques Césaire Joffre 26 June 1919 3 January 1931
81. Dwight David Eisenhower 12 June 1945 28 March 1969
88. John Gilbert Winant 1 January 1947 3 November 1947
99. Albert Schweitzer 25 February 1955 4 September 1965
111. Sarvepalli Radhakrishnan 12 June 1963 17 April 1975
149. / Agnesë Gonxhe Bojaxhiu 18 November 1983 5 September 1997

Notes
^ For use in Canada, in accordance with the country's policy of official bilingualism.
^ The number shown in brackets is the individual's place in the wider order of appointment since the Order of Merit's inception.
^ a b Flags denote country of origin and country or countries of later residence, respectively.
^ The number shown is the individual's place in the wider order of appointment since the Order of Merit's inception.
[edit] Citations
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Martin, Stanley (2007). The Order

OG - order of Garter. (o

Order of the Garter

(Redirected from Knight of the Garter)

Order of the Garter

Badge of the Order of the Garter (Lesser George) from about 1640
(Victoria and Albert Museum, London)[1]
Awarded by the Queen of the United Kingdom
Type
Motto HONI SOIT QUI MAL Y PENSE
Awarded for At the monarch's pleasure
Status Currently constituted
Sovereign HM The Queen
Chancellor Lord Carrington
Grades (w/ post-nominals) Knight/Lady
Royal Knight/Lady
Stranger Knight/Lady
Established 1348 (see History)
Precedence
Next (higher) Eldest sons of Barons[2]
Next (lower) Order of the Thistle

Ribbon of the Order of the Garter
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Coat of Arms of Henry III of France as King of France and lifelong King of Poland with chain of Order of the Garter
Representation of the garter on a Knight's mantleThe Most Noble Order of the Garter is an order of chivalry, or knighthood, originating in mediæval England. The Order is dedicated to the image and arms of St. George as England's patron saint, and is presently bestowed on recipients from British and other realms; it is the pinnacle of the honours system in the United Kingdom. Membership in the order is limited to the sovereign, the Prince of Wales, and no more than twenty-four members, or Companions; the order also comprises Supernumerary knights and ladies (e.g., members of the British Royal Family and foreign monarchs). Bestowing the honour has been described as one of the Monarch's few remaining truly personal, executive prerogatives.[3]

The order's emblem, depicted on insignia, is a garter with the motto Honi soit qui mal y pense (Old French: "shame upon him who thinks evil upon it", or "evil to him who evil thinks") in gold lettering. Members of the order wear such a garter on ceremonial occasions.

Most British honours encompass the whole United Kingdom, but the topmost three each pertain to one constituent nation. The Order of the Garter, pertaining to England and Wales, is senior in age and precedence; The Most Ancient and Most Noble Order of the Thistle pertains to Scotland; and the now-dormant The Most Illustrious Order of St Patrick pertains to Ireland. New appointments to the Order of the Garter are always announced on St George's Day, 23 April, Saint George being the patron saint of England.[4]

Contents
1 History
2 The Order
2.1 Members
2.2 Officers
2.3 Military Knights of Windsor
3 Vestments and accoutrements
3.1 Members
3.2 Officers
4 Precedence and privileges
5 Garter service at St George's Chapel
6 See also
7 Notes
8 References
9 External links


History
King Edward III founded the Order of the Garter as "a society, fellowship and college of knights."[5][not in citation given] The foundation year is usually presumed to be 1348, however, the Complete Peerage, under "The Founders of the Order of the Garter", states the order was first instituted on 23 April 1344, listing each founding member as knighted in 1344, including Sir Sanchet d’Abrichcourt who died on 20 October 1345.[6] Other dates from 1344 to 1351 have also been proposed. The King's wardrobe account shows Garter habits first issued in the autumn of 1348; its original statutes required that each member already be a knight (what would now be referred to as a knight bachelor) and some of the initial members were only knighted that year.[7]

Various legends account for the origin of the Order. The most popular legend involves the "Countess of Salisbury" (probably either his future daughter-in-law Joan of Kent or her former mother-in-law, Catherine Montacute, Countess of Salisbury). While she was dancing with or near King Edward at Eltham Palace, her garter is said to have slipped from her leg. When the surrounding courtiers sniggered, the king picked it up and tied it to his leg, exclaiming, "Honi soit qui mal y pense," ("Shamed be the person who thinks evil of it."), the phrase that has become the motto of the Order.[8] According to another legend, King Richard I was inspired in the 12th century by St George the Martyr while fighting in the Crusades to tie garters around the legs of his knights, who subsequently won the battle. King Edward supposedly recalled the event in the 14th century when he founded the Order.[7] Another explanation is that the motto refers to Edward's claim to the French throne, and the Order of the Garter was created to help pursue this claim. The use of the garter as an emblem may have derived from straps used to fasten armour.[5]


