martes, 14 de abril de 2009

ROBERT COX .- BUENOS AIRES HERALD.

Robert Cox




Para Robert Cox (economista político) véase Robert W. Cox
Robert Cox es un periodista británico que se desempeñó como editor del periódico Buenos Aires Herald, destinado a la comunidad británica en la Argentina. Cox se destacó por su valor frente a la dictadura militar que entre 1976 y 1983 impuso un régimen de terrorismo de Estado en ese país. Él mismo fue detenido ilegalmente y debió abandonar Argentina en 1979 ante la inminencia de su desaparición. Radicado en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, llegó a ser subdirector del periódico Daily News and Courier, medio principal del grupo propietario del Buenos Aires Herald.En 2005 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo distinguió por su valor como periodista durante la dictadura militar. En 2005, su esposa, la argentina Maud Daverio de Cox escribió un libro sobre su vida en la Argentina durante los años de la dictadura militar, titulado “Salvados del Infierno”.

Contenido-

1 Biografía
2 Véase también
3 Fuentes
3.1 Referencias
3.2 Bibliografía
3.3 Enlaces externos



Biografía -

Robert Cox llegó a la Argentina en 1959, contratado como redactor por el Buenos Aires Herald, periódico de la comunidad británica en Argentina escrito en inglés. Poco después conoció a Maud Daverio, con quien se casó y tuvo un hijo, Peter, radicándose en ese país. Su influencia en el periódico fue tal que lo llevó modificar completamente su dinámica y diseño, transformando un pequeño boletín dedicado principalmente a proveer información británica, en un diario respetado, del cual fue designado director en 1968. Bajo su dirección, el periódico construyó el importante edificio que posee en la calle Azopardo.

Por su iniciativa, el Buenos Aires Herald fue el primer medio de comunicación en informar abierta y sistemáticamente que el gobierno militar estaba secuestrando personas ilegalmente y haciéndolas desaparecer. Como cronista iba personalmente a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo y, también personalmente, constató que los militares utilizaban los crematorios del cementerio de la Chacarita para incinerar los cuerpos de los desaparecidos.[1]

El día del golpe nos llamaron para decirnos que estaba prohibido publicar sobre asaltos, acciones guerrilleras o cuerpos hallados en la calle. Descubrimos que la violencia seguía igual y peor. Y la gente empezó a llegar al diario para denunciar cosas. Teníamos también nuestras fuentes y las agencias extranjeras. Cuando fue la matanza de los sacerdotes palotinos, en el exterior se publicó correctamente que había sido un grupo de la extrema derecha, pero acá todos los diarios decían que había sido el terrorismo, los Montoneros. Cuando la gente llegaba a la redacción para hacer una denuncia, yo les pedía que presentaran un hábeas corpus. Los militares prohibían que se publicaran noticias sobre secuestros o cadáveres, sin confirmación oficial. Nosotros tomábamos los hábeas corpus como la confirmación... Hice dos notas para el Post poco después del golpe. En una decía que no era verdad que había libertad de expresión en la Argentina porque los diarios habían llegado a un acuerdo con los militares para no publicar determinada información... Lo que me importaba era tratar de salvar a la gente. Iba con listas de personas y les decía que no ponía nada en el diario si esas personas aparecían. Tuvimos mucha suerte porque algunas de esas personas se salvaron.[1]
En 1977 fue detenido ilegalmente y en 1979:

Cuando vinieron, yo preparaba un número sobre el cumpleaños de la reina de Holanda.
Los hice esperar mientras terminaba, llamé a Maud, para avisarle.

Me asomé por la ventana y vi un Falcon y un Peugeot con techo corredizo, con el chofer que parecía un bandido mexicano con bandoleras cruzadas. Entraron a Coordinación Federal por un subsuelo y apenas llegué vi una gran cruz svástica en la pared. Me pusieron en una celda, sin ropa, una especie de tubo. Fue una experiencia muy fuerte. Yo no sabía, pero cuando me detuvieron hubo una fuerte presión internacional. Yo tenía mis contactos. Tex Harris, que era un tipo fantástico, un diplomático de los Estados Unidos que había sido enviado por Jimmy Carter y Patricia Derian, se movió muchísimo.[1]


Desde ese momento él y su familia vivió permanentemente amenzada, sufriendo un atentado contra su vida y su esposa un intento de secuestro. Cuando finalmente era evidente la inminencia de su desaparición o asesinato, se fue del país. Cuando eso sucedió, uno de los máximos jerarcas del régimen, el general Guillermo Suárez Mason realizó un brindis por haber logrado su expulsión.
Desde entonces se radicó en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, donde se encuentra el periódico Daily News and Courier, medio principal del grupo propietario del Buenos Aires Herald, para el que trabajó como redactor de la sección internacionales, cubriendo entre otras noticias, las guerra civiles en El Salvador y en Nicaragua. Con el tiempo fue designado subdirector del periódico.

