Introducción de La siesta inolvidable 2007
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sábado 19 de enero de 2008
Especial de Adolfo Castelo. Parte 3
Llega la noticia que nunca hubiésemos querido escuchar.
21:44 | TENIA 64 AÑOS
Murió Adolfo Castelo
El periodista y conductor sufría desde hace años un cáncer de pulmón. Inteligente e irónico, era un referente del humor absurdo. Por sus trabajos en TV y radio se ganó el respeto de la crítica.
Murió Adolfo Castelo. Y no es una noticia más.
Clarín.com
Primeras repercusiones
Mario Pergolini habla de la muerte de Adolfo Castelo
Magdalena Ruiz Guiñazú tiene una comunicación telefónica con Joaquín Sabina y Jorge Lanata
La última de Adolfo Castelo
Si alguna vez he dado más de lo que tengo
me han dado algunas veces más de lo que doy.
Se me ha olvidado ya el lugar de donde vengo
y puede que no exista el sitio a donde voy.
En la última entrega de los premios Martín Fierro 2004, el periodista argentino Adolfo Castelo anunció que el cáncer de pulmón que le aquejaba había desaparecido. El pasado martes 23 de noviembre Castelo moría en Buenos Aires, haciendo llover en toda la república mientras se llenaba de tristeza el sentimiento de los connacionales.
Adolfo Castelo tenía 64 años. Se destacó como periodista y humorista, tanto en radio como en televisión. Y en la actualidad en la publicación TXT. En todos los medios se reconocía su humor y su ironía. Sarcástico a más no poder, hizo reír durante años a varias generaciones sin dejar de ser un crítico al poder y un luchador por los derechos humanos. Pero la pasada semana hizo llorar a los argentinos cuando incansables muestras de admiración y aprecio de sus colegas y del público se hizo sentir en los medios de comunicación.
“Inconsolable” rezaba la corona de flores de su íntimo amigo Joaquín Sabina en el velatorio. Una larga amistad lo unía al cantautor español y quizás sea el responsable de que éste amara tanto a Buenos Aires. Su música ha estado presente en las radios como una despedida y el propio Sabina, llorando junto a al periodista Jorge Lanata en el aire de Radio Mitre, había ofrecido su tema “Siete crisantemos”.
En busca de las siete llaves del misterio,
siete versos tristes para una canción,
siete crisantemos en el cementerio,
siete negros signos de interrogación.
Al conocer la noticia de su fallecimiento todos recordaron sus palabras en los premios Martín Fierro, ese anuncio de buena salud del propio Castelo que poco tiempo después descubrió como un error y que voluntariamente escondió a sus amigos y colegas -como si fuese una broma- para cumplir una vez más su máxima que repetía a menudo: “Si hay tristeza que no se note”.
Siete crisantemos en el cementerio,
siete versos tristes delante de mi,
siete crisantemos en el cementerio,
siete veces no, siete veces si.
(Joaquín Sabina)
Por Alfredo Caminos
Carta enviada por un oyente a la radio el 23 de noviembre de 2004
“El blanco de las críticas”
La lluvia del martes junto a las lagrimas de familiares, oyentes y colegas inundaron las calles de Buenos Aires. Sin duda no van a olvidar a Adolfo Castelo, el de la sola L. Fueron 64 años en que no dejó nada por hacer. Durante más de dos años, desde “Mira lo que te digo”, desde las 15:00 hasta las 15:30, contó todo lo que hizo y lo que fue: Mozo, bombero, bañero, dentista, y cuantas cosas más que nadie olvidará.
Se fue una persona de los medios, una persona que hizo cambios en el medios, una persona que se hizo querer desde los medios, y también odiar, por que no. Los diferentes diarios, desde su página web, le realizaron un homenaje, hasta Infobae, el problema es que verificó mal los datos o capaz que no era una persona importante para el multimedio H. Esto es textual: El año pasado Castello recibió el premio Martín Fierro como "Mejor conductor de Radio" por su programa "Mirá lo que te digo". Cuando recibió la estatuilla, conmovido, el periodista aseguró: "Gracias, en este momento este premio es medicina". Castelo es con una sola L, y cuando aseguró que el premio es medicina, no fue el del Martín Fierro, sino el de los premios Clarín.
Adolfo Castelo se autodenominó, correctamente, “El blanco de las críticas”. Como no lo iban a criticar si leía entre líneas, irónicamente decía cosas que otros preferían callar.
No voy a despedir a un amigo, porque no era mi amigo. El único contacto que tuve con él fue cuando este año ganó el Martín Fierro y le mandé un mail para felicitarlo, y tuvo la delicadeza de responderlo y agradecerme “por el aguante”. Como no iba a aguantarlo si él me aguantó a mí haciéndome reír en mis angustiosas tardes. Como no iba a aguantar a la persona que formó un equipo brillante y unido. Un equipo que sigue para adelante pero que erróneamente dice “gracias por el aguante”, no es ningún aguante, es el lugar que se han ganado los alumnos de su maestro.
La alegría que siempre lleva la cara de Lalo Mir, no pudo ocultar la tristeza que sentía. Se acercó a su lado y el color rojo tiñó su cara acompañado por un caudal de lagrimas, las mismas que se observaban en todos los rostros de los presentes que fueron a darle el último adiós a una persona que ocupó siempre un lugar en el corazón.