Statutes of the Order of the GarterMedieval scholars have pointed to a connection between the Order of the Garter and the Middle English poem, "Sir Gawain and the Green Knight". In "Gawain", a girdle, very similar in its sexual undertones to the garter, plays a prominent role. A rough version of the Order's motto also appears in the text. It translates from Old French as "Accursed be a cowardly and covetous heart."[9]

While the author of the poem remains disputed, there seems to be a connection between two of the top candidates and the Order of the Garter. Scholar J.P. Oakden has suggested that it is someone related to John of Gaunt, 1st Duke of Lancaster, and, more importantly, a member of the Order. Another competing theory is that the work was written for Enguerrand de Coucy, seventh Sire de Coucy. Sire de Coucy was married to King Edward III's daughter, Isabella, and was given admittance to the Order of the Garter on their wedding day."[10]

Soon after the founding of the Order, women were appointed "Ladies of the Garter," but were not made companions. King Henry VII discontinued the practice in 1488; his mother, Margaret Beaufort, was the last Lady of the Garter before Queen Alexandra. Except for female sovereigns, the next Lady of the Garter named was Queen Alexandra, by her husband King Edward VII. King George V also made his consort, Queen Mary, a Lady of the Garter and King George VI subsequently did the same for his wife, Queen Elizabeth. Throughout the 20th century, women continued to be associated with the Order, but except for foreign female monarchs, they were not made companions.[11] In 1987, however, it became possible to install "Ladies Companion of the Garter" under a statute of Queen Elizabeth II.[12]

[edit] The Order
See also: List of current members of the Order of the Garter
[edit] Members

Knights Companion in the procession to St George's Chapel for the Garter ServiceMembership in the Order is strictly limited and includes the monarch, the Prince of Wales, not more than 24 companion members, and various supernumerary members. The monarch alone can grant membership.[13] He or she is known as the Sovereign of the Garter, and the Prince of Wales is known as a Knight Companion of the Garter.[14]

Male members of the Order are titled "Knights Companion," and female members are called "Ladies Companion." Formerly, the Sovereign filled vacancies upon the nomination of the members. Each member would nominate nine candidates, of whom three had to have the rank of Earl or higher, three the rank of Baron or higher, and three the rank of Knight or higher. The Sovereign would choose as many nominees as were necessary to fill any vacancies in the Order. He or she was not obliged to choose those who received the most nominations. Candidates were last nominated in 1860, and appointments have since been made by the Sovereign acting alone, with no prior nominations. The statutes prescribing the former procedure were not amended, however, until 1953.[15]

From the 18th century, the Sovereign made his or her choices on the advice of Government. However, King George VI believed that the Order of the Garter and the Order of the Thistle had become too linked with political patronage. In 1946, with the agreement of the Prime Minister and the Leader of the Opposition, membership in these two orders became a personal gift of the Sovereign. Thus, the Sovereign personally selects Knights and Ladies Companion of the Garter, and need not act on the advice of Government.[16]

In addition, the Order includes supernumerary members, who do not count towards the limit of 24 companions. Several supernumerary members, known as "Royal Knights and Ladies of the Garter", belong to the royal family. These titles were introduced in 1786 by King George III so that his many sons would not count towards the limit on the number of companions. He created the statute of supernumerary members in 1805 so that any descendant of King George II could be installed as such a member. In 1831, this statute was extended again to include all descendants of King George I.[7]


The Meiji Emperor receiving the Order of the Garter from Prince Arthur of Connaught in 1906, as a consequence of the Anglo-Japanese Alliance. The Emperor of Japan is one of only two monarchs outside of Europe (along with Pedro II of Brazil[17]) who are members.With the installation of Emperor Alexander I of Russia in 1813, supernumerary membership was extended to foreign monarchs, who are known as "Stranger Knights and Ladies of the Garter".[8] Each such installation originally required the enactment of a statute; however, a 1954 statute authorises the regular admission of Stranger Knights or Ladies without further special enactments.[8]