En 2005 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por iniciativa del Vicejefe de Gabinete, Dr. Raúl Alberto Puy, lo distinguió por su valor como periodista durante la dictadura militar. Cox recibió el premio "en nombre de los periodistas desaparecidos”.[2]

En 2005, su esposa, Maud Daverio de Cox escribió un libro sobre su vida en la Argentina durante los años de la dictadura militar, titulado “Salvados del Infierno”.[3]


Véase también [editar]Periodismo
Derechos humanos
Guerra sucia en Argentina
Inmigración en Argentina
Desaparición forzada

Fuentes

Referencias
a b c Bruschtein, Luis. «“Las notas del ‘Herald’ salvaron vidas humanas”». Página/12, 14 de mayo de 2005. Consultado el 10-feb-2008.
↑ Guinzberg, Victoria. «Homenaje a Robert Cox, ex editor del "Herald". El hombre que vio a la bestia». Página/12, 1 de septiembre de 2005. Consultado el 10-feb-2008.
↑ Daverio de Cox, Maud (2005). Salvados del infierno. Buenos Aires: Crisol. ISBN 987-542-017-4.

Bibliografía Daverio de Cox, Maud (2005). Salvados del infierno. Buenos Aires: Crisol. ISBN 987-542-017-4.

Enlaces externos


]Guinzberg, Victoria. «Homenaje a Robert Cox, ex editor del "Herald". El hombre que vio a la bestia». Página/12, 1 de septiembre de 2005. Consultado el 10-feb-2008.
Bruschtein, Luis. «“Las notas del ‘Herald’ salvaron vidas humanas”». Página/12, 14 de mayo de 2005. Consultado el 10-feb-2008.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Cox"












Robert W. Cox
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Robert W. Cox, Robert Cox, Cox, R.W. o Cox, Robert W. es un especialista en economía política internacional canadiense. Fue profesor de ciencia política en la Universidad de York de Toronto, Canadá desde 1977 a 1992 y director general de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), Sección de Programas y Planificación en Ginebra, Suiza. Después de su salida de la OIT enseñó en la Universidad de Columbia. Se cita como uno de los líderes intelectuales junto con Susan Strange de la Escuela Británica de economía política internacional -British School of International Political Economy-[1] y sigue en activo como erudito después de su retiro formal, escribiendo y dando conferencias ocasionales.

Contenido [ocultar]
1 Biografía
2 Referencias
3 Bibliografía básica de Robert W. Cox
4 Véase también



Biografía

Cox se graduó en 1946 Universidad de McGill en Montreal, donde obtuvo el grado de Doctor en historia. Después de su graduación trabajó para la Organización Internacional del Trabajo donde permaneció durante 25 años, ayudando a crear y configurar el Instituto Internacional de Estudios Laborales -International Institute for Labor Studies (IIEL)-.

En su carrera académica Cox se conoce por su indepedencia feroz y desafío constante a la ortodoxia así como su acercamiento a los aspectos históricos. Mientras que sus contribuciones como estudiante durante su permanencia en la Universidad de Columbia eran absolutamente convencionales y centradas en las organizaciones internacionales, después de su experiencia en la OIT y derivada de ella, adoptó una perspectiva más radical. Durante su permanencia en la Universidad de York consolidó su mirada histórica y reflexiva -motivada por su educación en la Universidad de McGill-, lo que le permitió abarcar y tratar temas más ambiciosos. Cox describe su trabajo académico como un intento de comprender y entender, "las estructuras básicas del mundo".[2]

Cox insiste que hay pocas verdades universales y que las ideas están arraigadas en las particularidades de un tiempo y un lugar concreto y se deben entender dentro de su contexto histórico, una perspectiva que será la base de su acercamiento académico. Sus intereses académicos se han centrado en la aparición de un nuevo orden mundial transnacional, el papel de agentes transnacionales, Antonio Gramsci y su teoría política, los procesos del cambio social y los cambios en economía mundial.

Uno de los famososo dichos de Cox indica que " La teoría es siempre 'para' alguien y 'para' un propósito". Esta declaración refleja su orientación crítica y la utilización metodológica de la teoría crítica.


Referencias

Cohen, B. (2008) International Political Economy: An Intellectual History, Princeton: Princeton University Press
↑ Cox, Robert. (1999) "Conversation," New Political Economy 4 (3), 389-398

Bibliografía básica de Robert W. Cox [editar]1987 Robert W. Cox. Production, Power and World Order, Columbia University Pres, New York, 1987 [1]
1996 ---Aprroaches to world order, Cambridge University Press, Cambridge, 1996 Vista restringida en google books
2002 ---The Political Economy of a Plural World: Critical Reflections on Power, Morals, and Civilization(con Michael G. Schechter), Routledge, 2002, ISBN 0-415-25291-1, ISBN 978-0-415-25291-1 Vista restringida en gooble books

Véase también [editar]John N. Gray
David Harvey
Immanuel Wallerstein
Giovanni Arrighi
Susan Strange
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