El dúo Castelo-Mir eliminó por varias semanas el “Mitre informa primero de las 15:00”, ya que al cierre de uno y al comienzo del otro programa se juntaban a ironizar e improvisar sobre algunos temas de actualidad.
Pude observar a una Lorena Maciel apabullada por la tristeza, y a un Gillespi, que estuvo al lado de su colega e hija de Adolfo, Daniela Castelo, tratando, por decirlo de alguna manera, “de hacerle el aguante”. No hablo de los demás porque en el momento que estuve nos los vi.
Quince minutos me bastaron para despedirlo en la Legislatura Porteña, no me acerqué a verlo, tal vez por miedo, o sólo porque quería recordarlo despierto. Mi novia se acercó y me contó que seguía con su gorrita negra, lo único oscuro de una persona tan clara (en todo sentido).
Mauro Arlando
Ciudadano ilustre
Homenaje a Adolfo Castelo en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Se hizo entrega a las hijas del periodista de la distinción de Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires que el Cuerpo legislativo votó en octubre de 2004.
El acto homenaje que tuvo lugar el lunes 15 de mayo, contó con la presencia de diputados de la Ciudad, personalidades del periodismo y de la cultura. Concluyó con la participación musical de Iván Noble y Gillespie.
La Legislatura de la Ciudad homenajeó el lunes 15 de mayo al fallecido periodista Adolfo Castelo en un emotivo acto que tuvo lugar en el Salón Dorado-Hipólito Yrigoyen del Palacio Legislativo. En él se entregó a las hijas, Daniela y Carla Castelo, el diploma de Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires que fuera dispuesta para el reconocido periodista por la Ley 1457 sancionada 4 de octubre de 2004, poco antes de su fallecimiento.
Del acto participaron los autores del proyecto que dio origen a la mencionada ley: el Diputado Norberto La Porta (Presidente de la Comisión de Cultura) y Claudio Ferreño (Diputado mandato cumplido). También los legisladores de la Ciudad Juan "Chango" Farías Gómez (Ciudadano Ilustre de la Ciudad), Facundo Di Filippo, y el Diputado Nacional Miguel Bonasso. Se hicieron presentes además destacadas personalidades de los ámbitos periodístico y cultural, entre ellas, Jorge Guinzburg, Jorge Lanata, Graciela Borges (Ciudadana Ilustre de la Ciudad), Iván Noble, Gillespie, Juan Alberto Badía, Lorena Maciel, entre otros.
En la apertura del evento, el legislador socialista Norberto La Porta dijo: "me parece que este es un acto de estricta justicia" y luego se refirió a Castelo como un "hombre al que le sobraba algo: valentía y sinceridad para decir las cosas". "Aquí estamos honrándolo en esta Casa, que levanta su imagen y se honra a sí misma evocando a Castelo" dijo el diputado que, al concluir, citó al homenajeado: "recordar a una figura como Castelo es medicina no sólo para los porteños sino para todos los argentinos".
"Siempre se dijo que en la Argentina la justicia es lenta, este es un ejemplo de ello. Creo que la Ciudad y la Argentina fueron injustos con Adolfo, puesto que todo homenaje en vida hubiese sido más valioso", dijo Jorge Ginzburg desde el estrado. Luego finalizó: "creo que este homenaje es muy justo, pero qué bueno hubiese sido que se realizara 5 o 6 años antes".
Por su parte el periodista Jorge Lanata opinó, en el mismo sentido, que "los homenajes se hacen en vida, lo decimos siempre y nos volvemos a equivocar". Luego relató con humor y nostalgia momentos vividos con su colega y amigo y algunas "enseñanzas" dejadas por Castelo.
También las hijas lo recordaron, agradeciendo a la Legislatura y a todos los presentes, "me gusta que esto pase porque veo todas juntas las caras de los amigos de papá (...) me hubiera gustado que esta distinción la hubiera recibido él", dijo una de ellas.
Luego de la proyección de un video breve en el que se recorrió el paso de Castelo por los distintos medios, el acto culminó con la interpretación de un tema por Iván Noble y Gillespie, elegido desde España por Joaquín Sabina.
Adolfo Castelo nació en Buenos Aires el 29 de agosto de 1940. Fue fundador de las revistas "Salimos", "Mercado", "Cuatro Patas" y "TXT Textual". Integró diversos programas de Radio, entre ellos: 'Las mañanitas de Radio Libertad', 'Fontanashow', 'Demasiado tarde para lágrimas', 'Claves para bajar de la cama', en Radio Belgrano; 'Uno por Semana' en Radio Continental, 'Turno Tarde' en Radio Mitre y 'Mirá lo que te digo' comenzando en Radio del Plata y prosiguiendo en Radio Mitre. En la televisión, fue partícipe de los siguientes programas: "Semanario Insólito" que se emitía por Canal 7 en el año 1982, la "Noticia Rebelde", "Supershow Infantil", "Imagen de Radio", "Club de Hombres", "Muestra gratis", "Asociación ilícita", "Gemelos", "Medios Locos" y "Día clásico". Produjo el programa humorístico "Cha, cha, cha", también "Día D" y fue intérprete y guionista de la filmografía "Cantaniño cuenta un cuento", en 1979.
Información producida por la Dirección General de Prensa y Difusión
Adolfo, queremos seguir recordandote de esta manera:
El blanco de las c...
Chau GENIO.
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