The Sovereign may "degrade" members who have committed serious crimes, such as treason. During the First World War, several Stranger Knights who were monarchs of enemy nations had their memberships revoked. The appointments of Emperor Wilhelm II of Germany and Emperor Franz Joseph I of Austria were annulled in 1915.[8] The banner of Emperor Hirohito of Japan was removed from St. George's chapel when Japan entered World War II, but that banner and the Japanese monarch's knighthood were restored by Elizabeth II. To this date, Hirohito and his son and successor Akihito are the only members outside of Europe who are Stranger Knights of the Garter in the 20th and 21st centuries.[18] The Emperor was particularly pleased by the restoration of his banner as a Knight of the Garter,[19] particularly since he was able to accomplish that without Japan having to acknowledge, let alone seek atonement for, its role in the atrocities perpetrated during the Second World War.[citation needed]

From the late 15th century, there was a formal ceremony of degradation, in which Garter King of Arms, accompanied by the rest of the heralds, proceeded to St George's Chapel. While Garter read the Instrument of Degradation, a herald climbed up a ladder and removed the former knight's banner, crest, helm and sword, throwing them down into the quire. The heralds then kicked them down the length of the chapel, out of the doors, and into the castle ditch. The last such formal degradation was that of the Duke of Ormonde in 1716.[20]

Descendants of Knights of the Garter may join The Society of the Friends of St George's and Descendants of the Knights of the Garter.

[edit] Officers

Officers of the Order of the Garter (left to right): Secretary (barely visible), Gentleman Usher of the Black Rod, Garter Principal King of Arms, Register, Prelate, Chancellor.The Order has six officers: the Prelate, the Chancellor, the Register, the Garter Principal King of Arms, the Usher, and the Secretary.[21] The offices of Prelate, Register and Usher were created on the order's establishment; those of Garter Principal King of Arms and Chancellor, in the 15th century; and that of Secretary, in the 20th century.[22]

The office of Prelate is held by the Bishop of Winchester, traditionally one of the senior bishops of the Church of England.[15] The office of Chancellor is now held by one of the companions of the order. For most of its existence, the Bishop of Salisbury has held the office, although laymen held it from 1553 to 1671. In 1837, after boundary changes made Windsor Castle fall in the diocese of Oxford, the Chancellorship was transferred to the Bishop of Oxford. A century later, the Bishop of Salisbury challenged this transfer, on the grounds that the Chancellorship had been attached to his office regardless of the diocese in which the chapel of the order lay; and that, in any event, St George's Chapel, as a Royal Peculiar, was not under diocesan jurisdiction. The office of Chancellor was removed from the Bishop of Oxford (the outgoing bishop had been outspoken in the abdication crisis of Edward VIII), and has since been held by one of the Knights Companion.[15] Since 1937, the following members have held the post of Chancellor:

The Duke of Portland (1937–1943)
The Earl of Halifax (1943–1959)
The Marquess of Salisbury (1960–1972)
The Viscount Cobham (1972–1977)
The Marquess of Abergavenny (1977–1994)
The Lord Carrington (since 1994)
The office of Register has been held by the Dean of Windsor since 1558.[15] The Garter Principal King of Arms is ex officio the senior officer of the College of Arms (the heraldic authority of England), and is usually appointed from among the other officers of arms at the College.[15] As the title suggests, Garter Principal King of Arms has specific duties as the Order's officer of arms, attending to the companions' crests and banners of arms, which are exhibited in the chapel. The Secretary, who acts as deputy to Garter in the ceremonial aspects of the Order, has since 1952 also been selected from the other officers of the College of Arms.[15] The office of Usher is held by the Gentleman Usher of the Black Rod, who is also the Serjeant-at-Arms of the United Kingdom House of Lords[15] (although his functions are more often performed there by his deputy, the Yeoman Usher).

[edit] Military Knights of Windsor
Main article: Military Knights of Windsor

Military Knights of Windsor in the procession to the Garter Service.At the founding of the Order of the Garter, 26 "poor knights" were appointed and attached to the Order and its chapel. This number was not always maintained, and by the 17th century, there were only thirteen such knights. King Charles II increased the number to eighteen after his coronation in 1660. After the knights objected to being termed "poor", King William IV redesignated them in the 19th century as the Military Knights of Windsor.[23]

The poor knights were impoverished military veterans, required to pray daily for the Knights Companion. In return, they received a salary and lodging in Windsor Castle. The knights are no longer necessarily poor, but are still military pensioners. They participate in the Order's processions, escorting the members, and in the chapel services. However, they are not considered knights or members of the Order.[23]

The poor knights originally wore red mantles, each of which bore St George's Cross, but did not depict the Garter. Queen Elizabeth I replaced the mantles in the 16th and 17th centuries with blue and purple gowns, but the red mantles returned in the 17th century under King Charles I. When the knights were renamed, the mantles were abandoned. The military knights now wear the old military uniform of an "army officer on the unattached list": black trousers with red stripe, a red double-breasted swallow-tailed coat, gold epaulets and brushes, a cocked hat with a plume, and a sword on a white sash.[24]

[edit] Vestments and accoutrements
[edit] Members

Queen Elizabeth II in the robes of the Sovereign of the Order, and the Duke of Edinburgh in the robes of a Royal Knight.
The insignia of a knight of the Order of the Garter
Mantle and hat of the Order
The garter of Emperor Franz Joseph I of AustriaFor the Order's ceremonial occasions, such as the annual Garter Day, the members wear elaborate vestments and accoutrements (accessories):

The mantle is a vestment or robe worn by members since the 15th century. Once made of wool, by the 16th century it was made of velvet. The mantle was originally purple, but varied during the 17th and 18th centuries between celestial blue, pale blue, royal blue, dark blue, violet, and ultramarine. Mantles are now dark blue and lined with white taffeta. The mantles of the Sovereign, the Prince of Wales, and Royal Knights and Ladies end in trains. The heraldic shield of St. George's Cross encircled by the Garter is sewn onto the left shoulder of the mantle, but the Sovereign's mantle instead has the star of the Order. Attached to the mantle over the right shoulder are a dark red velvet hood and surcoat, which have lost all function over time and appear to the modern observer simply as a splash of colour.[24]
The hat is a Tudor bonnet of black velvet with a plume of white ostrich and black heron feathers.[24]
The collar is an accessory worn around the neck, over the mantle and secured with white ribbons tied in bows on the shoulders. Like the mantle, it was introduced in the 15th and 16th centuries. Made of pure gold, it weighs 30 troy ounces (0.933 kg). The collar is composed of gold knots alternating with enameled medallions showing a rose encircled by the Garter. During King Henry VII's reign, each garter surrounded two roses—one red and one white—but he changed the design such that each garter encircled only one red rose.[24]
The George (Great George), which is worn suspended from the collar, is a colourfully enameled (sometimes jeweled) three-dimensional figure of St. George the Martyr on horseback slaying a dragon.[24]
The Garter is worn on ceremonial occasions around the left calf by knights and around the left arm by ladies, and is depicted on several insignia. The Garter is a buckled dark-blue (originally light-blue) velvet strap, and bears the motto in gold letters. The garters of Stranger Knights and Ladies were once set with several jewels.[24]
On other occasions when decorations are worn, the members wear simpler insignia:


Charles, Viscount Townshend, after Kneller c.1715-20. Dressed in Garter robes. National Portrait Gallery NPG 1755The collar is worn on designated collar days over military uniform or evening wear by members attending formal events. The collar is fastened to the shoulders with silk ribbons. Since the collar signifies the Order of the Garter, members can then wear the riband of any other order to which they belong.[24]
The star, which is worn pinned to the left breast, was introduced in the 17th century by King Charles I and is a colourfully enameled depiction of the heraldic shield of St. George's Cross, encircled by the Garter, which is itself encircled by an eight-point silver badge. Each point is depicted as a cluster of rays, with the four points of the cardinal directions longer than the intermediate ones. The stars of Stranger Knights and Ladies were once set with several jewels. Since the Order of the Garter is the senior order of the United Kingdom, a member will wear its star above the others (up to three) that he or she holds.[24]
The riband is a four inch (10.16 cm)-wide sash worn over the left shoulder, or pinned beneath it, to the right hip, and was introduced in the 17th century by King Charles I. The riband's colour has varied over the years: it was originally light blue, but was a dark shade under the Hanoverian monarchs. In 1950, the colour was fixed as "kingfisher blue". A member will wear only one riband, even if he or she belongs to several orders.[24]
The badge is worn suspended from a small gold link from the riband at the right hip, and is sometimes known as "the Lesser George". Like the Great George, the badge shows St. George the Martyr on horseback slaying a dragon, but it is flatter and gold. In the 15th century, the badge was worn attached to a ribbon around the neck. This was not convenient when riding a horse, so the custom of wearing it with a riband under the right arm developed.[24]
On the death of a member, the badge and star are returned personally to the Sovereign by the former member's nearest male relative, and the other insignia to the Central Chancery of the Orders of Knighthood.[24]

[edit] Officers
For ceremonial occasions of the Order, the officers wear the following garments and accessories:

The mantles for the prelate and chancellor are dark blue like those of the members (as a member, the chancellor wears a member's mantle), but the mantles for the other officers are dark red. All mantles are embroidered with a heraldic shield of St George's Cross. For Garter ceremonies, Garter Principal King of Arms wears this red mantle rather than the tabard of the royal arms worn for other State ceremonial occasions.[24]
Officers wear badges of office suspended from a chain worn around the neck. The badge for the prelate shows the Lesser George encircled by the Garter, which is surmounted by a bishop's mitre. The badge for the chancellor is a rose encircled by the Garter. The badge for the register is two crossed quills over a book encircled by the Garter surmounted by a crown. The badge for Garter Principal King of Arms is the royal arms impaled with St George's Cross encircled by the Garter and surmounted by a crown. The badge for the usher is a knot (like those on the collars of the companions of the order) encircled by the Garter and surmounted by a crown. The badge for the secretary shows two crossed quills in front of a rose and encircled by the Garter surmounted by a crown.[24]
The chancellor carries a purse, which is embroidered with the royal arms impaled by the Cross of St. George. The purse contains the seal of the Order. Garter Principal King of Arms carries his baton of office. The usher carries his staff of office, the Black Rod.[24]

[edit] Precedence and privileges

The arms of John Churchill, 1st Duke of Marlborough, are encircled by both the Garter and the collar.Members are assigned positions in the order of precedence, coming before all others of knightly rank, and above baronets. The wives, sons, daughters and daughters-in-law of Knights Companion are also assigned precedence. Relatives of Ladies Companion are not, however, assigned any special positions. (Generally, individuals can derive precedence from their fathers or husbands, but not from their mothers or wives.) The Chancellor is also assigned precedence, but except for the period between 1553 and 1671 when the office was held by a layman who was not necessarily a member of the Order, this precedence has been purely theoretical. As a member of the Order, the Chancellor has a higher precedence than that attached to the office, and when the office was filled by a diocesan bishop of the Church of England, the holder again had a higher precedence by virtue of that office than any that the chancellorship could bestow.[25]

Knights Companion prefix "Sir"[26] and Ladies Companion prefix "Lady" to their forenames.[27] Wives of Knights Companion may prefix "Lady" to their surnames, but no corresponding privilege exists for husbands of Ladies Companion.[28] Such forms are not used by princes and peers, except when peers' names are written out in their fullest forms.[29]

Knights and Ladies Companion use the post-nominal letters "KG" and "LG" respectively.[16] When an individual is entitled to use multiple post-nominal letters, those of the Order of the Garter appear before all others except "Bt" (Baronet), "VC" (Victoria Cross) and "GC" (George Cross).[30]

The members may encircle their arms with the Garter, and, if they wish, with a depiction of the collar as well.[31] However, the Garter is normally used alone; the more elaborate version is seldom seen. Stranger Knights and Ladies do not embellish the arms they use in their countries with English decorations.

Knights and Ladies Companion are also entitled to receive heraldic supporters, a privilege granted to few other private individuals. While some families claim supporters by ancient use, and others have been granted them as a special reward, only peers, Knights and Ladies Companion of the Garter, Knights and Ladies of the Thistle, and certain other knights and ladies are automatically entitled to them.[31]

[edit] Garter service at St George's Chapel

Arms of the Order of the GarterMain article: St George's Chapel at Windsor Castle
The Order of the Garter once held services at St. George's Chapel, Windsor Castle, but they became rare in the 18th century. The Garter services, discontinued in 1805, were revived by King George VI in 1948 and have become an annual event. Each June, on the Monday of Royal Ascot week, the members of the Order, wearing their ceremonial vestments and insignia, meet in the state apartments in the Upper Ward of Windsor Castle. They process on foot, led by the Military Knights of Windsor, through the castle to St George's Chapel for the service. If there are any new knights, they are installed on this occasion. After the service, the members return to the Upper Ward by carriage.[32]

[edit] See also
List of Knights and Ladies of the Garter
List of current members of the Order of the Garter
List of Ladies of the Garter
The Society of the Friends of St George's and Descendants of the Knights of the Garter
[edit] Notes
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[edit] References
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The Knights of the Garter, 1348-1939: With a Complete List of the Stall Plates in St. Georges Chapel. Historical monographs relating to St. George's Chapel, Windsor Castle Volume 1. Edmund Fellowes (SPCK - 1939)
[edit] External links
Order of the Garter - The official website of the British Monarchy
St George's Chapel at Windsor Castle: Order of the Garter
A 1995 example of an appointment warrant;[dead link] in this case it is for Edmund Hillary.
BBC gallery: Order Of The Garter